Análisis | “Going Under”: calabozos, monstruos y empresas fallidas

Una nueva aventura indie donde todo es un arma se apoya mucho en el humor y la crítica social.

(Foto: Team17)

Going Under es el primer videojuego del estudio independiente Aggro Crab y llegará a PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC este jueves 24 de septiembre, distribuido por Team17. La historia se centra en Jackie, una aspirante a publicista que entra en la empresa Cubicle con esperanzas de dedicarse a lo que estudió, pero que rápidamente se da cuenta de que aceptó un trabajo muy diferente.

En cuanto a la jugabilidad, Going Under es un título que se apoya en la aleatoriedad y el humor para transmitir críticas al mundo laboral y contar una historia con la que muchos de los jugadores podrán identificarse. Aunque la protagonista se postuló para un puesto del área de marketing de una empresa de gaseosas, su trabajo será visitar diferentes startups que fracasaron y derrotar a sus empleados, ahora convertidos en monstruos.

Los calabozos en esta ocasión son oficinas llenas de objetos que se pueden utilizar como armas, desde lápices y teclados a plantas y cajas, pasando por otros utensilios cuya temática está relacionada a la empresa en cuestión. Las startups cuentan con tres pisos de oficinas generados aleatoriamente y uno adicional donde espera el jefe de cada empresa. La primera es una parodia a las redes sociales de trabajo, la segunda es una app de citas en donde solo se puede hablar en emoji y la tercera critica a las criptomonedas. De todas maneras, vencer a los jefes de estas tres compañías será solo el comienzo de la aventura de Jackie.

(Foto: Team17)

El humor es uno de los puntos fuertes de Going Under porque es el recurso predilecto de los desarrolladores para criticar prácticas laborales instaladas que nadie ama, se trabaje en el área de publicidad o cualquier otra. Diálogos con diferentes personajes, pósters pegados en oficinas y la temática de cada jefe, entre otras cosas, vienen cargados de mensajes para conectar con su audiencia, porque el título conoce perfectamente el perfil de jugador al que se dirige.

Continuando con los aspectos de gameplay, Going Under cuenta con varias herramientas para complementar el poder del equipamiento de oficina. La protagonista puede llevar tres armas al mismo tiempo, las cuales se irán rompiendo con el uso. Algunas habitaciones son tiendas donde se pueden adquirir objetos de salud, armas o habilidades, aparte de charlar con el vendedor o vendedora, que cuenta con diálogos inagotables.

Se puede comenzar una nueva misión con una sola habilidad asignada, pero a lo largo de los mapas se encontrarán otras para complementar y potenciar el juego. Luego de usar estas habilidades en diferentes ocasiones, se las podrá asignar al comienzo de cada nueva partida. Entre los objetos también se encuentran distintos celulares cargados con aplicaciones muy útiles. Éstas pueden otorgar descuentos en las tiendas, invocar compañeros de combate, pedir cajas misteriosas con ítems o dar ataques especiales limitados. Todos estos sistemas se complementan para que cada visita a estas startups fracasadas valga la pena y signifique dar varios pasos hacia adelante, a pesar de no llegar a derrotar al jefe.

(Foto: Team17)

Los jugadores también cuentan con la posibilidad de cumplir objetivos específicos para distintos miembros de la empresa que serán sus mentores. Antes de cada nueva misión, aparte de una habilidad, se puede asignar un mentor que brinda apoyo de distintas maneras, según el área en la que se desempeña. La jefa de contabilidad otorgará beneficios relacionados a los precios de las tiendas mientras que la programadora se encargará de habilitar más y mejores apps de combate, por ejemplo. Cada mentor cuenta con cuatro niveles a desbloquear a través de objetivos particulares que aumentan progresivamente su dificultad.

A diferencia de otros títulos con características similares, Going Under no presenta una dificultad avasalladora en un principio, sino que es bastante accesible, entretenido y poco frustrante. Hasta fácil, se podría decir. Sin embargo, cuando la historia parece estar llegando a su conclusión, redobla la apuesta con enemigos más complicados y objetivos más difíciles que requieren la implementación de estrategia para llegar al final.

Los gráficos no son para nada innovadores, pero tampoco buscan serlo. El uso de los colores es lo más destacado del apartado visual, que intenta emular lo que generan las empresas y apps destacadas del momento con sus populares logos. La música, por su lado, cambia en cada nueva locación y no busca predominar, pero está hecha para no cansar incluso después de horas y horas.

(Foto: Team17)

Going Under es consistente en todos sus aspectos. La curva de aprendizaje se desarrolla a la perfección a pesar de que la mayoría de los elementos del juego son completamente aleatorios. El humor mantiene el nivel de principio a fin y es el recurso que más sorpresas da a lo largo de la aventura. Los controles son lo suficientemente simples para aprenderlos rápido, pero los distintos sistemas del juego requieren el armado de diferentes estrategias para dominar el combate y no sucumbir en habitaciones llenas de enemigos y explosiones.

El terreno indie busca llegar a su audiencia a través de recursos como el humor, la estética y la temática misma del título y, en este caso, el objetivo está más que cumplido para dar unas cuantas horas de diversión, combate y creativas maneras de derrotar amenazas.

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