Análisis de “Call of Duty: Black Ops Cold War”: de Rusia con amor

Activision trae de regreso la Guerra Fría en el marco de un título que cumple sin llegar a deslumbrar

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Trailer de CoD: Black Ops Cold War

Tras 17 títulos en su historial, ser uno de los tanques que dominan el género y legiones de fanáticos de los FPS que cada año esperan la nueva entrega, Call of Duty: Black Ops Cold War cumple las expectativas con una sólida campaña en modo individual y el destacado plato principal del multijugador. Y lo hace aún más teniendo en cuenta que es el sucesor de la exitosa remake del año pasado que fue Call of Duty: Modern Warfare.

Primero lo primero: la campaña que desarrollaron los estudios Treyarch y Raven está lejos de ser un in crescendo de explosiones, tiroteos y persecuciones, sino que aprovecha el setting histórico para que la tensión vaya por otro lado. El juego transcurre a comienzos de la década del ochenta -con algunos flashbacks ocasionales a la guerra de Vietnam- en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética. ¿La misión? Perseguir y detener a un espía ruso que puede detonar una bomba atómica en cualquier lugar del mundo. Es una trama sencilla, pero con el correr de las diez misiones principales la trama se espesa.

Usualmente las campañas de un sólo jugador de los FPS usan el modelo de Vía de Tren. Es decir, el jugador recorre un camino ya delineado por los desarrolladores donde va gatillando diferentes eventos a medida que pasa y en el medio tiene tiroteos con enemigos más o menos certeros. Si bien Call of Duty: Black Ops Cold War no escapa a esa regla general, sí tiene ciertos elementos que lo refrescan.

Frank Woods está de regreso.
Frank Woods está de regreso.

Esto se percibe durante toda la campaña, ya que el jugador se encuentra con opciones de diálogos y acciones a realizar que repercuten de manera inmediata así como a lo largo del juego. Salvar a un espía atrapado repercute distinto a si elegimos eliminarlo porque representa un riesgo. Además, durante las misiones principales se van destrabando misiones secundarias que podemos elegir hacer cuando estamos en una suerte de hud central. Esa combinación de opciones tomadas junto con misiones realizadas permiten tener múltiples finales.

Esto no significa que se trate de un juego al estilo Detroit: Become Human donde cada opción importa y se ramifican decenas de posibles finales, pero sí le da un poco más de vida útil a la campaña individual una vez terminada por primera vez.

Sería equivocado ver a la campaña individual como una suerte de tutorial glorificado de los modos multijugador porque son harinas de dos costales totalmente distintos. Desde hace al menos 10 años Activision presenta con Call of Duty modos multijugador únicos en su gameplay y forma de encarar el frenético combate. Esta versión sigue refinando la fórmula, donde la clave sigue estando en aprovechar bien los ángulos para cubrirse y ser certero en las ráfagas de disparos.

"Armada" es el nivel más
"Armada" es el nivel más espectacular del modo multijugador.

Hay varios modos que se pueden disfrutar en los ochos posibles escenarios donde se destaca el que ocurre entre barcos a medio hundirse. Desde los clásicos Team Deathmatch de 12 versus 12 o defender una zona, pasando por novedades como proteger a un VIP aleatorio dentro del equipo que debe llegar a un punto de extracción o armar una bomba sucia que debe explotar. Algunos son más frustrantes o divertidos que otros debido a la coordinación que requieren.

El modo online contra zombies también está presente. Es una opción que fue tomando cada vez más gravitación en la saga aunque se sienta que tiene pocas horas realmente divertidas. Básicamente hay dos opciones dentro de este modo que se puede jugar en sólo un escenario aún: hordas ilimitadas o poder abandonar la zona en la ronda 20.

Más allá de poder personalizar al personaje que elijamos con diferentes loadouts que otorgan habilidades como congelamiento de los enemigos, las partidas de hasta cuatro jugadores se hacen tan difíciles en determinado punto que es necesario jugar con alguien conocido para poder salir indemne.

No hay Black Ops sin
No hay Black Ops sin modo zombie.

La tercera pata del tridente multijugador es una que debutó hace relativamente poco tiempo: el modo battle royale de Call of Duty bautizado como Warzone. En 2019 Activision se subió al género -no es una moda sino ya un género hecho y derecho- de los battle royale que lideran en popularidad Fortnite y Apex Legends. No había razón para perderse una porción de la torta que se reparten casi en totalidad Epic Games y Electronic Arts.

La fórmula de Warzone es la misma que se lanzó el año pasado (que formó parte también de Modern Warfare) y se demostró exitosa con 60 millones de jugadores inscriptos. Un equipo de 3 jugadores pugna por ser el último en pie. Call of Duty supo tomar elementos que renovaron el género, como la comunicación dentro del equipo y el pineo de objetos de interes, aplicarles su fórmula y sumar nuevos modos juego como el ganar la partida obteniendo una determinada cantidad de dinero.

Más allá de ser parte de Black Ops Cold War, Warzone se puede descargar gratuitamente y disfrutarlo como experiecia aparte. Si bien el juego es gratis y está alejado de cualquier cosa similar a un pay to win, sí cuenta con una pase de temporada. Se espera una gran actualización en Diciembre que tendrá como fin emparejar la experiencia Warzon a lo que ofrece Cold War.

Puede que Call of Duty: Black Ops Cold War no tenga momentos memorables -aunque la misión dentro de la KGB es excelente- pero sí brinda una muy buena campaña que tiene ideas que hacen balance tanto desde el sigilo como los enfrentamientos directos, enmarcada en una trama que es más complicada de lo que parece a primera vista. Su versión multijugador sigue estando dentro de lo mejor que ofrece el mercado aunque su modo Zombies tenga poca vida.

Desarrolla: Treyarch y Raven

Distribuye: Activision

Fecha de lanzamiento: 13 de noviembre de 2020

Plataformas: PC, PS5, PS4, Xbox One, Xbox Series X, Xbox Series S

Versión analizada: PS4

Puntaje: 8

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