El Counter Strike es uno de los esports más populares del planeta, y en Argentina despierta pasiones que muchos se animan a comparar con el fútbol. Ese sentimiento nació hace varios años, a mediados de los 2000 con el Counter Strike 1.6, en la época en la que reinaban los cibers y se armaban torneos internos para ver quién tenía más pegue. Eran competencias entre amigos o gente de la zona, y poco a poco fueron escalando hasta volverse regionales. Las personas que en los comienzos brillaban sentaron las bases de la escena argentina, que hoy en día atraviesa un gran momento. Uno de los pilares fundamentales de los últimos años fue Nicolas “Noktse” Dávila, Leader in Game de Isurus, que a sus 27 años sigue siendo de los jugadores más destacados de Latinoamérica.
Noktse es de Rosario, Santa Fe, y su carrera en los esports nació hace siete años. Compitió en el CS 1.6, pero la gran mayoría de los palmares los logró en el Global Offensive, la versión más reciente del juego. Es uno de los veteranos de la escena nacional, y un ejemplo a seguir para muchos jugadores.
- ¿Cuánto cambió el competitivo desde tus comienzos hasta este punto?
- Creo que cuando miro para atrás, y más si me remonto a los años del 1.6, es totalmente diferente todo. A medida que pasa el tiempo todo va evolucionando en distintos aspectos. En otros fue involucionando un poco, pero en la gran mayoría se dio un crecimiento. Antes, en el 1.6, era todo ciber y todo LAN. Y no había salarios, y no había empresas que te pagaran lo que vos hacías, era todo por pasión y por amor al juego. Y en CS:GO una vez que empecé a competir fue todo más o menos lo mismo, pero ya se podía ver el cambio en la dinámica y comenzaron a haber torneos online. Eso cambió mucho todo. Gracias a Dios se fue profesionalizando más, y hoy por hoy es normal que haya equipos que paguen un salario y que se encarguen de todo, que eso al jugador le saca un peso muy grande.
- ¿Las chances de llegar son más ahora que antes también?
- En esa época creo que era mucha suerte poder llegar a ser profesional. Eso cambió mucho. Hoy los chicos que tienen 15 o 16 años saben que si hacen las cosas bien y juegan bien eventualmente pueden encontrar un club que venga y eso hace toda la diferencia. Atrás quedaron muchísimos jugadores que tenían el sueño de hacer lo mismo pero que por estar en otra época lamentablemente no lo pusieron hacer. Yo siempre digo que un poco los “old school” que quedamos en la escena representamos a todos ellos.
- ¿Vos por qué considerás que pudiste?
- Creo que lo que me diferenció fue la edad. Cuando empecé a jugar 1.6 tuve la suerte de tener un equipo muy bueno y que me enseñó mucho cuando yo tenía 15 o 16 años. Ya estaba compitiendo desde muy chico en torneos en el exterior, para mí fue algo maravilloso. Cuando salió el CS:GO me encontró con 21 años y yo sentía que estaba todavía. La verdad no sé qué me diferenció del resto pero me lo tomé con mucha seriedad. Cuando empecé a jugar yo estaba estudiando y un amigo me insistió mucho para que vuelva. Yo no quería tener nada que ver con el juego, mi vida ya pasaba por otra cosa, tenía otro trabajo, estaba yendo a estudiar, no tenía tiempo. Me insistió, me insistió hasta que me lo terminó comprando. En ese momento valía plata, y como no lo tenía no lo jugaba, pero me lo terminó comprando y eso hizo que le dedique muchas horas y me terminó gustando mucho.
Tomar un videojuego como principal medio de vida no es para nada sencillo aunque suene divertido. Implica, como muchos emprendimientos o deportes, apostar a algo y dejar una carrera o un trabajo, invertir horas y esfuerzo. Quizás hoy por hoy es más común ver deportistas electrónicos ganando un sueldo, pero hace algunos años era jugársela por un sueño, y hacerle entender esa pasión a la familia era todo un desafío: “Creo que fue una de las cosas más difíciles que me tocó vivir como jugador, que no les está tocando vivir a todos los chicos hoy en día. Era una discordia. Si bien siempre los padres quiere apoyarte y seguirte en lo que hagas, durante mucho tiempo el Counter no daba nada. Incluso por más que fueras el mejor. Eras el mejor pero tenías que pagarte los viajes y conseguir tu plata porque no te pagaba nadie nada. Desde ese lugar, cuando dije que iba a volver no fue tan fácil, pero con el paso del tiempo me fueron entendiendo, me apoyaron y gracias a Dios salió todo bien”.
- ¿Qué le dirías a los chicos que se quieren dedicar a esto?
