Ghostrunner capturó la atención del mundo gamer gracias a su estética cyberpunk y su protagonista, una especie de guerrero electrónico equipado con una espada samurái. Este martes 27 de octubre, el videojuego de One More Level, 3D Realms y Slipgate Ironworks desembarcará en PlayStation 4, Xbox One y PC y llega el momento de descubrir si cumple o no con las expectativas.
Al comenzar la aventura, los jugadores se pondrán en la piel de este Ghostrunner, personaje sin mucho para decir del que se irán develando misterios a medida que avanza la historia. Una misteriosa voz pide que lo saquen de prisión y, sin hacer demasiadas preguntas, el Ghostrunner obedece. A partir de ahí, la trama se desenvuelve a través de los niveles, que van aportando un poco más de información sobre este futuro distópico en el que transcurre toda la acción del juego.
Ghostrunner propone dos tipos de niveles muy bien delimitados. Los principales son los de acción. Con una cámara en primera persona, cada nivel tiene como objetivo principal eliminar a todos los enemigos para desbloquear puertas y continuar avanzando hacia arriba en una inmensa torre. El protagonista cuenta con su katana futurista como única arma, pero irá desbloqueando habilidades especiales con el correr de los niveles.
La dificultad y variedad de enemigos también aumenta con el correr de los niveles, para formar una curva de aprendizaje interesante. De todas maneras, el juego invita a morir una y otra vez gracias a su sistema de puntos de control que nunca nos hace empezar muy atrás. La clave en Ghostrunner es mantenerse en movimiento, aunque a veces hace falta un poco más. El protagonista puede caminar por las paredes, utilizar un gancho para llegar a ciertas superficies y puede hacer una barrida que, en el aire, logra enlentecer el tiempo.
Todas estas herramientas son necesarias para vencer a los diferentes enemigos de cada nivel, pero no hay tiempo para planear una estrategia. Al ingresar a cada nuevo escenario, la única manera de saber dónde están los enemigos es yendo a enfrentarlos, lo que no da tiempo a planear una ruta ideal o una secuencia perfecta. Al igual que juegos como Hotline Miami, Ape Out o Bloodroots, que pertenecen a un género muy diferente, un solo golpe alcanza tanto para eliminar enemigos como para matar al protagonista. Se lo puede comparar también con SUPERHOT, pero en este caso la acción no da lugar a pensar cada movimiento, sino que invita a reaccionar a todo lo que sucede en fracciones de segundo.
Esto se traduce en decenas de muertes en cada nivel, ya sea para tantear el terreno, ver cómo reaccionan los nuevos enemigos o simplemente porque una ruta deja demasiado vulnerable al Ghostrunner. Cada nivel está diagramado con una gran variedad de posibilidades, para que los jugadores exploren al máximo las habilidades del Ghostrunner y elijan el camino que más les guste.
A lo largo de la historia también se van desbloqueando distintas mejoras que se aplican en lo que parece una placa de circuitos. Cada mejora tiene una forma particular, como si fueran piezas rechazadas de Tetris, por lo que el desafío está en intentar activar la mayor cantidad en el espacio que se tiene. Estas mejoras pueden afectar a las distintas habilidades del protagonista, así como también cuestiones del entorno o ciertos atributos pasivos.
El otro tipo de niveles son los que permiten al Ghostrunner mejorar sus sistemas y desbloquear habilidades especiales. Estos segmentos tienen lugar en un universo virtual donde no hay habilidades especiales, sino que la principal mecánica es la de plataformas mezcladas con ingenio. Sobre el final, también serán responsables de secuencias endemoniadas tan difíciles como los niveles cargados de enemigos.
Al final de cada nivel, el juego revela el tiempo que llevó terminar dicha misión, la cantidad de muertes que sufrió el protagonista. Además revela cuántos secretos se descubrieron e invita a los jugadores a volver a intentarlo para lograr un mejor resultado. Todos los niveles cuentan con varios secretos, que pueden ser objetos, grabaciones de audio o diseños para la espada.
La historia no es demasiado elaborada y se puede decir que es un tanto predecible, pero lo cierto es que el juego no se puede permitir un argumento demasiado complejo, porque la mayor parte de la trama se explica en medio de batallas con enemigos y saltos que requieren concentración. Una historia un poco más compleja pasaría desapercibida en un contexto así. Por eso, los objetos secretos y grabaciones que están desperdigadas por los niveles aportan con una cuota de información sobre este futuro distópico particular y los personajes que lo componen.
Sin dudas, lo que llamó la atención de la mayoría de los jugadores no fue su argumento, que casi no se trata en los trailers, sino la estética futurista. En ese sentido Ghostrunner cumple con creces. Al principio, los escenarios parecen bastante monótonos y grises, pero a medida que se avanza se van descubriendo nuevos lugares con mucha más variedad. Laboratorios secretos, rascacielos al mejor estilo Blade Runner y otros elementos logran un apartado artístico que da exactamente lo que promete. Además, se complementa a la perfección con la música synthwave que invita a superar nivel tras nivel sin descansar.
Al terminar el juego, después de casi diez horas y cientos de muertes, lo único que queda por hacer es volver a jugar niveles ya superados, ya sea para hacer mejores tiempos, menos muertes o conseguir objetos que se nos pasaron por alto. Con un gameplay tan frenético y cargado de posibilidades, Ghostrunner es un título que se beneficiaría mucho del New Game+, es decir el modo de juego que permite empezar la historia de nuevo, pero con todas las mejoras desbloqueadas en la primera pasada.
También podría contar con ciertos desafíos que complementen la experiencia, para aquellos que deseen comparar sus habilidades como Ghostrunner con el resto de la comunidad, aunque la posibilidad de jugar niveles sueltos una y otra vez busca cumplir esa función.
En conclusión, Ghostrunner brinda una experiencia muy completa, con niveles cargados de acción, adrenalina y muchas muertes. Aunque en un principio puede resultar dificultoso, el camino del protagonista está claramente marcado para que las habilidades especiales realmente marquen la diferencia y sean herramientas fundamentales en la aventura. El apartado artístico es el gran fuerte del juego y la satisfacción que genera terminar cada nivel lo vuelven bastante adictivo. Sin embargo, una vez terminada la historia, no quedará mucho más por hacer más que volver a jugar niveles favoritos o intentar desbloquear todo el contenido disponible.
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