Una de las exclusividades tapadas de Playstation 4 de este mes es una nueva aventura de Marvel que deja a los usuarios sentirse Iron Man por unas horas. Suena genial, pero ¿logra su cometido? El estudio Camouflaj se encargó de adaptar al popular superhéroe al mundo de los videojuegos de la manera más personal e inmersiva posible a través de la Realidad Virtual proporcionada por el casco Playstation VR y los controles Move.
El elemento más destacado de Iron Man VR es su trama. A pesar de tener una enorme cantidad de material de donde adaptar un arco argumental, el equipo responsable del juego decidió crear una historia nueva. Todo comienza con un pequeño momento en el que Tony Stark deja de fabricar armas para convertirse en Iron Man y salvar al mundo, algo que ya se conoce muy bien gracias a las películas y que resulta accesible tanto para fanáticos como para inexpertos. La historia luego salta cinco años al futuro para presentar enemigos que tienen mucho que ver con el pasado de Tony y las sorpresas y giros están a la orden del día.
La principal razón por la que Marvel’s Iron Man VR no causó la misma repercusión que títulos como The Last of Us Parte 2 o Ghost of Tsushima es porque la realidad virtual sigue siendo terreno para unos pocos. Por un lado, por los costos que implica adquirir un PS VR y, por el otro, porque la oferta de juegos que presenta el catálogo no justifica la inversión. Iron Man VR podría haber sido uno de esos videojuegos que venden una plataforma, pero quedó a medio camino.
El principal problema es la propia plataforma. Este mismo año se lanzó Half-Life: Alyx en PC, donde los cascos VR presentan muchas más posibilidades, tanto en el terreno de los controles como en el aspecto gráfico. Al lado de esos entornos impresionantes y la interacción que presentan, Iron Man VR parece presentar gráficos similares a los de una Playstation 2, que lejos de ayudar a la inmersión de la aventura, pueden llegar a arruinarla.
Los controles son simples y abordados en un pequeño tutorial al principio de la aventura. Esto es bueno para aprender a jugar sin necesidad de estar viendo los mandos, pero también le pone un techo a la experiencia, que termina volviéndose repetitiva muy rápido. El juego ofrece varias opciones de personalización de la armadura del protagonista, desde armas hasta el color, pasando por diferentes mejoras que se les pueden aplicar a distintas partes del traje. Así, mantener la experiencia fresca queda en manos de los jugadores, que deberán intercambiar sus armas auxiliares y otros elementos para no sentir que todas las misiones son iguales.
Toda el apartado de los controles relacionado al vuelo podría haber estado mejor representado. A diferencia del armamento, no logra capturar la esencia del personaje y no es tan preciso a la hora de realizar persecuciones a alta velocidad. Hay desafíos para desbloquear mejoras que imitan a los tediosos niveles de vuelo de Superman: The New Superman Adventures de Nintendo 64 y son de lo más extraño e innecesario del título. De todas maneras, el equipo de Camouflaj logró hacer un juego de Realidad Virtual en el que se está todo el tiempo volando sin provocar ningún tipo de mareo, lo cual es un logro en el terreno.
Otro aspecto extraño son las transiciones entre misiones. La mitad del tiempo de juego, que ronda las diez horas, Tony Stark habla con personajes o hace pequeños monólogos para poner al jugador en clima. Es una de las tantas maneras de hacer avanzar la historia en un videojuego común y corriente, pero en VR obliga a los jugadores a quedarse parados sin hacer nada durante mucho tiempo, lo que no sólo resulta aburrido, sino también cansador.
Iron Man VR podía haber sido el juego que pusiera al PS VR en el mapa, pero termina mostrando sus limitaciones y su desventaja frente a otras plataformas de realidad virtual. Se desconoce, por ahora, si la Playstation 5 contará con su propia versión del casco, pero el silencio de Sony al respecto parece sugerir que no hay planes y que tal vez éste sea uno de los últimos juegos exclusivos que veamos en el sistema antes de que quede en una repisa junto con la PS Vita.