Después de una larga expectativa, esta semana se lanzará finalmente la nueva entrega de Assassin’s Creed en consolas de la actual y la nueva generación. Subtitulado Valhalla, el nuevo juego de Ubisoft llevará a los fanáticos de la franquicia a las tierras vikingas para contar una nueva historia llena de personajes, objetivos secundarios y secretos por descubrir. Infobae Gaming pudo probar el título durante varias horas para rascar la superficie de lo que ofrece esta nueva aventura, por lo que a continuación se destacan unas primeras impresiones.
En anteriores Assassin’s Creed, los primeros minutos eran la clave para entender el trasfondo del protagonista y conocer cuál o cuáles iban a ser los motivos detrás de su misión. En el caso de Valhalla, se presenta a Eivor y se muestra una tragedia que le tocó presenciar en su infancia, que generó un poderoso enemigo. En Assassin’s Creed: Odyssey, un disparador similar da lugar a la trama principal, pero en esta ocasión es simplemente el primer arco argumental que se encara.
Esos primeros minutos también hacen mucho foco en mostrar las costumbres de los clanes vikingos, con sus festines llenos de alcohol y comida, camaradería y honor. La mitología nórdica y los principios de la cultura también dicen presente para anticipar lo que será una historia muy diferente a anteriores entregas de la saga, al menos temáticamente.
Aunque muchas mecánicas ya son conocidas, las primeras horas de juego rebalsan con pequeños tutoriales para aprender desde los movimientos más básicos a las reglas de un juego de mesa medianamente complejo. Lo interesante es que todas las mecánicas que se incorporan en esta edición tienen que ver directamente con el hecho de ser un vikingo, lo que también incluye una versión prehistórica de las batallas de rap, entre otras curiosidades.
Los jugadores tienen la oportunidad de elegir el sexo del protagonista, tal y como sucedió en la entrega anterior. Una opción intermedia promete ir alternando entre uno y otro a lo largo de la historia, pero después de varias horas, en mi caso, todavía no ocurrió. Ubisoft solucionó cualquier inconveniente en los diálogos dándole el nombre Eivor a ambas versiones del personaje y agregó opciones de personalización para el pelo y los tatuajes, que se pueden recolectar por todo el mapa.
Una de las primeras cosas que llaman la atención son los distintos indicadores del mapa. Lo que antes se solucionaba con un simple signo de interrogación, ahora cuenta con diferentes colores según sea un misterio, una riqueza u otro elemento a descubrir en el mapa. Todos los recursos son importantes para lo que será el Asentamiento, la comunidad que se deberá expandir a base de redadas y otras mecánicas.
El equipo de Ubisoft anticipó el juego centrándose en el Asentamiento y otras cuestiones que, en mi experiencia personal, recién surgen después de unas cinco horas de aventura. Esa no tan pequeña introducción es el primer arco argumental de la historia principal, donde Eivor recupera el honor de su familia. Cada arco se compone de varias misiones denominadas capítulos y todavía no pude ver el verdadero potencial de este tipo de narrativa, pero no parece ser tan diferente al resto de la saga.
La promesa es que la mayoría de las historias tendrán su punto de partida en el asentamiento, a medida que se vaya expandiendo, y logrará tener conexiones con otros y crear interesantes historias entre el gran elenco de personajes del juego. Tendremos una opinión al respecto una vez publiquemos el análisis completo.
Otras novedades tienen que ver con el sistema de salud. Eivor deberá recolectar una especie particular de planta o comida para curarse. Si la barra de vida está llena, almacenará raciones en su bolsa, para curarse a voluntad apretando el pad direccional. Es una evolución respecto de entregas anteriores, bastante similar a lo que se vio en Horizon: Zero Dawn.
El árbol de atributos es otro diferencial en la franquicia. Es un tanto difícil de explicar, porque no parece seguir un patrón definido. Cada nodo desbloqueado otorga un punto de poder, aparte de su atributo correspondiente. El nivel de poder del personaje determina qué misiones puede llevar adelante y cuáles le costará más. Los atributos, por su lado, no siguen ningún patrón, sino que van apareciendo a medida que se van desbloqueando nodos que desembocan en algún ataque especial, como un pisotón, un asesinato especial y más. Aunque es interesante por ser novedoso, no parece tener un claro sentido, por lo que no hay manera de plantear una estrategia a la hora de desbloquear atributos. Las habilidades especiales, por su lado, se consiguen recolectando ítems especiales por el mapa y son totalmente independientes.
El Asentamiento también contará con diferentes locaciones que servirán para mejorar distintas herramientas de Eivor. Lo primero será mejorar las armas con el herrero, pero también habrá lugar para sumar habilidades para el cuervo, que no es tan efectiva como el águila de Odyssey al comenzar la aventura, comprar objetos raros o hasta viajar a otras dimensiones.
El combate naval no dice presente porque no era la especialidad vikinga. El mapa cuenta con una gran cantidad de ríos que se pueden recorrer con el navío conocido como Longship, pero es simplemente un medio de transporte tal y como el caballo lo es en tierra firme. La gran finalidad del Longship es invadir pequeños pueblos y asentamientos en las redadas, las cuales son la pieza fundamental a la hora de conseguir recursos para el asentamiento.
Como mencioné antes, el título del juego, que da comienzo oficialmente a la historia de Eivor, aparece recién a las cinco horas de comenzado Assassin’s Creed: Valhalla. Al igual que sus antecesores, promete ser una aventura inmensa llena de caminos por recorrer, decisiones por tomar y secretos por descubrir. Me quedan muchas horas de juego antes de poder dar un veredicto, pero puedo asegurar que se trata de un videojuego que llega para despedir una generación de consolas y no para darle la bienvenida a una nueva.
Aunque el equipo de Ubisoft ya anticipó que habrá varias correcciones con un parche el día del lanzamiento, me crucé con una gran cantidad de errores y problemas gráficos en la versión de PlayStation 4. Aunque ninguno fue demasiado grave ni impidió el funcionamiento del juego, no me extrañaría que más de uno haya tenido una experiencia similar a la del desastroso Assassin’s Creed: Unity. Por momentos, es inevitable pensar que el título no está terminado, pero que, con las nuevas consolas llegando esta semana, es demasiado tarde para cambiar la fecha de lanzamiento.
Por suerte, la historia se mantiene interesante y el Credo de los Asesinos recién hizo tímidas apariciones para regalarle su arma característica al protagonista y dar algunos mensajes crípticos, por lo que todavía queda mucho camino por recorrer. Hasta ahora, las novedades que ofrece Valhalla respecto de sus antecesores son más que suficientes para valerse por sí solo, tanto en lo que respecta a mecánicas de juego como a la representación de la cultura vikinga. Esperemos se mantenga a la altura por el resto de las decenas de horas que le quedan a la experiencia.
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