Las primeras impresiones de Assassin’s Creed: Valhalla después de jugar algunas horas fueron más que positivas. El equipo de Ubisoft logró condensar la fantasía vikinga en un videojuego que se separa del resto de la franquicia gracias a su temática, sus nuevas mecánicas y muchas novedades. Sin embargo, la prisa por lanzar el título junto con las consolas de la nueva generación obligó al estudio a sacar un producto sin terminar y repleto de errores. Luego de más de 20 horas de juego, corresponde hacer un análisis más profundo de la experiencia.
Como dice el título de este artículo, Assassin’s Creed: Valhalla es una gran experiencia cuando funciona correctamente. Al igual que su antecesor, Assassin’s Creed: Odyssey, la aventura comienza con un mapa reducido donde se dan las primeras misiones, se conoce a los personajes y los jugadores son testigo de muchas costumbres vikingas que seguirán presentes en el resto del juego. Unas cinco horas después de eso, comienza el verdadero camino de Eivor, el protagonista que puede ser hombre o mujer según la preferencia del usuario.
Mientras que algunos elementos típicos de la franquicia vuelven a decir presente para no perder la identidad, hay muchas novedades en otros apartados. Por ejemplo, el árbol de atributos del personaje vuelve a cambiar para Valhalla. Ya no hay distintas secciones según se quiera mejorar el sigilo, el combate cuerpo a cuerpo o las habilidades especiales, sino que se trata de una red de características que se van descubriendo a medida que se invierten puntos de habilidad. Esto hace que la experiencia de cada jugador sea única en este apartado, porque las opciones a mejorar son muchas a la vez y posiblemente no sean las mismas para dos usuarios distintos.
Las habilidades especiales se obtienen recolectando ítems particulares por el mapa y aquí se incorpora otra de las grandes novedades de esta entrega. A medida que se sincronicen puntos a lo largo y ancho del mapa, Eivor será capaz de descubrir distintos tipos de elementos. Los marcados con azul serán misterios, por lo general pequeñas misiones secundarias o tareas que enriquecen el mundo y presentan a personajes muy particulares. Los puntos dorados son ítems especiales como armaduras, habilidades o recursos importantes, mientras que los blancos son ítems cosméticos y de mucha menor importancia.
Lo interesante de este sistema es que favorece el sentimiento de aventura en el juego. Nunca sabemos con qué nos podemos encontrar o qué extraña tarea deberemos llevar adelante para obtener la recompensa.
Esto se complementa muy bien con las opciones que se deben elegir al principio de la partida, donde los jugadores pueden optar por una experiencia completamente guiada, una extremadamente libre o un estilo intermedio. Esta elección también se da en la dificultad del combate y el sigilo, para que cada usuario logre tener la experiencia lo más personalizada posible según sus capacidades y la manera en la que decide encarar el juego.
Los distintos recursos recolectados servirán para mejorar el Asentamiento, que puede contar con diferentes comerciantes y especialistas. Esto permitirá mejorar las armas, las monturas, modificar el aspecto del protagonista o su barco y ampliar las posibilidades que ofrece la aventura en general. También se abrirá una puerta a diferentes tipos de misiones, como contratos por tiempo o la eliminación de Templarios, que es bastante similar a uno de los apartados de Odyssey y que contribuye a una experiencia más diversificada.
Como suele pasar, luego de jugar varias horas al Assassin’s Creed: Valhalla nos encontramos con varias misiones activas en simultáneo, con una principal y muchas secundarias. Estas últimas presentan bastante variedad por surgir de la mano de personajes o situaciones muy diferentes. Las misiones principales también logran refrescar la experiencia con cada paso que dan porque se encargan de expandir el mundo que presenta el juego con nuevos personajes, potenciales alianzas y enemigos a derrotar. A diferencia de otras entregas, no se puede correr hacia adelante, eliminar a todos los enemigos y pasar a la siguiente misión. El juego se encarga de proponer objetivos diversos donde muchas veces será necesario hablar con personajes e investigar antes de seguir adelante.
