Crash Bandicoot 4 It’s about time no sólo significa el regreso de un amado personaje, sino también la vuelta de un estilo de videojuegos de plataformas de los que no abundan mucho: los que no perdonan errores.
Luego de período de inactividad de más de 10 años -sin contar las remakes de la trilogía original o del juego de carreras- la saga del marsupial parecía destinada a vivir de viejas glorias. Pero silenciosamente, el estudio Toys for Bob, el mismo responsable en parte del remake de 2017 y la versión actualizada de Spyro, desarrolló uno de los mejores juegos de plataformas del 2020. Funciona a la vez como secuela directa y un lavado de cara de una franquicia donde no llegaban ideas buenas.
Primero lo primero, Crash 4 sabe que equipo que gana no se toca. No intenta reinventar la rueda al presentar un nuevo sistema de juego o borrar con el codo más de una década de trabajo de otros estudios. Todos los elementos básicos presentados hace más de 20 años en el primer juego están ahí: saltos, doble saltos, golpes, dash con una barrida al suelo, golpe fuerte al suelo. Incorporaron otros como el correr en paredes o poder agarrarse de una soga.
Pero sí descarta las experiencias de juegos de exploración de mundos y abraza su ADN primario de plataformero difícil, de vieja escuela, donde los errores de un salto mal ejectuado o no ver a un enemigo se pagan con un volver al inicio del nivel o al check point más cercano. Aunque se vuelve más amistoso para aquel público que tiene un umbral de frustración más bajo.
Los desarrolladores encontraron una manera de hacerlo más accesible: la primera es que no se descuentan las vidas cada vez que el jugador pierde una, sino que cada nivel tiene oportunidades ilimitadas de intentarlo a base de prueba y error. Por un lado, saca la “presión” de ver un contador que cada vez se achica más, pero por el otro están visibles la cantidad de fracasos. Si esta opción de “Juego Moderno” molesta a aquellos puristas, se puede optar por desestimarla al inicio de una partida nueva. Hay además otras pequeñas mejoras a la calidad de vida dentro la experiencia: la cámara puede manipularse levemente y hay una guía visual para calcular mejor los aterrizajes luego de un salto.
Con el correr de los años, los juegos de Crash Bandicoot no fueron agregando muchas innovaciones en sus mecánicas. En esta oportunidad, toma varias lecciones aprendidas de otros videojuegos y las aplica a su caricaturesco universo. No se trata solamente de saltar, romper cajas y esquivar enemigos. Usando las diferentes máscaras Aku Akus como plot devices de la trama - que sigue los acontecimientos de Crash 3: Wrath of Cortex- tanto Crash como su hermana Coco acceden a diferentes habilidades que forman parte de la mecánica de juego. Por ejemplo, pueden frenar el tiempo, realizar un giro más sostenido o hacer desaparecer partes del nivel para poder avanzar. Aunque hay que aclarar que no son transferibles a través de los niveles sino que se aplican en lugares determinados.
En otro aspecto en que Crash 4 abre la cancha son sus personajes jugables. Además de los marsupiales protagonistas -que básicamente tienen los mismos movimientos- ahora se agregan tres nuevos personajes. No se los puede usar a lo largo de todo el juego salvo en determinados niveles diseñados para ellos, pero son un aire fresco más que bienvenido.
Respecto a las bonificaciones que vas recibiendo, cada nivel tiene una serie de desafíos que una vez completados entregan gemas que se coleccionan para poder completar el juego al 100 por ciento. Estos van desde romper todas las cajas de cada escenario, pasar el nivel sin perder más de tres vidas o los clásicos desafíos de superarlo por tiempo. Por si esto fuese poco, luego se pueden hacer estos desafíos de cada uno de los más de 30 niveles en una versión espejada de ellos. Además de competir con otro jugador para ver quién rompe más cajas o llega al final antes. Y para estirar aún más la experiencia del videojuego, hay más de 20 escenarios extra que son más desafiantes que los normales.
En conclusión, Crash Bandicoot 4 It’s about time no estará en ninguna lista de los mejores juegos del año, pero su espíritu lúdico, niveles tan vibrantes como desafiantes, universo con personajes coloridos lo ponen como un excelente exponente de un estilo -el plataformero-de juegos rezagado injustamente. Ya está disponible para PlayStation 4 y Xbox One.