11 Mar, 2023 10:49 p.m.Actualizado: 12 Mar, 2023 12:43 p.m. EST
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Antes de ser adquirida por el gobierno de Brasil, la antigua mansión fue propiedad del médico Celedonio Tomás Pereda y su esposa, María Justina Girado. Pereda se desempeñaba como presidente de la Sociedad Rural Argentina (Foto Gustavo Gavotti)
Pereda compra la propiedad en 1908. La misma formaba parte de los terrenos de la sucesión del General Benjamín Victorica. En 1916 se decide a construir con la técnica pastiche, utilizada para imitar edificios ya existentes (Foto Gustavo Gavotti)
En 1920, Pereda y su esposa resolvieron encargar la obra al arquitecto francés Louis Martin. El pedido fue que sea lo más parecido posible al Museo Jacquemart Andrè de París. Sin embargo, Pereda consideró que una de las escaleras que diseñó el francés no se asemejaba a las del museo, por lo que decide prescindir de sus servicios al año de iniciada la construcción. En su reemplazo contrata al belga Julio Dormal, quien se encontraba finalizando las obras del Teatro Colón (Foto Gustavo Gavotti)
La construcción del Palacio finalizó en 1936, y estuvo a cargo de los discípulos de Dormal, ya que el belga murió en 1924. Dormal era uno de los arquitectos estrellas de la época, por lo que su fallecimiento impactó en la familia Pereda (Foto Gustavo Gavotti)
Todos los muebles del Palacio son europeos, originales de la época. Cuando Brasil adquirió la casa, se quedó con todo el mobiliario (Foto Gustavo Gavotti)
Pereda viajó a Europa en 1924 para encontrar un artista que decore su casa. Allí conoció al artista catalán José María Sert, quien se jactaba de elegir a sus clientes. El pintor nunca viajó a Buenos Aires. Trabajó sobre una maqueta y mandó sus obras en barco (Foto Gustavo Gavotti)
Los techos están ornamentados con obras de Sert, muy famoso en la época. El pintor solo aceptaba trabajar para familias de mucho dinero (Foto Gustavo Gavotti)
Los techos del Palacio tuvieron una sola intervención de restauración, a finales de los 80. El escultor Domingo Tellechea, especialista en restauraciones de José María Sert, fue el encargado de realizar los trabajos (Foto Gustavo Gavotti)
El comedor tiene lugar para un máximo de 17 personas. A diferencia de otros palacios, todos los ambientes de la casa se utilizan a diario (Foto Gustavo Gavotti)
Los relojes del Palacio son originales y aún están en funcionamiento. Brasil no pierde de vista ningún detalle de su Palacio y se esfuerza para que mantenga la majestuosidad de la época (Foto Gustavo Gavotti)
La casa tiene nueve suites de huéspedes y está capacitada para recibir a una delegación presidencial completa. El embajador y su familia viven en el segundo piso (Foto Gustavo Gavotti)
Por aquel entonces, las familias acaudaladas buscaban demostrar poderío con sus construcciones e impresionar a sus invitados (Foto Gustavo Gavotti)
Pereda nunca llegó a a ver cómo quedó su casa, ya que padecía un problema en la vista y se termina quedando ciego (Foto Gustavo Gavotti)
El Palacio Pereda refleja como pocos la importante influencia de la arquitectura francesa en la fisonomía porteña del siglo XX (Foto Gustavo Gavotti)
El Palacio posee una impactante capilla, algo poco habitual en casas urbanas. Los Pereda eran una familia de tradición religiosa (Foto Gustavo Gavotti)
Jorge Bergoglio, cuando se desempeñaba como Arzobispo de Buenos Aires, formaba parte del cuerpo diplomático del Vaticano y asistía muy seguido a la capilla. Le gustaba mucho y siempre que tenía la oportunidad la elogiaba ante los diplomáticos brasileños (Foto Gustavo Gavotti)
Las armaduras de infantería y caballería se ubican en el pasillo que une la biblioteca con la capilla (Foto Gustavo Gavotti)
El ex presidente de Brasil Getulio Vargas quedó maravillado con la casa en una visita a Buenos Aires. Cuando en 1941 le llega el rumor de que la familia Pereda tenía intenciones de venderla, comienza a dar instrucciones al embajador brasileño en Argentina para que iniciara la adquisición. Llegan a un acuerdo de venta por 4.000 toneladas de hierro en barra que fueron depositadas en el puerto de Río de Janeiro libre de impuestos. También se incluye el traspaso del edificio que Brasil utilizaba como embajada en aquel entonces, ubicada en Callao y Las Heras (Foto Gustavo Gavotti)
En 1945, Brasil toma posesión de la casa con todo su contenido. Desde entonces, el gobierno siempre se interesó por mantener el Palacio, al que consideran patrimonio sagrado (Foto Gustavo Gavotti)
En abril de 2022, la Embajada de Brasil en Buenos Aires inauguró la muestra “Redig de Campos/Bulcão". La iniciativa, celebrada en el mes del aniversario de Brasilia, capital del Brasil, recuerda al arquitecto Olavo Redig de Campos (1906-1984), autor del proyecto del edificio, y Athos Bulcão (1918-2008), artista con dos obras en exhibición en la recepción de la planta baja (Foto Gustavo Gavotti)
Los visitantes pudieron ingresar al edificio y conocer nuevos ángulos de la construcción inaugurada en 1989, además de observar un mural de azulejos con los colores de la bandera de Brasil y un relieve en una pared de granito (Foto Gustavo Gavotti)
Tiradentes fue un odontólogo, militar, minero, comerciante y activista político brasileño, considerado prócer de su país por haber liderado la Conspiración Minera, que se considera el primer intento a gran escala de independencia de Brasil de Portugal, a fines del siglo XVIII (Foto Gustavo Gavotti)
Vista de la Embajada de Brasil (Cancillería), ubicado en Cerrito 1350. El edificio se conecta de manera subterránea con la residencia (Foto Gustavo Gavotti)
Foto 1: Celedonio Pereda con su nuera Sara Benedit
Foto 2: María Justina Girado
Foto 3: Celedonio Tomás Pereda
Una foto antigua del Palacio Pereda que, a más de cien años de iniciada la construcción, continúa brillando en la escena porteña (fotos.antiguas.ba)
Agradecimientos especiales a Pedro Ivo Souto Dubra y a Jorge Fernández Cruz de la Embajada de Brasil.