- Hoy por hoy los chicos tienen muchas más opciones de las que tenían antes. Incluso podés ser creador de contenido o poder jugar otro juego y probablemente también puedas ganar dinero. Eso cambió bastante, porque antes era la gloria. Era ‘juego porque quiero ser el mejor’. Hoy por hoy hay muchos que juegan porque quieren ser el mejor pero hay otros que juegan porque les gusta jugar, y está bien que no tengan un compromiso tan a largo plazo para dedicarse a un juego, porque por ahí son buenos en muchos títulos y se terminan haciendo streamers. Está bárbaro, pero los que se quieren dedicar y de verdad ser profesionales y tratar de competir mi recomendación es que usen bien el tiempo.
Actualmente Noktse se encuentra en Buenos Aires junto al resto del roster de Isurus. Están instalados en un departamento de Recoleta realizando un bootcamp, donde viven y compiten en los certámenes regionales. Son los primeros meses en Argentina, ya que desde principios del 2018 hasta finales del año pasado vivieron en una gaming house en San Pablo, Brasil. El Tiburón fue uno de los primeros equipos en instalarse en otro país, y desde allí podían competir en certámenes junto a equipos brasileños y tenían una mejor conexión para jugar: “Honestamente vivir en Brasil esos tres años no fue algo natural para nosotros. Fue un esfuerzo increíble. Creo que si a cualquier persona le dicen que se va a ir tanto tiempo lejos de su casa se pregunta tres veces si realmente tanto quiere lo que dice que quiere, porque es muy duro. Cambió mucho el volver acá, el volver a sentir que puede haber normalidad, que se puede vivir con la familia, pegarse a los afectos, y desde ese lugar hace mucha diferencia. Así mismo entendemos que es un trabajo, es normal que estemos durante periodos aislados nosotros, también nos hace bien para concentrarnos. Es normal que un jugador de esports tenga casi todo el día disponible para distribuir sus actividades, organizar los entrenamientos y demás. Por eso los equipos por lo general se juntan, están en LAN, hacen bootcamps, es con ese objetivo. Creemos que por ahí esa dinámica, sin la necesidad de estar asentados viviendo en un lugar nos puede resultar mejor.
- ¿Qué tanto cambió la escena desde que se fueron?
- Cambió mucho en términos de desarrollo y de visión de juego. Por ahí hace dos o tres años el jugador era mucho más individualista y era mucho más plano lo que se sabía de cómo se tienen que hacer las cosas o cómo se tiene que trabajar. Creo, gracias a Dios y el tiempo lo dirá, que hicimos una diferencia importante en la región y marcamos un camino, no solo para los equipos argentinos sino para los equipos de Brasil también. Además de tener grandísimos jugadores a Isurus se lo conoció porque es un equipo muy organizado, muy táctico y muy molesto. Desde ese lugar me pone muy contento ver que muchos equipos adoptaron nuestra filosofía y nuestro método de trabajo, y que no sean solamente equipos argentinos nos llena de orgullo. Nos hace sentir muy bien, desde ese lugar el juego cambió mucho. Los equipos trabajan, tienen gaming house, tienen salarios, están organizados, tienen trabajo táctico, tienen trabajo con analistas, estudian a los rivales, ya encontraron una forma de trabajar que te permite estar más organizados, y desde el punto de vista económico es muy reconfortante ver que hay más organizaciones argentinas apostando por el juego y por otros juegos también. Está bueno, le da otra competitividad a la escena y ayuda. Hoy por hoy hay jugadores que con 16 o 17 ya están jugando un Counter que hace tres o cuatro años era bastante difícil. Siempre el juego se vio como tiros y ser el más skilleado. Y hoy por hoy los chicos se dieron cuenta de que va más allá de eso y que hay mucha táctica involucrada, muchos conceptos que te ayuden a ganar. Entonces está muy bueno ver que cada vez los equipos se están volviendo más inteligentes por así decirlo.
Nicolás llegó a Isurus en 2017 y se convirtió en un emblema de la institución. Hoy en día es el líder del proyecto y desde su arribo consiguió varios títulos y clasificaciones históricas. Obtuvo una Liga Pro de TDJ, dos Ligas Pro de Gamers Club, dos clasificaciones a la World Electronic Esports Games, salió campeón de la ESL LA League de Brasil, de la Aorus League Brasil, obtuvo la ESL LA League Finals, y finalizó primero en las clasificatorias sudamericanas de la Dreamhack Masters Dallas y de la FLASHPOINT. También ganó la FlowFiRe League Regional Finals 2020 y la Aorus League Cono Sur de este año. Por si fuera poco disputó dos certámenes en los Estados Unidos (la ESL Pro League Americas y la DreamHack Masters Dallas), uno en China (WESG) y uno en Europa (BLAST Premier Fall Showdown).
