La devastación de Ucrania vista desde el espacio: un recorrido por las ciudades arrasadas por la invasión rusa

Imágenes satelitales revelan el impacto destructivo de los bombardeos de Putin, documentando la transformación de prósperas ciudades ucranianas en zonas devastadas tras más de 1.000 días de conflicto

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Una imagen de satélite muestra edificios de apartamentos de gran altura derribados, en el distrito de Livoberezhnyi, al este de Mariupol, en noviembre de 2022. (Maxar Technologies/REUTERS)
Una imagen de satélite muestra edificios de apartamentos de gran altura derribados, en el distrito de Livoberezhnyi, al este de Mariupol, en noviembre de 2022. (Maxar Technologies/REUTERS)

Más de mil días después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, las imágenes satelitales revelan el impacto devastador del conflicto en las ciudades ucranianas, documentando una destrucción sin precedentes que ha transformado el paisaje del país.

Maxar Technologies, con el apoyo de European Space Imaging, ha documentado meticulosamente los cambios mediante imágenes satelitales. Los científicos utilizaron datos del radar Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea, que permite penetrar nubes y humo, revelando detalles que otros métodos no pueden capturar.

Aunque Ucrania ha recuperado alrededor de la mitad del territorio que Rusia tomó en 2022, Rusia sigue teniendo en su poder más del 20% de Ucrania, incluidas muchas ciudades y pueblos destrozados por la potencia de fuego rusa. Las imágenes muestran algunas de las ciudades que han sido arrasadas por la guerra de desgaste de Rusia, y las imágenes del antes y el después muestran lo destructiva que ha sido la campaña del presidente ruso Vladimir Putin.

Mariupol: la ciudad costera destruida

La progresiva destrucción de edificios residenciales en el distrito de Livoberezhnyi, al este de Mariupol (Maxar Technologies/REUTERS)
La progresiva destrucción de edificios residenciales en el distrito de Livoberezhnyi, al este de Mariupol (Maxar Technologies/REUTERS)

Mariupol, ciudad costera del mar de Azov, fue uno de los primeros objetivos estratégicos de las fuerzas rusas. Su caída, tras casi tres meses de asedio, marcó uno de los momentos más dramáticos de la guerra.

Las autoridades ucranianas estiman que más de 20.000 civiles perdieron la vida durante el asedio.

Multitudes fuera de una tienda de comestibles Metro, en Mariupol, Ucrania, 29 de marzo de 2022. (Maxar/Reuters)
Multitudes fuera de una tienda de comestibles Metro, en Mariupol, Ucrania, 29 de marzo de 2022. (Maxar/Reuters)
Tiendas de comestibles y centros comerciales destruidos (©2022 Maxar Technologies/REUTERS)
Tiendas de comestibles y centros comerciales destruidos (©2022 Maxar Technologies/REUTERS)
La ampliación de las tumbas del cementerio de Starokyrmske en Mariupol, Ucrania, entre el 29 de marzo de 2022 (arriba) y el 30 de noviembre de 2022  (Maxar/Reuters)
La ampliación de las tumbas del cementerio de Starokyrmske en Mariupol, Ucrania, entre el 29 de marzo de 2022 (arriba) y el 30 de noviembre de 2022 (Maxar/Reuters)

La extensa acería Azovstal, antes un símbolo de la industria local, cayó completamente en manos rusas, que posteriormente han intentado exhibir una reconstrucción parcial.

La destrucción en la acería Azovstal, uno de los símbolos de la resistencia ucraniana (@Maxar)
La destrucción en la acería Azovstal, uno de los símbolos de la resistencia ucraniana (@Maxar)
El Teatro Regional Académico de Donetsk en Mariupol, Ucrania, el 14 de marzo de 2022, a la izquierda, antes del bombardeo ruso y después, el 29 de marzo. El bombardeo se produjo el 16 de marzo y es el ataque más mortífero contra civiles conocido hasta la fecha en la guerra de Ucrania. (Imagen de satélite ©2022 Maxar Technologies vía AP)
El Teatro Regional Académico de Donetsk en Mariupol, Ucrania, el 14 de marzo de 2022, a la izquierda, antes del bombardeo ruso y después, el 29 de marzo. El bombardeo se produjo el 16 de marzo y es el ataque más mortífero contra civiles conocido hasta la fecha en la guerra de Ucrania. (Imagen de satélite ©2022 Maxar Technologies vía AP)
Una imagen combinada muestra un teatro destruido de Mariupol, Ucrania, el 29 de marzo de 2022 (arriba), y una pantalla protectora colocada a su alrededor (abajo), el 30 de noviembre de 2022. (Maxar/REUTERS)
Una imagen combinada muestra un teatro destruido de Mariupol, Ucrania, el 29 de marzo de 2022 (arriba), y una pantalla protectora colocada a su alrededor (abajo), el 30 de noviembre de 2022. (Maxar/REUTERS)

Bakhmut: el símbolo de la resistencia y la destrucción

Bakhmut se convirtió en el epicentro de una de las batallas más largas y sangrientas del conflicto. Antaño conocida por su vino espumoso y exportación de sal, la ciudad fue prácticamente borrada de la existencia.

