La visita de las almas de nuestros seres queridos se acerca, conoce el origen de los pétalos clave en las ofrendas
18 Oct, 2021 11:46 a.m. EST
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La historia inicia con el amor entre dos jóvenes Aztecas: Xóchitl y Huitzilin.
Cada tarde, desde la infancia de los dos enamorados subían a la cima de una montaña a regalarle flores a Tonatiuh el dios del sol, quien le sonreía a la joven pareja mientras se juraban amor eterno.
Cuando la guerra llegó al pueblo, Huitzilin tuvo que irse a luchar. La noticia de su muerte llegó a los oídos de Xóchitl, dejándola sumergida en un profundo dolor.
Xóchitl fue a la cima de la montaña por última vez para rogarle a Tonatiuh que la uniera para siempre con su pareja. Conmovido, Tonatiuh lanzó un rayo y al tocar a la joven desconsolada la convirtió en una flor amarilla como el sol.
FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO
En esa flor, se reposó un colibrí en el centro. La pequeña ave era Huitzilin, apenas él llegó, la flor se abrió en veinte pétalos.
FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO
Tonatiuh mantuvo la unión de Xóchitl y Huitzilin para toda la vida en forma de colibríes y flores de cempasúchil.
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En náhuatl, Cempasúchil significa "flor de veinte pétalos".
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Crece en otoño, muy cerca de la fecha del Día de Muertos.
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Esta flor es parte fundamental en las ofrendas colocadas para recibir a las almas de nuestros seres queridos.
FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO
La tradición de colocarlas en ofrendas surgió en la época prehispánica.
FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO
Sus coloridos pétalos guían a los muertos durante su visita al mundo de los vivos, ya que se dice que contienen el color y el aroma a fuego del sol.
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