Se va acercando fin de año y queda cada vez menos para el lanzamiento de los últimos títulos esperados del 2020. Seguramente muchas personas estén a la espera de Cyberpunk 2077, el nuevo shooter RPG de los creadores de la saga The Witcher, o la próxima entrega de Assassin’s Creed, la popular saga histórica de asesinos que descenderá en tierras vikingas con Valhalla. Sin embargo, en esta reseña se hablará de una las sorpresas del año, quizás más interesante que los títulos antes mencionados.
Hades es la más reciente creación de Supergiant Games, un estudio desarrollador independiente aclamado por preciosos videojuegos como Bastion, Transistor o Pyre. Si se pidiera describir rápidamente qué tienen en común estos títulos, básicamente se podría responder que son juegos con un énfasis y cariño superlativo en lo narrativo, presentando personajes y hasta narradores super entrañables, quienes fácilmente impactan en la subjetividad del jugador y sus emociones. Todo acompañado de mecánicas jugables sumamente pulidas y divertidas.
Afortunadamente, esta nueva entrega presenta todos los elementos antes descriptos y los lleva a un nuevo nivel. Es por ello que es posible afirmar que Hades no solo es el mejor roguelike disponible en el mercado, sino que también es uno de los mejores juegos del corriente año.
Para empezar, ¿qué es un “roguelike”? Un roguelike, también llamado “videojuego de mazmorras”, es un género que contiene títulos caracterizados por ser aventuras que suceden en una serie de mazmorras/calabozos, los cuales son generados prácticamente “al azar”. Es decir, los diseños de los escenarios, la disposición de los enemigos y las recompensas que el jugador encuentre, entre otros factores, van cambiando de partida en partida, manteniendo algunas condiciones invariables. Se habla de “partida” o también “run” porque cuando el personaje utilizado muere, hay que empezar “de cero” una nueva aventura.
El factor de “empezar de nuevo” podrá sonar difícil e incluso ser un sinsentido para quien nunca haya probado al género. Sin embargo, es justamente la gracia de estos títulos: ir mejorando gradualmente, conociendo más los ítems y a los enemigos, descubriendo las trampas posibles. Mientras tanto, el diseño de los niveles irán cambiando constantemente, logrando que la experiencia se mantenga fresca, aunque pasen largas horas. Además, la cantidad de escenarios necesarios para completar el juego es limitada, se pueden terminar runs en menos de una hora. La “trampa” está en que los roguelikes suelen ser títulos muy desafiantes, difíciles de terminar en los primeros intentos.
Presentando una perspectiva desde arriba, como los clásicos juegos de estrategia en tiempo real llamados Age of Empires o el legendario juego de rol Diablo 2, en Hades se controla a Zagreus, príncipe del Inframundo e hijo de, valga la redundancia, Hades, el dios de la tierra de los muertos. El objetivo es un planteo que no suena simple en papel, y mucho menos lo es en la práctica: escapar de las tierras del príncipe, derrotando a todas las criaturas y figuras que la populan, incluido su padre, para poder llegar a la superficie terrenal de los vivos.
Con estos pocos datos se puede deducir una de las grandes virtudes del título, el utilizamiento de la mecánica central del género en una trama y ambientación que lo alojan de manera soberbia. Cada vez que Zagreus caiga en batalla, reaparecerá de nuevo en el mismo lugar del Inframundo. Una locación donde se encuentra la “oficina” de Hades y otros compartimientos con figuras importantes de la mitología griega.
Lo fascinante comienza cuando se empieza a notar que en cada regreso al “punto cero” aparecerán nuevos diálogos e interacciones posibles con los personajes. Es decir, la trama utiliza el “corazón” de los roguelike para poder desenvolverse, y lo hace de maravillas. Poco a poco se irá descubriendo un tejido de relaciones entre cada uno de los personajes que se cruzarán en el camino, con sus conflictos y alianzas específicas, desvelando a su vez el motivo por el cual Zagreus quiere escapar de su hogar.
Sin embargo, la original progresión de su historia no es la única progresión que presenta Hades. Algo que se suele criticar en el género, además de la ausencia de historias o la linealidad de éstas, es el mismo factor de empezar de cero sin ningún tipo de mejoras o ítems que se conserven luego del “game over”. Diferentes títulos han ido generando avances en este sentido, siendo Dead Cells, el roguelike desarrollado por Motion Twin, uno de los primeros en lograr mejoras. No obstante lo cual, Hades lo realiza increíblemente, distanciándose de sobremanera de sus contemporáneos.
Ninguna partida se siente de más, aunque se pierda en los primeros calabozos. Por lo general, siempre se obtendrá algún ítem de muchos posibles que permiten diferentes tipos de mejoras a largo plazo, como mejorar habilidades puntuales de Zagreus o de su armamento, hacer nuevas construcciones en su hogar o habilitar nuevas mazmorras especiales, entre otras sorpresas. Verdaderamente da gusto empezar “de nuevo” una partida, una y otra vez, sin importar que la llegada al final se sienta una labor imposible, al menos de momento.
El combate en tiempo real también es el plato fuerte que incita a seguir intentando. Se contará con un número interesante de armas, algunas disponibles desde el inicio y otras desbloqueables a las pocas horas. Cada una de ellas tendrá un ataque básico, un ataque especial y un ataque que se ejecuta luego de realizar un dash. Además, Zagreus también cuenta con una habilidad especial de movida, e irá encontrando nuevas habilidades o mejoras para su equipamiento en cada run. Éstas vienen en forma de “regalo de los dioses”, permitiendo incluso interacciones muy interesantes con cada uno de ellos.
Todo los recorridos son acompañados por un casting de personajes bellísimos, con una representación diversa y carismática de estas míticas figuras como pocas veces se vieron en cualquier medio de entretenimiento. Resulta muy entrañable escuchar los diálogos de Zagreus con sus tíos, quienes no son otros que Zeus y Poseidón, o con otros personajes más enigmáticos, como la musical Eurídice o el sombrío Tánatos. También habrán personajes que generarán un odio intencionado muy rápidamente, como el campeón Teseo o el mismísimo padre de Zagreus.
Restan muchísimas cosas que contar y analizar de este hermoso título. La cantidad de contenido que tiene resulta abismal, las posibles combinaciones del equipamiento de Zagreus son prácticamente infinitas y siempre parecen haber pequeños trozos de trama, secretos o sorpresas esperando ser vislumbradas en el regreso de cada muerte. Quedará en el lugar de cada quien ir descubriéndolas a su ritmo.
Antes de concluir, resulta pertinente aclarar que existe la posibilidad de utilizar un “Modo Dios”, el cual hace mucho más accesible la aventura para quienes la sientan muy compleja y no la estén disfrutando del todo. Ideal para las personas nuevas en el género.
Hades se encuentra disponible en PC, Mac y Nintendo Switch.
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