Judgment te invita a conocer el lado salvaje de Kamurocho en un policial frenético

El spin-off de Yakuza llega a la nueva generación de consolas con una contundente aventura policial que explora aristas desconocidas de la metrópolis ficticia

Judgment es un título que se desprende de la serie conocida como Yakuza: un spin-off que toma el elemento más valioso de la franquicia -la ciudad en la que toma lugar la acción- y lo pone al servicio de un título que nos ofrece una perspectiva distinta tanto desde lo jugable como de los recovecos y callejones que conforman al distrito de Kamurocho. El primer título de la serie Yakuza llegó a PlayStation 2 en 2005 y ya desde el primer momento nos acercó un barrio bullicioso repleto de actividades para hacer y personajes pintorescos. Ya entonces se percibía en las calles de esta ciudad una suerte de mística pero sobre todo, la idea de querer evocar un sentido de pertenencia en quienes pasaban horas allí.

Algo más de 15 años después de aquel suceso y con más de 7 juegos en su haber, Ryu ga Gotoku Studio logró sumar frescura en cada una de sus entregas, mostrando versiones cada vez más profundas y logradas de uno de los destinos más aclamados por los jugadores. Lo que resulta increíble es que Kamurocho siga resultando tan fresca y con rincones todavía desconocidos cuando la historia se narra desde otro sitio. Está claro que Judgment posee la misma carga humorística y situaciones que evocan a lo ridículo o bizarro como acostumbra la serie, pero la historia del protagonista es muchísimo más oscura y mundana: mientras que en Yakuza la narrativa gira alrededor de mafiosos tiernos de corazón de oro, Judgment cuenta la historia de una persona gravemente dañada en busca de redención.

Takayuki Yagami es el antihéroe de turno: un reputado abogado que se ganó el cielo de lo jurídico tras lograr proclamar por inocente a un cliente acusado de asesinato, volviéndose así una suerte de estrella dentro del bufet de abogados donde trabaja. Las cosas toman un destino torcido en cuanto se entera que la persona que él ayudó a poner en libertad volvió a delinquir, asesinando a su pareja y prendiendo fuego su propiedad. Este enorme conflicto personal sienta las bases por donde se mueve Judgment: Yagami busca pagar por su pecado y mientras lo hace, se mantiene ocupado con su nuevo oficio de investigador privado tratando de resolver una serie de asesinatos perpetrados por un misterioso asesino serial.

Con la compañía de un yakuza retirado, Yagami se pondrá al servicio de las fuerzas de la ley pero también de distintos actores privados como también de la mafia propiamente dicha. De este modo se produce una narrativa enrevesada repleta de giros inesperados y situaciones tirantes, características de la franquicia. Este nuevo enfoque también aporta lo suyo en materia jugable: existen una enorme cantidad de actividades secundarias y “minijuegos” relacionados a labores detectivescas como seguir a un sospechoso o realizar distintos interrogatorios y recolección de evidencias, a participar activamente de distintos juicios en los que incluso podemos gritar ¡Objeción! en lo que constituye un soberbio guiño a Ace Attorney.

Los cambios no se quedan ahí. Yakuza en su totalidad -y sobre todo Like a Dragon- tienen una estructura muy similar a la de los JRPG, pero en Judgment por el contrario, nos encontramos con un título íntegramente volcado a la acción. Yagami puede explorar y tener muchas actividades en Kamurocho, pero a la hora de saltar a la acción se controla como si fuese un beat em up al estilo Streets of Rage, pero con un repertorio de movimientos y poderes que bien podrían surgir de clásicos como Virtua Fighter. Al igual que en otros juegos de la serie, Yagami tiene un extenso repertorio de movimientos de combate, pero también distintos tipos de técnicas de peleas, la posibilidad de usar cualquier objeto contundente del escenario y movimientos especiales. En su versión original había una respuesta óptima de los controles, pero en consolas de nueva generación es algo todavía más notorio.

Resolución a 4K, 60 cuadros por segundo y tiempos de carga prácticamente inexistentes son algunas de las características técnicas de un título que además, se muestra excepcional desde lo visual. Kamurocho nunca se sintió tan viva ni colorida al punto que por momentos alcanza niveles de realización sumamente fotorrealista. El bullicio de las calles, los salones arcade, los distintos restaurantes con platos autóctonos; todo está hecho con un mimo difícil de encontrar en otros juegos.

El combate y la actividad detectivesca van de maravillas en el contexto de un juego con una historia lineal (de algo más de 25 horas de extensión) con el contraste que plantea un entorno abierto con misiones secundarias y mil actividades para realizar, lo cual puede duplicar fácilmente la duración del relato principal. El turismo gastronómico en Kamurocho ya no es cosmético: una de las nuevas mecánicas es que Yagami puede quedar malherido después de un combate, lo cual nos obligará a recuperar parte de la salud bloqueada visitando a un doctor clandestino y comiendo distintos tipos de alimentos. Al igual que el resto de los juegos de la serie, podemos coleccionar una tonelada de objetos ocultos, ir a jugar videojuegos clásicos a los salones de Sega Arcade, realizar misiones secundarias y toparnos con decenas de rarezas y secretos.

La longitud de Kamurocho no es más grande que Los Santos en Liberty City, pero compensa con lo densa y profunda que es: se trata de uno de los lugares más orgánicos y vivos que podemos experimentar a través de un videojuego. Así, Judgment no sólo se posiciona como uno de los mejores juegos de una franquicia sobresaliente gracias a su historia, jugabilidad y conceptos nuevos, sino que también se erige como un fantástico punto de entrada a este increíble universo. En ocasiones, recomendar Yakuza implica la titánica labor de jugar más de 6 juegos en orden cronológico: algo que puede sonar abrumador.

Judgment por el contrario no requiere todo el bagaje previo: los habitué de la serie se encontrarán maravillados por las nuevas facetas que presenta el título, mientras que los recién llegados caerán irremediablemente en los encantos de una historia sólida, personajes bien planteados y sobre todo, un sitio al cual promediando la aventura, podrán llamar su hogar. De ahí en adelante, todo llegará solo: estarán tan metidos en este mundo que no podrán dejar de jugar.