Fotos: Catalina Calvo - Julieta Bugacoff - Maximiliano Luna - Lihueel Althabe - Nicolás Stulberg - Roberto Almeida Aveledo - Matías Arbotto - EFE - Reuters - Télam
La Cámara de Diputados comenzó a sesionar en la mañana de este jueves para discutir el proyecto oficial de aborto legal, en lo que fue una larga jornada de discusión que se extendió por varias horas.
La sesión especial comenzó con la presencia de 105 diputados presentes y 45 conectados de manera remota, de acuerdo con los protocolos implementados por la pandemia de coronavirus.
Incluso desde antes de que comenzara la sesión, en las inmediaciones del Congreso se comenzaron a manifestar miles militantes a favor y en contra de la propuesta, separados por vallas para evitar enfrentamientos.
Los legisladores que ya habían anunciado su apoyo a la iniciativa llevaron pañuelos, vestimenta y barbijos de color verde, el identificado con la campaña a favor del aborto legal, seguro y gratuito.
El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, resaltó que “no hay diputados antiderechos” y reclamó “no perder de vista ni el respeto ni la capacidad de escuchar a los otros” durante la jornada.
La lista final de oradores fue de 164 diputados, quienes tenían 5 minutos cada uno para marcar su postura, aunque ese límite no se cumplió y en la mayoría de los casos se excedieron, como suele ocurrir en este tipo de debates.
Antes de iniciar el debate, la Cámara de Diputados aceptó la renuncia de la diputada del Frente de Izquierda Romina Del Plá y en su lugar asumió el dirigente de ese mismo espacio Juan Carlos Giordano.
Esta organización de la sesión quedó definida en la reunión de Labor Parlamentaria que encabezó el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
En declaraciones a la prensa que brindó posteriormente a esa reunión, el ex intendente de Tigre pidió que durante el debate “no haya descalificaciones, ni haya diputados calificados de asesinos o de antiderechos”.
“El respeto debe ser le regla para debatir estos temas tan importantes para la Argentina”, consideró, y agregó que “no es una guerra y no hay que plantearlo como un enfrentamiento de unos contra otros”.
“Pretendemos que ambas ideas y expresiones tengan el mismo tiempo, que haya equilibrio a la hora de participar, luego que cada diputado decida de acuerdo a su convicción. Pedirles que tratemos este tema con respeto y altura, mostrar que podemos ser civilizados para debatir las ideas más disímiles de la sociedad, tenemos que respetar al que piensa distinto”, abundó Massa, quien mantuvo contacto con la prensa en el Salón de Pasos Perdidos.
La mayoría de los diputados participó de la sesión desde las bancas, en tanto que un grupo menor de diputados dio quórum de forma remota, aunque debieron justificar previamente las razones que le impiden estar físicamente en el recinto.
Antes del debate, Massa se mostró confiado en que la concurrencia de diputados iba a ser “perfecta” y había anticipado la implementación de una “burbuja” sanitaria, por la cual se impidió el ingreso al recinto de toda persona que no haya sido testeada por coronavirus.