La realidad virtual fue durante mucho tiempo el santo grial de la industria. Con un sinfín de experimentos que terminaron en accesorios estrambóticos y poco prácticos desde principios de la década de los 90, recién con la llegada de los primeros prototipos de Oculus Rift en 2011 se empezó a construir un lenguaje común en la industria. De allí surgieron distintas propuestas: desde empresas como Samsung y Google instrumentando la realidad virtual a través de sus celulares o empresas como HTC con Vive, Steam con su propio set y por supuesto, Sony con PlayStation VR, lanzado para la consola PlayStation 4.
Aunque la realidad virtual no alcanzó todavía su estado definitivo, la tecnología ha ido evolucionando y persiste incluso sin que haya una pieza de software que justifique no sólo la inversión monetaria en estos equipos, sino también el engorro que significa tener un ambiente en el hogar dedicado a ese espacio. Por esto es que la oferta inicial de PlayStation con PlayStation VR siempre fue acertada desde el vamos: por 400 dólares -una suma importante, pero notablemente inferior al resto de los equipos- los usuarios de PlayStation podían acceder a distintas experiencias que si bien desde lo técnico no estaban a la altura de Oculus o Vive, lograban con soltura lo inmersivo que se supone sea la realidad virtual.
Lo más importante que tuvo PlayStation VR fueron los juegos: al tener una base de jugadores más numerosa, además de un hardware unificado, el kit de Sony recibió una enorme cantidad de títulos que hacían más tentadora la jugada. Aunque no fue un éxito en ventas, gracias a su relativa sencillez desde la conectividad y amplias opciones de software, PlayStation VR se aseguró la venta de más de 5 millones de unidades para mediados del año pasado. ¿Es suficiente para asegurar una sucesora?
El panorama de la realidad virtual está cambiando dramáticamente. Todavía falta esa “killer app”, ese juego o función que sea vital y que nadie pueda pasar por alto, pero Steam introdujo avances en cuanto a la fidelidad de los sensores y muestreo de imágenes en el visor; Oculus lanzó Quest, una alternativa netamente portátil y muy potente sin cables ni computadoras que hagan las veces de intermediarios. Casi una solución definitiva. Restaba ver qué haría Sony al respecto, y hace sólo unas semanas confirmaron el desarrollo del próximo headset de realidad virtual, que tendrá más potencia y por tanto, mejoras sustanciales a nivel gráfico.
Aunque la forma y las capacidades del próximo casco son todavía un misterio -más allá de la no menor noticia de que sólo emplea un cable para conectarse a la consola-, el día de ayer Sony presentó los mandos del nuevo kit de realidad virtual para PlayStation 5, con los que jugarán los usuarios que decidan incursionar en esta experiencia. Y como era de esperarse, se presentan una enorme cantidad de mejoras y funciones exclusivas del mando, como también otras tomadas directamente de las capacidades que ya podemos encontrar en el joystick DualSense.
Lo más llamativo es el diseño: es de formato circular y presentará sticks analógicos del mismo modo que el joystick DualSense, además de compartir botones como L1, L2, “Share”, “Home” y los clásicos cuadrado, círculo, equis y triángulo. Tendrá funciones heredadas como los gatillos resistivos y el feedback háptico, además de sensores para poder realizar gestos con los dedos. La filosofía del diseño es la de acrecentar las posibilidades de interacción con los juegos además de la ergonomía del control, más parecido a los recientes de Oculus o Vive. Lo más llamativo es que cada control tendrá su propio sensor para el seguimiento, que se sincronizará directamente con el casco, lo cual significa que habrá ninguna unidad de proceso dedicada como pasaba con la versión anterior del kit.
Con todo, los controles apuntan también a ofrecer una experiencia de juego más táctil, habilitando nuevas formas de interacción. Según Hideaki Nishino, Vicepresidente de Planificación y Gestión de Plataformas, con las herramientas propias del DualSense y aquellas desarrolladas para estos controles, se busca dar un salto cualitativo en términos de realidad virtual. Así mismo, si bien no dio fechas específicas, comentó que próximamente los controles y el kit de desarrollo del próximo casco de realidad virtual para PlayStation 5 llegará a manos de los desarrolladores, para que puedan plasmar sus ideas y ver realmente dónde pueden llevar los juegos con esta nueva tecnología. La realidad virtual está lejos de terminarse, al menos para Sony.