Donald Trump tratará con Mauricio Macri la agenda del G20, el comercio bilateral y el terrorismo regional

El presidente argentino recibió al norteamericano en la Casa Rosada a las 7:24 de la mañana de hoy viernes, antes de que comience la cumbre de Líderes del G20

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Entre sonrisas y elogios, Donald Trump y Mauricio Macri posaron para las fotos en los primeros instantes de su encuentro (Pablo Martinez Monsivais / AP)
Entre sonrisas y elogios, Donald Trump y Mauricio Macri posaron para las fotos en los primeros instantes de su encuentro (Pablo Martinez Monsivais / AP)

A las 7:24 de la mañana de hoy viernes, Mauricio Macri y Donald Trump se encontraron en la Casa Rosada para profundizar una relación bilateral que fue clave para obtener la ayuda crediticia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y lograr que Argentina organizara la cumbre del G20. Trump es la antítesis ideológica de Barack Obama, pero como su antecesor demócrata, el presidente republicano considera que Macri es un modelo político viable para la región y hará entonces los gestos necesarios para apuntalar su administración ante los comicios generales de 2019.

El mandatario estadounidense llegó a la Casa Rosada protegido por un imponente operativo de seguridad. Una vez concretado el encuentro, ambos posaron para fotografías de protocolo y brindaron una breve atención a la prensa con dos discursos.

El presidente argentino agradece el apoyo de Washington y a su vez toma distancia cuando Trump acecha el acuerdo climático de París y propone un decálogo proteccionista que causa tensión con la Unión Europea, el Mercosur y China. Macri es realista cuando se le pregunta sobre la posición de Trump y su impacto en la marcha del G20 de Buenos Aires: "Vamos a profundizar los acuerdos y a administrar los diseñados", dice a pocas horas de una cumbre que amplificará las diferencias entre Washington y Beijing.

Macri deberá extremar su cautela diplomática frente a la agenda que Trump llevará a Balcarce 50. El presidente argentino no comparte la mirada de su colega americano respecto al libre comercio y al acuerdo de París, pero es el jefe de estado que organiza la cumbre del G20 y debe mantener la equidistancia geopolítica.

Mauricio Macri agradeció a Donald Trump el apoyo por parte de EEUU hacia la Argentina, especialmente en el último año (Kevin Lamarque / Reuters)
Mauricio Macri agradeció a Donald Trump el apoyo por parte de EEUU hacia la Argentina, especialmente en el último año (Kevin Lamarque / Reuters)

En este sentido, Macri aprovechará la reunión con Trump para encontrar fórmulas comunes que permitan redactar un documento final con pocos sobresaltos. El acuerdo de París sobre cambio climático y la reivindicación del proteccionismo, son dos temas que perturban la armonía del G20 por la postura americana, y hasta anoche las posiciones estaban distantes entre lo que pretendía Estados Unidos y los reclamos de Francia, China y Canadá.

Además de su estrategia para evitar contratiempos en las conclusiones escritas de la Cumbre, Macri tiene su propia agenda con Trump. El presidente quiere mejorar los niveles de inversión productiva americana en la Argentina y alinear los términos de la balanza comercial. Washington tiene una apertura diplomática con Buenos Aires y las evidencias son fáciles de presentar: después de 17 años se exportará carne a Estados Unidos, ya se liberó el comercio de limones y los cupos nacionales del acero y el aluminio quedaron exentos de la guerra que enfrentan a Trump y Xi.

El presidente americano considera a la Argentina una aliada regional y su apuesta consiste en presentar a Macri como un modelo de administración capaz de bloquear los proyectos populistas que emergieron en el Cono Sur.

Trump apoya la reelección de Macri y no tiene intenciones de escuchar a ciertos lobistas que llegaron a Washington para explicar que existe un denominado "peronismo racional".

Macri conoce la perspectiva de Trump sobre la política doméstica del país y asume que las relaciones diplomáticas implican una asimetría al momento de satisfacer los intereses de la contraparte. La Casa Blanca colocó a Irán como un objetivo de seguridad nacional y solicitará a sus aliados asumir ciertas posiciones respecto al estado shiita que busca la desaparición de Israel y es aliado clave de Rusia en Medio Oriente.

Washington quiere que Balcarce 50 declare a Hezbollah como organización terrorista, a partir de sus lazos con Irán y el Líbano, y su presunta participación en los ataques a la embajada de Israel y a la sede de la AMIA. Macri tiene dudas respecto a la sugerencia de Trump, pese a que Brasil ya dio ese paso. La Cancillería ya estudia el caso, y por ahora dilatará la decisión que es resistida por los funcionarios más cercanos al presidente argentino.

Los dos mandatarios mantendrán un desayuno en la Casa Rosada (Pablo Martinez Monsivais / AP)
Los dos mandatarios mantendrán un desayuno en la Casa Rosada (Pablo Martinez Monsivais / AP)

Trump está poco acostumbrado a que le digan que no, y Macri deberá moverse con extrema cautela. Washington es muy importante para la inserción global de la Argentina y el enfrentamiento con Irán es muy importante para Washington. Tanto que Trump organiza una cumbre contra el terrorismo en DC —antes de fin de año—, y el gobierno ya aseguró que el jefe de los espías civiles, Gustavo Arribas, viajará en representación de Macri.

Es la primera vez que Trump llega al Cono Sur. Y eligió a la Argentina. Macri agradecerá ese gesto, así como el respaldo de Washington a la firma del acuerdo con el FMI y la búsqueda del ARA San Juan. Trump, a su turno, planteará que Argentina se involucre en la estrategia de la Casa Blanca contra Irán y que contribuya en la represión de células dormidas de Hezbollah que se esconden en la Triple Frontera.

Será una reunión amigable con una agenda compleja. Trump hizo todos los gestos políticos para apoyar al gobierno de Macri. Ahora pretende reciprocidad, adentro y afuera de la cumbre del G20.

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