Miguel Macías tiene 76 años. Después de un viaje al Vaticano, quedó impresionado por la obra de Miguel Ángel Buonarroti, así que decidió crear una réplica exacta en la iglesia a la que solía asistir. Las medidas eran similares. La diferencia es la altura, pues en la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, el techo está a 10 metros, lo que permite apreciar cada detalle.
“Miguel Ángel la hizo en cuatro años, yo dije ‘bueno con los adelantos que hay y la tecnología, yo creo que unos seis máximo’ y fueron 18 años completos”, dijo Miguel Macías a Infobae México.
En aquel viaje al Vaticano, midió con sus propios pasos las dimensiones de la Capilla Sixtina, la parroquia en la colonia Moctezuma era perfecta, contaba con el largo, ancho y la curvatura de la bóveda para ser pintada. En 2001 dio marcha al proyecto.
“A mi me gusta mucho la pintura, pero nunca creí que iba a hacer una cosa como esta”, Miguel Macías.
Los lienzos están pintado en tela de 15 metros de largo con colores acrílicos. Con impresiones ampliadas logró crear dimensiones de hasta tres veces más del tamaño de una persona en cada personaje. El primer lienzo terminado fue el de La Creación de Adán, el cual le llevó un año pintar completamente solo. La noticia corrió entre vecinos de la zona y poco a poco llegaron voluntarios quienes, por amor al arte, acompañaron a Miguel Macías desde días hasta siete años.
Al verse imposibilitado en darles un pago económico, plasmó sus nombres en cada lienzo que le ayudaron a crear, a simple vista no pueden apreciarse, pues Miguel asegura que están escondidos en detalles de la obra.
Para Miguel, el dinero que invirtió en la réplica de la Capilla Sixtina no tiene importancia, así como el tiempo que le llevó concluirla. Recuerda esos largos 18 años con donaciones de voluntarios, de una señora de la tercera edad que mes con mes le dio 250 pesos, de quienes le llevaban comida cuando pasaba horas en el taller adaptado para pintar, incluso de aquella kermés que la parroquia organizó y logró reunir 53 mil pesos que Macías usó para pagar a una empresa y poder pegar cada lienzo, la cual, no le cobró los casi nueve mil pesos de impuestos que a Miguel le faltaban.
En 2018 fue inaugurada la obra. Actualmente Miguel se encuentra fuera de Ciudad de México, “varias veces se me olvidó que estaba pintando arriba de un cuadro de 40x40 cm, un espacio en el que no me podía ni mover”, dijo a Infobae México al recordar las nueve caídas que tuvo y de las cuales tiene secuelas.
“Aquí se ve 10 metros más cerca...en México hay un pedacito de pintura italiana, que mucha gente no va a poder ir allá a verla en vivo, pero aquí tenemos un pedacito de historia hecha por un mexicano, por varios por la gente que me ayudó”, Miguel Macías.
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