Más de mil días después del inicio de la invasión rusa a Ucrania, las imágenes satelitales revelan el impacto devastador del conflicto en las ciudades ucranianas, documentando una destrucción sin precedentes que ha transformado el paisaje del país.
Maxar Technologies, con el apoyo de European Space Imaging, ha documentado meticulosamente los cambios mediante imágenes satelitales. Los científicos utilizaron datos del radar Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea, que permite penetrar nubes y humo, revelando detalles que otros métodos no pueden capturar.
Aunque Ucrania ha recuperado alrededor de la mitad del territorio que Rusia tomó en 2022, Rusia sigue teniendo en su poder más del 20% de Ucrania, incluidas muchas ciudades y pueblos destrozados por la potencia de fuego rusa. Las imágenes muestran algunas de las ciudades que han sido arrasadas por la guerra de desgaste de Rusia, y las imágenes del antes y el después muestran lo destructiva que ha sido la campaña del presidente ruso Vladimir Putin.
Mariupol: la ciudad costera destruida
Mariupol, ciudad costera del mar de Azov, fue uno de los primeros objetivos estratégicos de las fuerzas rusas. Su caída, tras casi tres meses de asedio, marcó uno de los momentos más dramáticos de la guerra.
Las autoridades ucranianas estiman que más de 20.000 civiles perdieron la vida durante el asedio.
La extensa acería Azovstal, antes un símbolo de la industria local, cayó completamente en manos rusas, que posteriormente han intentado exhibir una reconstrucción parcial.
Bakhmut: el símbolo de la resistencia y la destrucción
Bakhmut se convirtió en el epicentro de una de las batallas más largas y sangrientas del conflicto. Antaño conocida por su vino espumoso y exportación de sal, la ciudad fue prácticamente borrada de la existencia.
Los investigadores que analizaron las imágenes satelitales quedaron estupefactos al descubrir que tras un año de combates, lo único que sobrevivió fue la red de carreteras.
Un patrón en damero revelaba que todos los edificios habían colapsado parcial o totalmente debido a los continuos bombardeos.
Ciudades fantasma
Poblaciones más pequeñas como Marinka, Vovchansk, Avdiivka, Pavlivka, Nova Kajovka y Robotyne también ilustran el alcance de la destrucción. Transformadas en pueblos fantasma, estas localidades reflejan el verdadero costo humano de lo que Rusia denominó “operación militar especial”.
Los datos satelitales revelan un patrón de destrucción sistemática que va más allá de los objetivos militares.
Imágenes de radar
La técnica de interferometría de radar también ha sido crucial para determinar el alcance de la destrucción y detectar cambios en estructuras y superficies. La pérdida de coherencia en las señales refleja directamente los daños o destrucción de edificios. Los científicos Sylvain Barbot y Teng Wang, de la universidad de Santiago e Compostela y de Beijing, respectivamente, aprovechando su experiencia en sensores remotos, han utilizado datos de satélites de fuente abierta para estudiar la evolución del conflicto, específicamente centrados en el uso de imágenes de radar.
Los sensores satelitales pueden capturar ondas electromagnéticas con diferentes longitudes de onda, lo que permite monitorear zonas de conflicto de manera continua y sin restricciones geográficas. A diferencia de las imágenes ópticas, que son sensibles a la cobertura nubosa y solo funcionan de día, los radares pueden penetrar nubes y humo, proporcionando información precisa sobre los cambios en el terreno.
Según explicaron en una nota en The Conversation, mediante técnicas de interferometría de radar, pudieron medir los cambios en la coherencia de las señales para determinar el nivel de destrucción urbana. En Bakhmut, descubrieron que tras un año de combates, prácticamente solo quedaba la red de carreteras, con casi todos los edificios colapsados.
De la misma manera, los cambios en los datos de radar durante las batallas de Rubizhne, Sievierodonetsk y Lisychansk muestran cantidades crecientes de destrucción.
Según los científicos, “el panorama es claro: la verdadera historia de la guerra es la destrucción”.