Recientemente dio comienzo una nueva edición del torneo dominical de Santa Cecilia, certamen que disputan una decena de clubes conformados por habitantes de la región.
La cancha se encuentra a más de 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar, y dicen que antes la zona fue utilizada como observatorio astronómico, así como también para hacer rituales de fertilidad a la Tierra.
La palabra náhuatl Teocalli (nombre del volcán) significa “Casa de un Dios”, y con el tiempo se convirtió en un centro de cosecha para los agricultores de los alrededores.
Con el paso del tiempo, las personas dejaron de sembrar en el lugar. A raíz de ello, se señala que hace 50 años la comunidad optó por construir una cancha de futbol en el cráter; todo esto con el fin de obtener un espacio de convivencia.
Desde las primeras horas del domingo, Joel Becerril, representante de la liga, acude a la cancha para alistar las porterías y marcar con cal las líneas del área y medio campo.
Las porterías son de tubos de metal y grandes piedras sirven para aplastar los extremos de las redes. El campo carece de banderines para indicar el medio campo y las esquinas. Según señaló Becerril, previo a la pandemia, habían más de 20 equipo afiliados a la curiosa liga de futbol.
Previo al arranque de la jornada dominical, se instala un puesto de comida, bebidas de hidratación y pelotas para los niños que acompañen a sus familiares.
Para llegar, necesitas dirigirte sobre la carretera de Santa Cecilia Tepetlapa, en la alcaldía Xochimilco. La entrada principal se ubica sobre la carretera Santa Cecilia-San Bartolomé y es completamente gratuita y abierta a todo el público en general.
Según señalan no tiene antecedentes de erupción por lo que su cancha puede estar abierta al público y no despierta mayor preocupación entre los jugadores y familiares que acuden cada domingo.
El volcán cuenta con un camino vehicular para acceder a la cima, pero también hay una ruta de 18 km caminando desde el Museo Arqueológico de Xochimilco.
Según señalan los mismos futbolistas que disputan el certamen dominical, jugar en el cráter es todo un reto, pues el punto exacto en donde se encuentra la cancha tiene una altura de casi 3 mil metros sobre el nivel del mar.
En temporadas anteriores, uno de los equipos de San Bartolo llevó a un jugador venezolano y no aguantó más de 20 minutos en el partido, teniendo que salir por la falta de oxígeno debido a la altura del lugar.