La Escuela 5 y apartamentos cercanos en la ciudad de Bakhmut, en la región de Donetsk, Ucrania, 8 de mayo de 2022. (Maxar/Reuters)
La Escuela 5 y apartamentos cercanos en la ciudad de Bakhmut, en la región de Donetsk, Ucrania, 8 de mayo de 2022. (Maxar/Reuters)
La misma zona completamente arrasada en una imagen tomada el 15 de mayo de 2023. (Maxar/Reuters)
La misma zona completamente arrasada en una imagen tomada el 15 de mayo de 2023. (Maxar/Reuters)

Los investigadores que analizaron las imágenes satelitales quedaron estupefactos al descubrir que tras un año de combates, lo único que sobrevivió fue la red de carreteras.

Vista general de la ciudad el 8 de mayo de 2022 (Maxar/Reuters)
Vista general de la ciudad el 8 de mayo de 2022 (Maxar/Reuters)
Y un año después el 15 de mayo de 2023. El aumento de la destrucción es evidente (Maxar Technologies/REUTERS)
Y un año después el 15 de mayo de 2023. El aumento de la destrucción es evidente (Maxar Technologies/REUTERS)

Un patrón en damero revelaba que todos los edificios habían colapsado parcial o totalmente debido a los continuos bombardeos.

La escuela 12 y apartamentos cercanos en una imagen del 8 de mayo de 2022. (Maxar/Reuters)
La escuela 12 y apartamentos cercanos en una imagen del 8 de mayo de 2022. (Maxar/Reuters)
Un año después, así se veía la zona (Maxar Technologies/REUTERS)
Un año después, así se veía la zona (Maxar Technologies/REUTERS)
Edificios universitarios y una torre de radio en Bakhmut, Ucrania, 8 de mayo de 2022.  (Maxar /REUTERS)
Edificios universitarios y una torre de radio en Bakhmut, Ucrania, 8 de mayo de 2022. (Maxar /REUTERS)
La misma zona, un año después. (Maxar/REUTERS)
La misma zona, un año después. (Maxar/REUTERS)
Un teatro y tiendas en Bakhmut en mayo de 2022 (Maxar /REUTERS)
Un teatro y tiendas en Bakhmut en mayo de 2022 (Maxar /REUTERS)
La misma zona completamente destruida tras meses de asedio ruso (REUTERS)
La misma zona completamente destruida tras meses de asedio ruso (REUTERS)
Casas y edificios en mayo de 2022 (Maxar/REUTERS)
Casas y edificios en mayo de 2022 (Maxar/REUTERS)
Tras un año de combates, lo único que sobrevivió fue la red de carreteras.  (Maxar/REUTERS)
Tras un año de combates, lo único que sobrevivió fue la red de carreteras. (Maxar/REUTERS)

Ciudades fantasma

Una combinación de imágenes de satélite muestra el monasterio Svyato-Uspensky Mykolo-Vasilyivsky antes de un intenso bombardeo en Mykilske, Ucrania, el 20 de junio de 2022 (arriba) y el mismo lugar durante los combates del 10 de febrero de 2023.  (Maxar/Reuters)
Una combinación de imágenes de satélite muestra el monasterio Svyato-Uspensky Mykolo-Vasilyivsky antes de un intenso bombardeo en Mykilske, Ucrania, el 20 de junio de 2022 (arriba) y el mismo lugar durante los combates del 10 de febrero de 2023. (Maxar/Reuters)
Una combinación de imágenes de satélite muestra una vista general de Petrivka, Ucrania, el 24 de agosto de 2022 (arriba) y el mismo lugar tras un intenso bombardeo de artillería el 10 de febrero de 2023. (Maxar/Reuters)
Una combinación de imágenes de satélite muestra una vista general de Petrivka, Ucrania, el 24 de agosto de 2022 (arriba) y el mismo lugar tras un intenso bombardeo de artillería el 10 de febrero de 2023. (Maxar/Reuters)
Imágenes por satélite de una prisión antes de un ataque a unas instalaciones en Olenivka, Ucrania, el 27 de julio de 2022 (arriba) y después de un ataque el 30 de julio de 2022 (abajo) (Maxar/Reuters)
Imágenes por satélite de una prisión antes de un ataque a unas instalaciones en Olenivka, Ucrania, el 27 de julio de 2022 (arriba) y después de un ataque el 30 de julio de 2022 (abajo) (Maxar/Reuters)

Poblaciones más pequeñas como Marinka, Vovchansk, Avdiivka, Pavlivka, Nova Kajovka y Robotyne también ilustran el alcance de la destrucción. Transformadas en pueblos fantasma, estas localidades reflejan el verdadero costo humano de lo que Rusia denominó “operación militar especial”.