- ¿Qué significa Isurus para vos?
- Significa bastantes cosas, en un sentido de pertenencia grande. Yo soy hincha de Rosario Central y hoy por hoy soy hincha de Isurus. Me generó que juegue LoL y yo lo quiera ver para que gane también. Ahora tienen ajedrez, juegos mobile también. Me generó un sentido de pertenencia y me transmitió muchos valores que me llevo para mi vida personal que me han servido mucho. he tenido la suerte de conocer personas excelentes. Jugadores cuerpo técnico, management, he aprendido mucho. Es una segunda escuela, una segunda casa y tengo el sueño de poder levantar copas más grandes y llegar a títulos más grandes hasta el final de mi carrera.
El Tiburón es una de las organizaciones de esports más importantes del continente. Si bien sus bases están en Argentina tienen representantes en Brasil, México y planean expandirse a Norteamérica y al Viejo Continente. Poder competir contra los mejores equipos del mundo es el sueño de todas las instituciones de esports de la región, y uno de los primeros pasos de Isurus será llevar al roster de CS:GO a competir a Europa. Parecen haberle agarrado el gusto, ya que allí disputaron la BLAST Premier Fall Showdown en 2020: “Teníamos el plan de asentarnos en Europa, pero no este 2021 todavía porque sabíamos que por una cuestión burocrática iba a llevar al menos un año más, pero sí hacer bootcamps y entrenamientos. Y la opción el equipo nos la dio durante todo el año, pero por calendario y demás estamos viendo el mejor momento para hacerlo, pero sí era nuestra idea. Hay una época en la que no hay torneos acá y sí allá, y después que tenés mucha variedad de equipos para entrar. Son como 200 equipos, es muy difícil encontrar un horario donde no haya un equipo, y los que conseguís van a ser de calidad. Estamos apostando a que en algún momento, cuando asentemos el equipo, nos tomemos un tiempo para ir tranquilos, entrenar allá y poder darle un poquito más de salto de calidad al equipo”.
- ¿Se aprende mucho en unos días allá?
- Sí, se aprende mucho jugando en otra región. Te fuerzan mucho más a situaciones a las que no estás acostumbrado. Fuera de eso no creo que sea tan abismal la diferencia en el entrenamiento. Si uno es disciplinado acá puede conseguir buenos resultados. Lo que tiene de facilidad este juego es que cualquiera puede ver de cualquier parte del mundo los partidos de los mejores equipos del mundo. Eso le quita un poco de peso a quién está en esta región.
Actualmente Isurus se encuentra en un proceso de reestructuración, y en búsqueda de un quinto player para competir durante la temporada. Recientemente Tom1jed dio un paso al costado y por el momento los titulares son Noktse y Marcos “deco” Amato (21), Sebastián “Gooden” Palacios (21) y Nicolás “BK1″ Céspedes (22). El Tiburón apunta al talento joven y a la experiencia del capitán para salir a ganar: “Me da mucha esperanza ver que se está generando una estructura que hace que los jóvenes entren a equipos, que estén contenidos y haya gente que les pueda enseñar cómo se hacen las cosas y cómo vivir esta carrera. Transmitirles esa experiencia hace una diferencia importante. Y eso puede darles un plus que nosotros no teníamos. Nacho, Try, Tomy, Deco, que juegan bárbaro y tienen todos menos de 21 años. Pero se han nutrido de mucha gente que les ha enseñado y en muchos casos han aprendido solos en base a lo que pasa a su alrededor. Es más ajedrez que antes. Antes era más tiros”.
Mantenerse en la élite, y más cuando el talento regional aflora constantemente, no es para nada sencillo. En los esports los años pesan mucho, los reflejos se van desgastando y relajarse puede significar perder mucho terreno. Noktse lo sabe, y aunque tiene en cuenta que ya es un veterano en la escena, trata de no pensar en el retiro: “No es algo que tengan en mente pero soy realista y sé que cada vez está más cerca. Trato de no pensar mucho en eso igual. Sí por ahí me motiva un poco más el hecho de que se dice que es fácil llegar pero difícil mantenerse. Nosotros hemos sido durante mucho tiempo el equipo a vencer del país y en al región. Tener 27 años puede pegarme un poco negativamente pero también me fuerza a hacer las cosas lo mejor posible, ser lo más competitivo posible y quedarme en el entrenamiento hasta después de horas y preocuparme por mi alimentación, por estar bien, por tener buenas energías, optimizar los tiempos y me genera el desafío de, aún siendo un ‘veterano’ poder seguir siendo uno de los jugadores más importantes. Quiero seguir siendo uno de los jugadores más importantes del país y de la región”.
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