Muerte, devastación y dolor: 50 fotos de los seis meses de guerra en Gaza

Nubes de paracaídas facilitan el descenso de cajas de alimentos hacia un paisaje de casas destrozadas en Gaza, observadas por palestinos que se enfrentan a la hambruna. En Tel Aviv, manifestantes israelíes se enfrentan a un cañón de agua de la policía mientras instan al gobierno a llegar a un acuerdo para la liberación de los rehenes en poder de Hamas.

Los fotógrafos de Associated Press han captado lo que seis meses de guerra devastadora han supuesto para Israel y para los palestinos. Las imágenes pueden resultar perturbadoras para algunos espectadores.

En Gaza, el asedio, los bombardeos y la ofensiva de Israel han creado lo que la ONU y los responsables de la ayuda humanitaria denominan una crisis de casi inanición provocada por el hombre. Según la ONU, varios cientos de miles de palestinos del norte de Gaza se enfrentan a una hambruna inminente, ya que apenas les llega ayuda.

En la ciudad más meridional de Gaza, una multitud de niños y hombres empujan sus ollas y cuencos para recibir las comidas que distribuye un grupo de ayuda. Una improvisada ciudad de tiendas de campaña ha cubierto los bordes de Rafah, llena de cientos de miles de palestinos que huyeron de la ofensiva israelí en otras partes de Gaza. La afluencia ha hecho que Rafah alcance los 1,4 millones de personas, unas cinco veces la población normal.

Mientras tanto, cada día se producen más muertes a medida que los ataques derriban edificios con familias en su interior. Seis meses de guerra han matado a más de 33.000 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

En una foto, una niña observa conmocionada cómo un hombre saca a un niño de entre los escombros de un edificio en la ciudad meridional de Khan Younis, que ha sido el centro de la ofensiva terrestre israelí durante los últimos meses. Con manzanas enteras en ruinas, algunas zonas de Khan Younis empiezan a parecerse a la ciudad de Gaza, en el norte, donde, según algunas estimaciones, alrededor del 70% de los edificios han quedado destruidos o dañados.

En Israel, la población sigue sumida en el dolor y la rabia por las imágenes del ataque de Hamas del 7 de octubre, que desencadenó la guerra.

Al salir de Gaza, los militantes arrasaron las ciudades del sur de Israel, dejando las calles sembradas de cadáveres y familias enteras muertas en sus casas. Mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 más. Tras una ronda de liberaciones durante el alto el fuego de noviembre, Hamas sigue reteniendo a unos 100 rehenes, junto con los cadáveres de otras 30 personas.

Pero las divisiones han empezado a abrirse entre los israelíes, ya que algunos familiares de los rehenes exigen al primer ministro Benjamin Netanyahu que llegue a un acuerdo de alto el fuego para conseguir la liberación de los que siguen cautivos. Al mismo tiempo, el aislamiento internacional de Israel ha aumentado en medio de las crecientes críticas a la ofensiva.

Al cumplirse seis meses, no está claro qué rumbo tomará ahora la guerra. Las semanas de mediación de Estados Unidos, Egipto y Qatar para lograr un alto el fuego más prolongado no han logrado hasta ahora ningún avance.

Pero la presión internacional se dirige hacia el cese de la guerra. Israel también ha dicho que está decidido a ampliar su ofensiva a Rafah, decidido a desarraigar a Hamas de lo que dice que es su último bastión. Esto ha hecho saltar las alarmas sobre un posible aumento drástico del número de víctimas y una escalada del conflicto.