Los datos satelitales revelan un patrón de destrucción sistemática que va más allá de los objetivos militares.

Una imagen de satélite muestra una vista general de la ciudad de Oleshky antes del derrumbamiento de la presa de Kakhovka, el 15 de mayo de 2023 (Maxar/Reuters)
Una imagen de satélite muestra una vista general de la ciudad de Oleshky antes del derrumbamiento de la presa de Kakhovka, el 15 de mayo de 2023 (Maxar/Reuters)
La zona completamente inundad en junio de 2023. (Maxar/Reuters)
La zona completamente inundad en junio de 2023. (Maxar/Reuters)
Una imagen de satélite muestra una vista general de Petrivka, en medio del ataque ruso a Ucrania, en Donetsk, en agosto de 2022 (Maxar/Reuters)
Una imagen de satélite muestra una vista general de Petrivka, en medio del ataque ruso a Ucrania, en Donetsk, en agosto de 2022 (Maxar/Reuters)
La zona en una imagen tomada el 10 de febrero de 2023. (Maxar/Reuters)
La zona en una imagen tomada el 10 de febrero de 2023. (Maxar/Reuters)
Una imagen de satélite muestra una vista general de una escuela en Makiivka el 1 de noviembre de 2022 (Maxar/Reuters)
Una imagen de satélite muestra una vista general de una escuela en Makiivka el 1 de noviembre de 2022 (Maxar/Reuters)
El lugar el 8 de enero de 2023. (Maxar/Reuters)
El lugar el 8 de enero de 2023. (Maxar/Reuters)

Imágenes de radar

La técnica de interferometría de radar también ha sido crucial para determinar el alcance de la destrucción y detectar cambios en estructuras y superficies. La pérdida de coherencia en las señales refleja directamente los daños o destrucción de edificios. Los científicos Sylvain Barbot y Teng Wang, de la universidad de Santiago e Compostela y de Beijing, respectivamente, aprovechando su experiencia en sensores remotos, han utilizado datos de satélites de fuente abierta para estudiar la evolución del conflicto, específicamente centrados en el uso de imágenes de radar.

Los cambios en los datos de radar durante la batalla de Bahkmut muestran un aumento de la destrucción. Los píxeles rojos indican edificios dañados o destruidos. (Xu et al. (2024), CC BY-NC-ND)
Los cambios en los datos de radar durante la batalla de Bahkmut muestran un aumento de la destrucción. Los píxeles rojos indican edificios dañados o destruidos. (Xu et al. (2024), CC BY-NC-ND)

Los sensores satelitales pueden capturar ondas electromagnéticas con diferentes longitudes de onda, lo que permite monitorear zonas de conflicto de manera continua y sin restricciones geográficas. A diferencia de las imágenes ópticas, que son sensibles a la cobertura nubosa y solo funcionan de día, los radares pueden penetrar nubes y humo, proporcionando información precisa sobre los cambios en el terreno.

Los cambios en los datos de radar durante las batallas de Rubizhne, Sievierodonetsk y Lisychansk muestran un aumento de la destrucción. Las zonas urbanas se muestran en gris con los daños en rojo. (Xu et al. (2024), CC BY-NC-ND)
Los cambios en los datos de radar durante las batallas de Rubizhne, Sievierodonetsk y Lisychansk muestran un aumento de la destrucción. Las zonas urbanas se muestran en gris con los daños en rojo. (Xu et al. (2024), CC BY-NC-ND)

Según explicaron en una nota en The Conversation, mediante técnicas de interferometría de radar, pudieron medir los cambios en la coherencia de las señales para determinar el nivel de destrucción urbana. En Bakhmut, descubrieron que tras un año de combates, prácticamente solo quedaba la red de carreteras, con casi todos los edificios colapsados.

De la misma manera, los cambios en los datos de radar durante las batallas de Rubizhne, Sievierodonetsk y Lisychansk muestran cantidades crecientes de destrucción.

Según los científicos, “el panorama es claro: la verdadera historia de la guerra es la destrucción”.

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