No es extraño ver que un estudio desarrollador utiliza sus redes sociales para arengar y solicitar el apoyo de los jugadores, ya sea para que compren su título en lanzamiento o bien, aprovechando distintos tipos de oferta. Lo que sucede con The Sinking City, sin embargo, es totalmente lo opuesto. En un reciente tweet, Frogwares, el estudio responsable de The Sinking City -una aventura de terror inspirada en el universo de H. P. Lovecraft- pidió abiertamente que no compren la versión de The Sinking City recientemente publicada en Steam, ya que no fueron ellos los responsables de la misma.
“Frogwares no creó la versión de The Sinking City que hoy se puso a la venta en Steam. No recomendamos su compra, pronto ofreceremos más detalles al respecto”, rezaba el comunicado del estudio vía Twitter, lo cual abre una nueva etapa en un conflicto que lleva más de un año en desarrollo y no parece tener solución inmediata. The Sinking City fue retirado de las tiendas digitales en agosto de 2020 en medio de una acalorada disputa legal entre el estudio ucraniano Frogwares y Bigben Interactive -ahora conocido como Nacon-, el publisher.
De acuerdo a lo firmado en 2017, el publisher por aquel entonces llamado Bigben Interactive tendría el derecho de vender y comercializar el título en PlayStation 4, Xbox One, Steam y Epic Games Store. A su vez, el publisher podría aportar dinero para la etapa final del desarrollo del juego, pero la propiedad intelectual del juego y parte de las regalías quedaría en manos de Frogwares. Pese a que el estudio cumplió en tiempo y forma cada etapa del desarrollo hasta publicar el título, Bigben Interactive -Nacon, para ese entonces- no pagó el dinero establecido.
Lo que terminó de complicar el panorama fue el hecho de que Nacon haya adquirido otro reconocido estudio conocido como Cyanide, que también se encontraba trabajando en una aventura inspirada en la obra de H. P. Lovecraft. Según reportes, este estudio pidió acceso al código fuente The Sinking City, el cual no estaba incluido dentro del contrato, ya que el mismo fue firmado dos años más tarde del inicio de producción del juego de Frogwares. Al negarse estos a ceder el código fuente, distintos reportes indican que Nacon decidió dejar de pagar el resto del dinero por los distintos hitos que se fueron cumpliendo.
Según el propio estudio, Nacon intentó aplicar una cláusula de producto no entregado a tiempo cuando el juego ya estaba en todas las tiendas digitales en los plazos estipulados. Así mismo, instrumentó la creación de un juego de mesa basado en el juego sin la autorización del estudio involucrado. Al enterarse de que el publisher estaba registrando marcas relacionadas a The Sinking City, Frogwares decidió iniciar acciones legales para agosto de 2019. Para ese entonces, tampoco estaban cobrando regalías ya que Nacon emitía reportes financieros poco claros, en los que era difícil estipular la cantidad de copias vendidas en cada plataforma. Para abril de 2020, sin tener una respuesta satisfactoria por parte del publisher, Frogwares dió de baja el contrato.
Pero en julio de ese mismo año, pese a la negativa de Nacon, Frogwares tomó conocimiento de que The Sinking City se seguía vendiendo en distintas plataformas y lo que era peor, el publisher seguía acumulando regalías por el título que los había llevado a la discordia. Es entonces cuando decidieron retirarlo de todas las tiendas digitales efectivamente en agosto, desapareciendo de prácticamente todos los canales de venta donde estaba siendo distribuido. El juego se conseguía únicamente desde la página oficial de Frogwares y en pocos partners oficiales como Origin y Nintendo Eshop. Hasta ahora.
Porque The Sinking City volvió a aparecer en Steam puesto que la Corte de Apelaciones de París falló a favor de Nacon, dictaminando que “Frogwares terminó el contrato unilateralmente y de forma manifiestamente ilegal”. De momento no se conocen más detalles respecto al fallo. En esta misma disputa legal, Frogwares reclama por el incumplimiento de una serie de cláusulas que derivan en más de un millón de dólares en concepto de premios y regalías que se les adeudan, además del control de la propiedad intelectual, tal como estaba estipulado en el contrato original.
Ni Frogwares ni Nacon han emitido comunicado alguno a raíz de los hechos sucedidos, pero está claro que este no será el último capítulo de un drama que no parece terminar.
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