Durante los últimos años, el segmento de los videojuegos de carrera logró mucha versatilidad, pese a que la gran oferta pasó por los simuladores, los cuales buscan llevar una experiencia de lo más realista a los usuarios. Esto, sin embargo, no es del gusto de todos, ya que algunos jugadores apuntan a algo más arcade a la hora de adentrarse en una pista. Sin dudas, esta es la formula que quiere explotar Dirt 5, la nueva entrega de la franquicia de Codemasters, que debutará el 6 de noviembre en el mercado y que Infobae Gaming ya pudo probar.
Antes de la presentación de su teaser, una de las incógnitas más grandes que rodeaba esta quinta entrega de DIRT era la de si continuaría con el hilo realista de los DiRT Rally, como fue en el caso de DiRT 4, o si se despegaría de ellos con el fin de dar otra experiencia. Esto queda totalmente claro al iniciar el juego, dado que el aroma a arcade se siente desde el minuto uno.
La sensación arcade puede verse rápidamente reflejado en el menú principal, el cual tanto en la interfaz como en las modalidades disponibles exhibe su sencillez. Los modos no dan muchas opciones, ya que el usuario se encuentra con el de Carrera, que permite ir avanzando en distintos tipos de certámenes, el Arcade, que propone pruebas contrarreloj o carreras a gusto, y el Playground, el cual llega como novedad.
Este último propone al usuario ponerse creativo y armar una pista a gusto. Para esto, el formato dispone de muchas opciones de elementos que permiten hacer distintos tipos de pruebas, como pueden ser vallas, plataformas, bloques e incluso un aro de fuego, el cual se podrá traspasar luego de saltar una rampa. La experiencia de este modo es bastante amplia, dado que el jugador también puede publicar su creación y disfrutar de las que fueron hechas por otros.
Dejando de lado este interesante modo, el título solo propone una cosa: embarrarse en las pistas. Al ingresar a una carrera, el juego hace honor a su nombre con carreras sucias e intensas, donde el lado arcade sale a relucir. Pese a que la jugabilidad tiene tintes que apuntan al derrape y al formato rally, las curvas no son difíciles de llevar y los golpes no afectan tanto a la hora de buscar adelantar posiciones. Esto hace que todo se vuelva dinámico e intenso, permitiendo completar pruebas en un abrir y cerrar de ojos.
En cuanto a la jugabilidad, el punto flojo pasa por la competencia de la inteligencia artificial. Por momentos, incluso en los niveles más altos, puede volverse un tanto monótona, algo que permite ver una hilera de autos realizando la misma curva. Esto, que tiene mucho sentido en un juego de Fórmula 1, no debería ser así, sino que debería continuar ofreciendo los tintes extremos de carreras de tipo rally. En las rectas también sucede que algunos vehículos toman impulso de la nada, acercándose o alejándose según la situación, algo que pone en interrogantes las características del vehículo.
El modo arcade, sin dudas, permite entender la experiencia del juego, que pese a divertir con su sencillez, también busca encandilar al jugador con grandes escenarios que permiten el cambio del formato de la carrera. Tanto las pistas con nieve, como las arenosas, como las que suceden sobre el hielo, dan una sensación distinta y eso impide que se vuelvan monótonas. A su vez, todas están encadenadas, permitiendo llegar a más eventos y certámenes.
A su vez, estas también invitan a cambiar de tipos de autos, por lo que el jugador, según la carrera, podrá subirse a todo tipo de rally, suvs, formulas offroad, boogies y grandes camiones. Entre estos aparecen las marcas de automóviles más famosas del mundo, por lo que la experiencia en cuanto al catálogo de autos es muy amplia. La personalización de estos permite cosas sencillas, pero no menos divertidas. El color, las calcomanías de diferentes empresas y la posibilidad de agregarle distintos patrones son algunas de las características que permiten toquetear.
El catálogo de autos pone en evidencia algunos pequeños errores del juego, como son los tiempos de renderización. Estos se notan lento al ir cambiando de auto en el garage. Pese a ser un problema menor, no debería suceder en un título del calibre de DIRT, que tiene a una experimentada productora como Codemasters detrás.
Un modo que no se puede dejar de puntuar es el de fotografía. Este permite lograr grandes planos en las pistas, las cuales son el contexto perfecto para realizar una buena toma. Codemasters puso quinta con esta sección, ya que le ofrece al usuario la oportunidad de configurar todo a su gusto, desde la profundidad de campo hasta el filtro que desea.
Pese a que el combo arcade y diversión van de la mano, lo más llamativo de DIRT es la congruencia de todos los elementos. Esto queda en evidencia tanto en la UI realizada, la cual es simple, colorida, explícita y con mucha personalidad, como en la música, la cual lleva adelante un espíritu rebelde, lleno de canciones intensas. The Prodigy, Yungblud, New Found Glory, Foals y The Killers son algunos de los artistas que configuran un soundtrack más que interesante y movido.
Sin dudas, las primeras vueltas dadas en DIRT 5 dejan una gran sensación. La propuesta de diversión e intensidad aparece en todos los rincones del juego, de forma congruente y segura, sin agrietarse en ninguna de las modalidades. El título parece tener las cualidades para acercarse tanto a los usuarios viejos como los nuevos, los cuales se encontrarán con un juego amistoso y divertido.
DIRT 5, el nuevo juego de la saga desarrollado por Codemasters, estará disponible a partir del próximo 6 de noviembre para las consolas de la actual generación, PS4 y Xbox One, y también para PC, donde aterrizará el mismo día en la plataforma de Valve, Steam. A su vez, llegará el 10 de noviembre a la nueva consola de Microsoft, Xbox Series X, y el 12 a PlayStation 5.
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