Espinazos y caderas. Este era el premio a quienes mataran un chivo. El origen de lo que hoy se conoce como “mole de caderas” y que continúa siendo celebrado con baile, fiesta y una gran comida en Tehuacán, Puebla.
Esta recompensa debe ser secada al sol con sal, posteriormente cocida y acompañada con una salsa típica llamada huaxmulli. Pese a ser una tradición, también es un lujo por el tipo de producción que requiere el chivo y los ingredientes de temporada con lo que debe ser acompañado.
El tiempo de cocción supera al chile en nogada, lo que ocasiona que su precio sea más elevado que este otro platillo tradicional que ha evolucionado incluso en paletas heladas.
Con baile y comida inicia la temporada del tradicional Mole de Caderas en el municipio de Tehuacán, con la asistencia del Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta.
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO El Festival Étnico de la Matanza es realizado año con año en agradecimiento por la salud y trabajo, éste fue incluido en 1996 en la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) como parte de su lista de festivales.
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO Durante el festival, celebrado la tercer semana de octubre, las haciendas aledañas a Tehuacán reciben a equipos profesionales con la finalidad de darle una muerte digna al chivo, posteriormente, reciben las caderas, víceras, pezuñas, oregas y tripas como regalo.
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO Gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta durante la inauguración de la temporada tradicional delmMole de Caderas en el municipio de Tehuacán
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO Pobladores de Tehuacán secan vísceras de chivo acompañadas con sal para prepararlas y ser cocidas.
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO.COM Un poblador baila con un chivo como parte de las festividades de la temporada de mole de caderas en Tehuacán, Puebla
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO Este tradicional platillo es ofrecido en el mes de octubre y noviembre.
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Su tiempo de cocción y los ingredientes de temporada que lo acompañan, vuelve al platillo todo un lujo para sus pobladores e incluso el precio en restaurantes es elevado.
FOTO: MIREYA NOVO/CUARTOSCURO Ninguna parte del chivo es desperdiciada, pues sus pobladores convierten en platillos y botanas hasta las víceras.
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