En 2002, la creación de su personaje resaltó mucho y su comedia irreverente, con albures y toques sarcásticos en los espacios de comentaristas como José Ramón Fernández, le dieron rápidamente popularidad, aunque es poco sabido que su creador no dimensionó el impacto de su éxito, hasta meses después.
“El mejor momento de Tachidito fue cuando salió después de las Olimpiadas de Invierno y cuando nos fuimos a Corea, donde se decidiría la nacionalidad de Tachidito. Los coreanos me aceptaron, y lo digo porque quiero ver que un coreano llegue con una caricatura de mexicano y que lo acepten.
Pese a las dificultades, Antonio aseguró que fue un motivo más para esforzarse más en su personaje, al grado en que no solo veía su estancia en los Juegos Olímpicos de Beijing como un deber de hacer entretenimiento, sino de profesar como reportero. Esta fórmula la emularían otros canales de televisión.
“A pesar de las circunstancias, yo hice mucho, cápsulas animadas y fue mucho trabajo, fue muy desgastante y salí, y salí bien, todo hasta que me abrieron la puerta de atrás”, dijo Hurtado sobre la lamentable salida que le valió por su éxito profesional y los celos en el medio televisivo.