Falta muy poco para la llegada de Ori and the Will of the Wisps a Xbox One y PC, pero la campaña publicitaria del título no mostró demasiado material hasta el momento. Infobae Gaming fue el único medio argentino que viajó a San Francisco para probar lo nuevo de Moon Studios y la experiencia dejó mucho para compartir.
Como mencionamos recién, los trailers de la secuela de Ori and the Blind Forest no muestran mucho del juego. Sí anticipan que el apartado artístico volverá a ser uno de los ejes principales y confirman que se trata de una secuela directa del primer juego. Sin embargo, los primeros minutos de The Will of the Wisps nos bombardean con importantes novedades en la jugabilidad de este metroidvania.
<b>El Combate</b>
Lo primero y principal: ya no tendremos una pequeña compañera lumínica que dispare a nuestros enemigos, sino que nuestra arma principal será una espada de luz. Aunque el rango se acorta, el poder del arma se acrecienta, lo que cambia levemente la manera en la que avanzamos por el mundo, pero con controles lo suficientemente intuitivos como para que no haya que aprender nada nuevo. Enseguida se siente como si la espada siempre hubiese sido parte de la franquicia.
<b>El manejo de las Habilidades</b>
Como sucede en una enorme cantidad de secuelas, cuando comienza la nueva aventura, Ori no cuenta con ninguna de las habilidades que recolectamos antes. Aquí surge otra de las novedades de esta segunda parte. Algunas de esas habilidades seguirán la mecánica de Ori and the Blind Forest, es decir, se podrán usar en cualquier momento y en cualquier lugar. Entre estas se encuentra el doble salto, el dash y algunas otras. Sin embargo, Ori and the Will of the Wisps propone un nuevo sistema de habilidades en el que cada jugador podrá asignar tres en los botones principales del control. A medida que se avanza en la historia, se va llenando una rueda con diferentes movimientos y ataques que se pueden asignar y cambiar en todo momento, según preferencia del jugador.
También hay tres ranuras para asignar habilidades pasivas. Así, no sólo se suma una gran cantidad de movimientos respecto de la primera parte, sino que también se clasifican de diferente manera y se ramifican sus usos para proponer una experiencia mucho más personalizada. Esto contribuye a una gran diversificación en la jugabilidad y hará que no haya una sola manera de sortear un obstáculo o derrotar a un enemigo, sino un abanico de posibilidades.
<b>Autoguardado</b>
Mientras que Blind Forest nos obligaba a estar pendientes de dónde guardábamos la partida, The Will of the Wisps contará con sistema de autoguardado para evitar que estemos pendientes de eso y podamos enfocarnos más en todo lo que pasa a nuestro alrededor, que es mucho. Eso nos explicaron los desarrolladores, que además aseguraron que Soul Link (el sistema de guardado anterior) fue una de las quejas más frecuentes que recibieron con el título anterior.
Sin Soul Link no hay menú donde progresar en el árbol de habilidades, pero lo cierto es que tampoco hay árbol de habilidades. Ahora, Ori recolectará Fragmentos (Shards) derrotando enemigos y destruyendo objetos. Estos Fragmentos servirán para mejorar habilidades, obtener nuevas o comprar objetos, porque todavía hay varias novedades a mencionar.
<b>Mundo vivo</b>
El mapa de Ori and the Will of the Wisps es mucho más grande que el de su predecesor, aparte de que está construido muy diferente. Para que no se sintiera vacío, Moon Studios sumó un importante elemento que cambia por completo la dinámica de la franquicia: NPCs (Personaje No Jugable por sus siglas en inglés).
A medida que se avanza en la aventura, Ori va conociendo a distintos personajes. Algunos venden ítems, como mapas, otros mejoran habilidades a cambio de Fragmentos, otros modifican elementos del mundo a cambio de otros recursos y muchos otros disparan misiones secundarias.
Son muchísimas novedades que suenan muy ajenas a lo que fue Ori and the Blind Forest. Sin embargo, están todas pensadas e integradas para funcionar en conjunto y a la perfección, como si siempre hubieran estado ahí. La demo que pudimos probar no superaba las tres horas de duración, algo así como la mitad del juego completo, según nos anticiparon. En la primera media hora ya teníamos todos estos elementos presentes y es extremadamente fácil incorporarlos al minuto a minuto que propone la aventura, porque se nota que así fue pensado desde el comienzo.
<b>Escala épica</b>
Que el mapa de Will of the Wisps sea mucho más grande que el de Blind Forest permite otro tipo de acción. Tendremos jefes enormes, escenarios impactantes y un nivel de acción sin precedentes para la franquicia en esas secuencias animadas de escape en las que no se puede errar un botón. La magnitud de la secuela es otra de las cosas que Moon Studios tuvo en cuenta desde el principio y es por eso que no se siente como una versión expandida del título anterior, sino un mundo nuevo con posibilidades muy diferentes.
Los desarrolladores de Ori and the Will of the Wisps nos anticiparon que, después de un tremendo cliffhanger en la demo que probamos, todavía hay mucho más por disfrutar, sufrir y superar en la secuela que rankea alto entre lo más esperado de 2020. Luego del 11 de marzo podrán leer la reseña completa en Infobae Gaming, pero las primeras impresiones del título son extremadamente positivas.