Payasos en Chapultepec: el complejo oficio de hacer reír en tiempos de pandemia

La apertura de salones de fiesta les da esperanza de recuperar, poco a poco, los ingresos perdidos durante los duros meses de cuarentena por Covid-19

Alan inició como payaso a los 15 años, su nombre artístico es Joy, después de 16 años en este oficio, recuerda lo duro que fue la pandemia debido a la imposibilidad de trabajar.

Payaso Joy posando para un retrato durante la jornada laboral en el Bosque de Chapultepec. Ciudad de México, mayo 30, 2021. Foto: Karina Hernández / Infobae

Los problemas económicos acercaron a Joy al arte urbano, con la llegada del Covid-19 se vio en la necesidad buscar empleo fuera de los shows, de los cuales obtenía el total de sus ingresos.

En el Bosque de Chapultepec existen distintas áreas donde los payasos tienen permitido estar, en las cuales trabajan únicamente dos personas con intervalos de una hora y media aproximadamente. Su salario depende de la gente que deje cooperaciones, ya que los shows no tienen costo.

Payaso Buru junto a su hijo Burín durante la jornada laboral en el Bosque de Chapultepec. Ciudad de México, mayo 30, 2021. Foto: Karina Hernández / Infobae

Detrás de una presentación, hay horas de ensayos. El payaso Buru ha aprendido a hacer malabares, montar monociclo, hacer trucos de magia y actualizarse en tendencias para poder ofrecer un show de mayor calidad.

“Comienzas sin nada, vas juntando a la gente, haciendo que la gente se divierta y se quede a ver; la segunda, mantener a la gente divertida y la tercera es que te den una cooperación que es lo más difícil, porque cuando tu pides una cooperación, la gente se va”, dijo Buru a Infobae México.

Payaso Buru durante la jornada laboral en el Bosque de Chapultepec. Ciudad de México, mayo 30, 2021. Foto: Karina Hernández / Infobae

Buru asegura que este oficio es muy incierto y que el tener mucho público no les asegura mejores ingresos. Recuerda anécdotas donde un show con menos personas ha dejado ganancias mayores que uno con gran número de espectadores.

Burín, su hijo, ve a su papá ensayando con sombreros, machetes o preparando rutinas, así que comenzó a mostrar interés en el oficio, el domingo 30 de mayo decidió maquillarse y junto con su papá prepararon una rutina corta en la que puedan aparecer juntos. Buru asegura que su hijo le ha echado ganas pese al problema de habla que presenta.

Payaso Alegrín durante la jornada laboral en el Bosque de Chapultepec. Ciudad de México, mayo 30, 2021. Foto: Karina Hernández / Infobae

La jornada laboral termina cuando del Bosque de Chapultepec comienza a irse la gente, no existen horarios fijos de trabajo. El arte urbano lo llevan a parques, camiones, banquetas y desde hace tres semanas, se les permitió regresar a presentarse en las áreas asignadas del bosque.

Foto: Karina Hernández / Infobae
Payaso Buru junto a su hijo Burín durante la jornada laboral en el Bosque de Chapultepec. Ciudad de México, mayo 30, 2021. Foto: Karina Hernández / Infobae

Tienen la esperanza de que la situación económica mejore, ya que a muchos de los payasos les fue complicado encontrar un empleo distinto al que se han dedicado incluso por más de 10 años.

Foto: Karina Hernández / Infobae
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Niños dejando dinero en el sombrero del payaso Alegrín durante su show en el Bosque de Chapultepec. Ciudad de México, mayo 30, 2021. Foto: Karina Hernández / Infobae

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