Análisis de “Super Mario 3D All-Stars”: tres clásicos videojuegos de Mario al precio de uno

Nintendo lanza una colección de títulos clásicos de Mario con algunas mejoras y viejos problemas.

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"Super Mario 3D All-Stars" llega a Nintendo Switch

Tres importantes títulos del plomero más conocido en la historia de videojuegos desembarcan en la actual consola de sobremesa de Nintendo, la Switch. Cada uno de ellos se destaca por haber sido el único o el más importante título de Mario en tres dimensiones en su consola original. La colección Super Mario 3D All-Stars consiste en Super Mario 64 (original de Nintendo 64), Super Mario Sunshine (lanzado en Nintendo Gamecube) y Super Mario Galaxy (uno de los mejores títulos de la Nintendo Wii).

La propuesta es simple: disfrutar de estos tres títulos en un solo paquete, con mejores performances y en resoluciones más altas. Sin embargo, es importante aclarar un punto importante: estos tres títulos no son remakes. Es decir, no son recreaciones de cero. Simplemente son los mismos juegos con algunos retoques, adaptados para poder disfrutarse en Switch tanto en modo portátil como en la pantalla del televisor.

Lo anterior trae, principalmente, una ventaja y una desventaja. La primera consiste en poder disfrutar estos títulos de la manera más cercana a la experiencia original, con agregados bienvenidos. El lado negativo radica, básicamente, en que viejos problemas vuelven a decir presente en esta recopilación.

Empezando por Super Mario 64, el mismo puede verse mejor definido y colorido a nivel general. Sin embargo, dependiendo de a donde se observe, habrán secciones que se sientan sumamente anticuadas. Además, el título corre en una relación de aspecto 4:3. Es decir, el juego no ocupa toda la pantalla, ya sea portátil o de la televisión. Se ve como se veían las viejas películas, con dos grandes franjas negras a los costados.

Por otro lado, Super Mario Sunshine sí corre a pantalla completa y se percibe revitalizado en su aspecto artístico, sintiéndose más atractivo que nunca. No obstante, es importante aclarar que tanto este título como el anterior corren sólo hasta 30 cuadros por segundo. Los cuadros por segundo, conocidos más popularmente como FPS, son la medición que se utiliza para expresar la cantidad de imágenes consecutivas por segundo que se pueden observar en cualquier tipo de video.

Aunque se comprenda la decisión tomada con estos dos títulos, en favor de emular lo más fielmente posible a la experiencia original, no deja de sentirse una oportunidad desperdiciada no dar la opción de poder jugar estas joyas a 60 FPS. De todas formas, tanto Super Mario 64 como Super Mario Sunshine se disfrutan sin dificultad.

Por su parte, Super Mario Galaxy es el título más beneficiado de esta colección. Corre y se observa precioso, con una calidad audiovisual superior a su contraparte original. Sin embargo, este título también tiene un “pero”. El mismo aparece cuando se explora a sus controles. Para quien no haya jugado Galaxy en una Nintendo Wii, es importante que sepa que dicho título utilizaba de manera obligatoria aquello que hizo tan popular a la consola: los controles de movimiento. Debido a ésto, era necesario usar el Wiimote, el principal control de la Wii, como un puntero para ir recolectando ítems o utilizar menús, además de agitarlo para ciertos movimientos del plomero italiano.

Lamentablemente, la historia se repite. Si se juega a este título con la Switch en modo portátil, habrá que ir tocando en la pantalla para realizar las acciones que antes se usaban con el puntero. El resultado es ciertamente incómodo, ya que constantemente una mano soltará a la consola para poder llevar a cabo los movimientos requeridos, lo que puede perjudicar al manejo del personaje.

Además, esta situación no mejora si se utiliza la consola conectada al televisor. Tanto los Joy-Cons como el Pro Controller utilizarán sus capacidades técnicas para funcionar como un cursor, requiriendo que se los vaya moviendo para apuntar en pantalla a lo que haga falta. Al mismo tiempo, hay que intentar lograr que Mario supere obstáculos cada vez más complejos.

No se entiende esta decisión de parte del equipo de Nintendo. Todas las incomodidades que pueden generar los controles por movimiento se resolverían con “simplemente” agregar la opción de desactivarlos y utilizar el stick derecho como puntero. El resultado es una práctica excluyente que imposibilita el disfrute de este gran título para personas que no puedan realizar las acciones pedidas. Se echa en falta también el no poder customizar los controles en los tres juegos, aunque ya sean apropiados por defecto.

Entonces, cualquiera se podría estar preguntando si realmente vale la pena probar esta colección. Siempre y cuando los puntos aquí resaltados no sean lo suficientemente problemáticos para la persona interesada, la respuesta es un rotundo sí. ¿Por qué? Porque Super Mario 3D All-Stars trae tres de los videojuegos de Mario más importantes y representativos de sus respectivas épocas.

Aunque Super Mario Sunshine siga siendo la oveja negra de la familia (sus defensores no son tan numerosos como los de los otros dos títulos incluidos), estas tres aventuras son lo suficientemente únicas y atractivas como para poder disfrutarlas por separado. Super Mario 64 supo ser un punto bisagra en su época, revolucionando a todos los videojuegos de plataformas siguientes (y hasta a los actuales). Se lo sigue considerando uno de los mejores juegos de la historia.

(Foto: Screenshot)
(Foto: Screenshot)

Por su parte, Sunshine y Galaxy agarraron la misma fórmula, pero agregando sus características únicas y expandiendo en ciertos aspectos. El primero basa su jugabilidad en la utilización de una “pistola acuática”, la cual le permite a Mario realizar movimientos únicos como planear, y también ser una herramienta de exploración de los escenarios y con la cual vencer a los enemigos. Por otro lado, Galaxy plantea el diseño de sus niveles como si fueran planetas de diversos tamaños, utilizando a la gravedad y estrellas como mecánicas principales, entre otras.

En definitiva, Super Mario 3D All-Stars tiene un valor arqueológico y de historia que pocas veces se encuentra en otras recopilaciones. Por el precio de un juego nuevo “convencional” se están adquiriendo tres clásicos, los cuales suman un mínimo de 15 horas de juego cada uno, sin contar secretos ni partidas al cien por ciento. Además de los títulos, la colección también permite escuchar las tres bandas sonoras originales por separado, pudiendo así disfrutar de un total de 175 melodías.

Se puede adquirir la colección por $4250 en la Eshop Argentina, la tienda online de Nintendo. Es importante aclarar que su venta será limitada, solo pudiéndose adquirir hasta el 31 de marzo inclusive, tanto para su versión digital como para su versión física.

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