Esto se conecta directamente con otras de las adiciones exclusivas de Valhalla. Por ejemplo, las batallas de rap vikingas exitosas otorgarán un punto de carisma. Suficiente carisma desbloqueará opciones de diálogo que harán más fáciles ese tipo de misiones. Eso contribuye a que distintos jugadores tengan experiencias diferentes, al igual que los diferentes tipos de armas que propone el título, las armaduras, las distintas runas que se les apliquen o el hecho básico de que se pueden equipar dos armas o dos escudos.
Como se confirmó poco antes de la salida del juego, Assassin’s Creed: Valhalla presenta el mapa más extenso de la franquicia hasta ahora. Con esto en cuenta, y una enorme cantidad de indicadores en todos los rincones, es muy fácil dejar la historia principal de lado y salir a explorar. Por otro lado, algunas de las adiciones, como el juego de mesa Orlog, también puede ser la perdición de más de uno gracias a su adictivo sistema de juego y la simpleza con la que Ubisoft explica las reglas con un pequeño tutorial. Sin embargo, la enorme libertad que ofrece el juego a la hora de explorar también puede traer consecuencias indeseadas.
Desde el comienzo de la aventura fui testigo de varios bugs (errores), voces que no estaban sincronizadas con la escena que estaba viendo, considerables bajas en los cuadros por segundo, personajes que desafían las leyes de la física y comandos que no permiten ser activados. Varios usuarios no pudieron seguir adelante en su aventura porque una de las primeras misiones no se puede activar si decidieron salir a explorar en vez de cumplir un objetivo atrás de otro. Lamentablemente, no es un error exclusivo de esa misión, sino que puede pasar con varios objetivos a lo largo de la partida.
Me pasó en una misión a las 20 horas de juego y mi aventura quedó trunca. Tengo esperanzas de que Ubisoft lance un parche que solucione este inconveniente, pero también existe la posibilidad de que tenga que deshacerme de esa partida y comenzar una nueva desde cero. De una u otra manera, y aunque mi caso es uno entre muchísimos, este error en particular es uno de los muchos que presenta el juego en sus distintos apartados, lo que da a entender que el estudio decidió lanzar un juego sin terminar.
Esta semana salieron al mercado las nuevas consolas de Xbox y PlayStation, que rompieron récords de preventa y registraron un mejor comienzo que sus antecesoras. Ubisoft no podía perderse la oportunidad de decir presente en estos sistemas desde el día uno junto a los miles de usuarios de la flamante generación, pero el costo de eso fue sacar un producto sin terminar. La otra opción era retrasar el título, perderse la oportunidad comercial y recibir amenazas de muerte por parte de los fanáticos, como sucedió con CD Projekt RED y el último cambio de fecha de Cyberpunk 2077. Parece no haber medias tintas en el mundo gamer.
Se puede decir que mi experiencia personal con Assassin’s Creed: Valhalla quedó incompleta, pero lo cierto es que los bugs son parte del título que estoy analizando porque así lo decidió el estudio. Como seguidor y fan de la saga, puedo ver todas las virtudes del juego, cómo se diferencia de sus antecesores y todos los esfuerzos que hace para continuar empujando la franquicia hacia adelante. Mucho de eso lo cuento más arriba en esta nota y mucho también son pequeños detalles particulares de cada personaje o cada misión, que prefiero dejar que descubran los jugadores por su cuenta. Me entusiasma pensar en lo que se vendrá en la franquicia con las posibilidades que ofrece la generación de consolas que recién empezó y estoy más que conforme con la experiencia que me dio Valhalla en sus primeras 20 horas de juego.
Lo ideal en casos como este es esperar a que se lancen algunos parches que aseguren el correcto funcionamiento del título, porque cuando funciona, Assassin’s Creed: Valhalla es una de las mejores experiencias del año. Sin embargo, como se encuentra en estos momentos, está lejos de alcanzar su verdadero potencial.
Desarrolla: Ubisoft Montreal
Distribuye: Ubisoft
Fecha de lanzamiento: 10 de noviembre de 2020
Plataformas: PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC, Google Stadia
Versión analizada: PS4
Puntaje: 7.5
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