El Gobierno enfrenta el desafío del "síndrome del día después" de la cumbre del G20

En la Casa Rosada creen que se ganó confianza del mundo y habrá más inversiones; pero hay dudas sobre la posibilidad real de capitalizar hacia adentro este triunfo de la cumbre

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(Foto: Prensa Presidencia)
(Foto: Prensa Presidencia)

En medio de la euforia que recorrió ayer todo el espinel del Gobierno tras el acuerdo sellado en el documento final de los mayores líderes del mundo reunidos en Buenos Aires, una duda se instaló ahora en la Casa Rosada: qué pasará con la Argentina después de la cumbre G20.

Desde el presidente Mauricio Macri para abajo, la mayor parte del Gobierno cree que el éxito alcanzado en la cumbre en términos de contenido consensuado del documento y organización del operativo de seguridad sin hechos violentos implicará una suerte de "reinstalación de la Argentina en el mundo", como sostuvieron varios funcionarios consultados por Infobae.

Esto implica, en términos de realpolitik internacional, que el mundo vuelve a confiar en la Argentina. Macri se mostró como un líder que es capaz de llevar a buen puerto una cumbre del G20 en medio de la guerra comercial de China y Estados Unidos. Y esto será valorado por la mayor parte de los países del mundo que temían lo peor para esta reunión de Buenos Aires después de aquel portazo de Donald Trump en Hamburgo el año pasado.

El resultado de la cumbre del G20 es un "respiro" para Macri en medio de la crisis cambiaria y la recesión que transita la Argentina. La cumbre fue, como dijo un ministro, "un punto de inflexión donde el gobierno sale fortalecido".

También implicará, como dijo el propio Macri en la conferencia de prensa final en Costa Salguero, una nueva apuesta del mundo para que vuelvan a creer e invertir en la Argentina. De hecho, el Presidente mantuvo 17 reuniones bilaterales con los líderes del mundo que manejan el 80 % del PBI mundial y en el resumen de todos esos encuentros se contabilizaron más de 15.000 millones de dólares en compromisos para invertir en la Argentina.

Las reuniones bilaterales con Donald Trump, Vladimir Putin, Angela Merkel Shinzo Abe, Emanuel Macron y la que hoy se realizará con el chino Xi Jinping, por poner algunos casos, dejarán un amplio márgen de posibilidades para que la Argentina reciba un nuevo reflujo de inversiones. "No será una lluvia de inversiones pero es un paliativo importante para el proyecto reeleccionista", admitió ayer ante Infobae un allegado al jefe de Estado.

¿Se mantendrá este respaldo a la Argentina el día después del G20? ¿Capitalizará Macri este empujón para su proyecto reeleccionista?

Más allá de la euforia y las posibilidades concretas de anuncios de inversión las preguntas reiteradas hacia adentro del Gobierno contemplan una respuesta que sólo está en la Argentina y no afuera.

"Va a depender de nosotros. La reelección es fundamental para consolidar las inversiones estratégicas del mundo en Argentina ", sostuvo un allegado al ministro del Interior Rogelio Frigerio.

El mensaje es claro: en los próximos días se dará a conocer un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA que revelará un incremento de la pobreza en la Argentina. El Gobierno ya fue advertido de esto y empieza a prepararse para un diciembre complicado.

Fuentes cercanas a la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley dijeron ayer a Infobae que "los resultados positivos del G20 son un buen paso en reconstruir para que la gente sienta confianza en nosotros mismos", dijo. Pero también alertó: "tenemos que saber que esto es muy bueno sin olvidarnos que Argentina todavia necesita de mucho trabajo de parte nuestra y seguir concentrados hoy en que la estan pasando mal y estan haciendo un gran esfuerzo".

A este panorama social se agregará ahora el fuerte ajuste previsto en el plan de compromisos asumidos por el gobierno con el FMI. La propia Christine Lagarde como jefa del Fondo aventuró que aún se vienen tiempos difíciles para la economía argentina.

El operativo de seguridad montado por la ministra Patricia Bullrich fue impecable y ajeno a situaciones de violencia. ¿Podrá mantener el Gobierno este esquema en un diciembre acechado por el malestar social y la presión de gremios o movimientos sociales que elevan reclamos a fin de año? Nadie lo sabe.

Se vienen tiempos de reclamos de aumentos salariales, bonos y un gremialismo que empieza a encolumnarse cada vez más cerca del PJ opositor y duro.

Es cierto que Macri vuelve a tener aire en términos de política doméstica y el éxito del G20 le da oxígeno. El punto es, como dijo anoche el consultor internacional Marcelo Elizondo, si Macri va saber administrar este capital político para desterrar de una vez los tres males que siguen intactos en la Argentina de hoy: inflación, recesión y pobreza.

Los líderes mundiales volverán a apostar por Macri, se renovó la confianza en la Argentina y hay anuncios de inversiones extranjeras. Pero también es cierto que el país ya no volverá a presidir el G20, el proyecto reeleccionista necesita de una economía estable y la carrera electoral del 2019 recién empieza.

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