“Captain Tsubasa: Rise of New Champions”: Super Campeones vuelve a los videojuegos con una experiencia a media máquina

La popular franquicia de animé lanzó un videojuego en consolas después de diez años y apela a la nostalgia de los fans para llevarse la victoria.

Bandai Namco lanzó un nuevo videojuego basado en una popular franquicia de animé. Super Campeones o Captain Tsubasa tuvo algunos videojuegos en el terreno mobile en los últimos años, pero su última incursión en el mundo de las consolas fue en portátiles y hace una década. Este regreso de la saga llenó de expectativas a los fanáticos cuando se anunció a principios de año y finalmente debutó en PlayStation 4, Nintendo Switch y PC. ¿Vale la pena la experiencia cargada de nostalgia?

Captain Tsubasa: Rise of New Champions cuenta con varios modos de juego que intentan enriquecer la experiencia general. El más importante de ellos es el modo historia, que se divide en dos: una campaña protagonizara por Ozora Tsubasa, conocido en Latinoamérica como Oliver Atom, y una segunda parte en donde los usuarios pueden crear a su propio jugador para compartir experiencias con otros personajes de la franquicia.

En la primera campaña, ciertas jugadas y momentos en medio de los partidos dispararán escenas que los fans recordarán del animé, ya sea el original o la versión más reciente de hace un par de años. En la otra campaña, lo más interesante es compartir el campo de juego con personajes conocidos y aprender de ellos diferentes técnicas, disparos y habilidades. Nada como aprender el Tiro del Tigre del mismísimo Steve Hyuga.

Este segundo modo historia intenta sumar mucha más complejidad al juego, porque no se puede confiar en que Oliver salvará todos y cada uno de los partidos. Las creaciones de los jugadores comenzarán con muy pocas habilidades y estadísticas bastante pobres, pero a medida que jueguen partidos y hagan amistades irán mejorando para finalmente captar la atención de la Asociación de Fútbol de Japón. Para llegar a eso, el juego ofrece diferentes apartados y sistemas que parecen complejos, pero que terminan resultando bastante lineales y sólo requieren ganar los partidos.

Los controles son bastante intuitivos para aquellos que hayan jugado algún título de fútbol en los últimos 15 años. Sin embargo, al tratarse de un juego de Super Campeones, no se aplican las mismas reglas que en un simulador como el FIFA. No existen las faltas y cada movimiento es un espectáculo visual, ya sea un amague, un tiro al arco o un bloqueo en el momento justo. Todos estos elementos se ven excelentes, pero después de algunos partidos empieza a tornarse molesto que cada quite o disparo requiera una animación.

Por otro lado, los movimientos de los personajes y de la pelota tienen muy poca elaboración. Los pases son siempre a los pies de otro jugador y los tiros van siempre al arco sin necesidad de dirigirlos. Lo único que evita que se haga un gol es un medidor de resistencia que cada arquero posee y que se va gastando con cada nuevo remate al arco. Algunos personajes, como Tsubasa o Hyuga, tienen tiros que desafían estas reglas y entran siempre, estén donde estén. La jugabilidad poco elaborada hace que la acción se vuelva repetitiva muy rápido y que no demande demasiada habilidad, sino simplemente prueba y error hasta que se meta un gol. Cada jugador cuenta con sus habilidades especiales y estadísticas balanceadas según su rol en el equipo, pero esas características no se ven reflejadas en los partidos, ni siquiera con el personaje creado por el jugador.

(Foto: Bandai Namco)

Cuando se adapta un videojuego al cine o la TV, los responsables de hacerlo tienen un desafío enorme, que es intentar contar la misma historia, pero sin los elementos interactivos que aseguran un mejor compromiso de la audiencia. Captain Tsubasa: Rise of New Champions tiene un objetivo similar al de Dragon Ball Z: Kakarot y comete errores parecidos a la hora de contar la historia, pero la fórmula parece funcionar un poco mejor en este caso.

Lo cierto es que, durante ambas campañas para un jugador, hay escenas de diálogo larguísimas entre un partido y otro. Escenas con el formato de novela visual de pocas animaciones, pocos fondos y muchísimo texto. Se pueden pasar más de 20 minutos en este tipo de segmentos sin tocar una pelota y no hay manera de justificar algo así en un título que busca tener acción y emoción todo el tiempo. Esto parece mostrar que el equipo de desarrollo pasó mucho más tiempo diseñando estas escenas que intentando construir una jugabilidad sólida.

Entre los demás modos de juego, se pueden disputar partidos amistosos, hacer una ronda de penales o hasta crear un torneo personalizado. También hay modos online para varios jugadores y este apartado promete incorporar novedades en el futuro para volverse un gran escenario competitivo. Lamentablemente, la jugabilidad no acompaña estas intenciones porque sigue mostrando muchas debilidades como para generar una experiencia entretenida después de varios partidos.

(Foto: Bandai Namco)

Son muchas las series de animé que tienen su adaptación al mundo de los videojuegos de la mano de Bandai Namco y, lamentablemente, muy pocas dejan experiencias satisfactorias para los jugadores. La mayoría se apoya en el fanservice para llevar a los fanáticos a recrear momentos de los shows más populares, pero eso hace que la jugabilidad quede relegada a un segundo plano. Captain Tsubasa: Rise of New Champions es uno de esos casos que se suma a la larga lista de decepciones. Seguramente caerá muy bien entre los fans de la serie que sólo buscan reanimar la nostalgia y ver a sus héroes de nuevo en acción, pero es algo que también se logra mirando el animé. De hecho, algunas escenas entre partidos están sacadas directamente de la serie de 2018, lo que hace preguntarse por qué no eligieron ese método para contar toda la historia principal.

Seguí leyendo: