Dragon Ball Z: Kakarot ya está entre nosotros y está siendo un auténtico divisor de aguas. Están los que dicen que es la misma historia de siempre y con pocas novedades jugables; están los que se enamoran de su mundo abierto y su sistema de RPG. Como sea, si hay algo que abunda en el ámbito del gaming son justamente juegos de Dragon Ball. ¿Cómo elegir qué jugar?
Mientras esperamos el veredicto oficial de Infobae Gaming, te ofrecemos un recorrido por los diez mejores juegos de Dragon Ball que incluyen joyas muy recientes y clásicos retro que se siguen manteniendo como lo mejor de la franquicia.
10. Dragon Ball Z: Supersonic Warriors 2
El fuerte de Supersonic Warriors 2 es su historia, o mejor dicho, sus historias. Aunque en parte siguen el canon de la franquicia, podemos alterar el curso de la narrativa original según nuestras acciones de combate, derivando en momentos alternativos con la misma carga dramática que aquellos que toman lugar en la serie. De hecho, para la época en la que fue editado, pocos juegos se animaban a jugar con la bifurcación de la manera en la que lo hace este juego. Podríamos considerarlo incluso como uno de los antecesores de los juegos cuyo relato está atado a nuestras acciones.
9. Dragon Ball Z: The Legend
Parece mentira que durante el ciclo de la que fue una de las consolas más exitosas de la historia -la primera PlaySatation- los juegos de Dragon Ball hayan brillado por su ausencia, o mejor dicho, opacados por su falta de calidad. De aquellos que fueron editados, el mejor es sin lugar a dudas es The Legend. Como solía ser corriente en aquel entonces, las batallas estaban representadas en escenarios tridimensionales pero con modelos realizados con sprites, elaborando la ilusión de una “tercera dimensión”. Nos ofrecía más de treinta personajes jugables cada cual con su historia canónica que podíamos disfrutar de principio a fin, en el contexto de combates que introducían elementos tácticos, ya que las disputas eran por equipos.
8. Dragon Ball Xenoverse
Dimps y Bandai apostaron fuerte en el concepto de Xenoverse: un juego que te permitía crear el jugador de la raza que desees, para emprender una historia que compartía puntos en común con la serie original, pero que se animaba a ir en direcciones por completo desconocidas. Su grado de personalización, junto con el relato alternativo que se sentía natural con respecto al universo son dos de sus grandes alicientes, además de los elementos de RPG que terminaron por enriquecer una jugabilidad más añeja de lo que al juego le hubiera servido. Su secuela pulió algunos aspectos más y fue en cierto sentido superadora, pero pasó desapercibida por muchos.
7. Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi
Es el juego que dio inicio a una de las series más queridas dentro del universo “videojueguil” de Dragon Ball y con razón, ya que hizo lo suficiente para distinguirse del resto en su época. Mientras que todos los juegos de la serie se veían en dos dimensiones o falso 3D, este título fue el primero en jugar con la profundidad característica de los modelos poligonales, lo cual o diferenciaba también de muchos de los juegos de pelea de la época. Si no está más alto en este ránking es simplemente porque su jugabilidad todavía tenía mucho por explotar, pero en términos de referencia, es uno de los más influyentes de todo, ya que aportó una manera distinta de concebir a los juegos de Dragon Ball, con elementos se siguen viendo en la serie incluso al día de hoy.
6. Dragon Ball Z: Burst Limit
El mayor aliciente de Burst Limit es su apartado técnico. No es su único fuerte, pero incluso hoy, después de 11 años de su lanzamiento, se sigue viendo tan bien como siempre; de hecho, creo que de no ser porque existe FighterZ, seguiría siendo el pináculo audiovisual de la serie. Si no está más arriba en el ránking es porque, en comparación, se queda muy corto en cuanto a las sagas que sigue en su narrativa: llega hasta Cell. Esto repercute directamente en la cantidad de personajes disponibles para jugar, que no son pocos, pero sí menos de lo que Dragon Ball suele ofrecer en cada uno de sus juegos.
5. Dragon Ball: Hyper Dimension
Hyper Dimension puso broche de oro a la saga Butoden, nacida a mediados de los noventa para Super Nintendo. Es ampliamente superior a los antecesores y sentó las bases para todo lo que vino después en lo que refiere a juegos de pelea de la franquicia, de ahí que es considerado como un juego prácticamente fundacional. Su historia abarca las sagas principales de Dragon Ball Z y cuenta con un apartado técnico que para su época resultaba súper vistoso. Al tener sólo diez personajes jugables, el encare de sus mecánicas estaba más relacionado a los juegos de pelea más tradicionales: con personajes difíciles de aprender, cada uno con sus movimientos especiales, sus técnicas por descubrir. Casi un proto FighterZ.
4. Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi 3
No caben dudas que es el juego más completo del listado. Tenkaichi 3 ofrece el repertorio de personajes más grande del que se tiene memoria, puesto que en términos narrativos, abarca toda la historia de Dragon Ball, Z, GT, las películas, en incluso escenarios ficticios de “qué hubiera pasado si…” que tanto enloquecen a los fans. Su sistema de combate y equipos permite jugar con cientos de posibilidades, lo que deriva en situaciones de juego realmente divertidas y variadas. Lo único criticable es que su jugabilidad se mantiene demasiado sencilla comparándola con otros juegos de Dragon Ball, pero esto es así para mantenerlo accesible para todo público, lo cual no está para nada mal.
3. Dragon Ball Z: The Legacy of Goku - Buu’s Fury
Por lo general pensamos en juegos de pelea cuando hablamos de Dragon Ball, y es que tiene todo el sentido del mundo. Por eso es que este juego llama tanto la atención: es la excepción a la regla. The Legacy of Goku y el posterior Buu’s Fury son dos juegazos de rol que nos invitan a perdernos en enormes regiones siguiendo la saga de Cell y Majin Buu, mientras desbloqueamos nuevas habilidades, transformaciones, ataques y jugamos con un amplio repertorio de personajes. Son viejos y difíciles de conseguir, pero pocos títulos logran meternos tan de lleno en el universo como estas dos joyas.
2. Dragon Ball Z: Budokai 3
Tal vez es el juego más noble de toda la lista, en el sentido de que no importa cuánto tiempo pase, siempre estará en altísima consideración por propios y ajenos. Esto es así porque ofrece una enorme cantidad de personajes, correspondientes a Dragon Ball Z como también la serie GT. Para la época en la que fue editado, poseía un increíble nivel de detalle desde lo visual, con las transiciones, los escenarios y los distintos tipos de ataques especiales. Cada personaje poseía un diseño alucinante no sólo desde lo estético -con animaciones que copiaban al detalle la acción del anime- sino también desde sus mecánicas, puesto que cada uno de ellos tenía algo que lo convertía en algo especial para aprender. El balance logrado es tan alto que no había un personaje superior, sino que todo reside básicamente en la habilidad que logres con la práctica. Sí; casi como entrenar para convertirte en un Super Saiyajin.
1. Dragon Ball FighterZ
Los juegos basados en Dragon Ball jamás tocaron un techo tan alto como lo hicieron con FighterZ. Esto no es para nada casual: se trata de un título concebido por la mismísima Arc System Works, responsables de grandes exponentes de juegos de pelea de la talla de Guilty Gear o BlazBlue. Y se nota. FighterZ tiene una complejidad apta para aquellos que apuntan al máximo nivel competitivo, a la vez que es lo suficientemente flexible para que cualquiera pase un gran momento tirando kamehamehas. Aunque su modo historia no está muy bien logrado, el juego tiene lo suficiente para darnos más allá de su jugabilidad, con un apartado técnico que nos hace sentir que estamos ante el más pintado animé.