El viernes 20 de marzo, el Gobierno nacional estableció la cuarentena total a nivel nacional mediante el decreto 297/2020. Al día siguiente, el país amaneció con una escenografía distinta a la habitual. Una atmósfera casi vacía en donde abundan los controles vehículares y no el tránsito en si mismo. Calles desiertas, avenidas sin embotellamientos y filas con espacios de un metro para comprar en supermercados y farmacias o retirar dinero en efectivo de los cajeros automáticos.
La ausencia de público en la vía pública se convirtió en una constante que resaltó las características de las personas que tuvieron que salir a la calle. En el centro porteño, el uso de barbijos se observa de manera cotidiana, mayormente entre los pocos transeúntes y el personal de seguridad. El transporte público cumple con sus cronogramas habituales pero con muchas menos frecuencias y con la restricción para que los usuarios viajen sentados en colectivos, trenes y subtes.
De acuerdo a la cuarentena definida por Alberto Fernández, solo puede transitar libremente aquellas personas que cumplan alguna de las 24 excepciones especificadas por la normativa. Los habilitados pertenecen al personal afectado a servicios y actividades consideradas “esenciales”, como la salud, el abastecimiento de alimentos, los medicamentos, combustibles o personal diplomático, entre otros.
A partir del jueves 26 de marzo, el Gobierno porteño destinó carriles exclusivos para profesionales de la salud, de seguridad y transporte de bienes esenciales exceptuados del decreto que estableció la obligatoriedad del aislamiento social y preventivo.
La norma se encuadra bajo la iniciativa para desalentar la circulación de vehículos y fomentar, así, el cumplimiento de la cuarentena total y obligatoria. En ella se establecieron únicamente 13 accesos al territorio porteño para los vehículos particulares que deban trasladarse y estén exceptuados en la normativa para circular. A ellos se le sumaron 20 puntos más, destinados también a los trabajadores de la salud y a colectivos y transporte de carga.
Las autoridades porteñas comunicaron que también controlarán que no haya aglomeraciones de personas a través del sistema de videovigilancia, que cuenta con unas 10.000 cámaras en todo el distrito.
Supermercados, minimercados y almacenes debieron acatar la Resolución 101/2020, publicada en el Boletín Oficial, en la cual se unificó el horario de atención y comenzaron a atender entre las 7 y las 20 horas para cumplir con las 13 horas de corrido determinadas.
En el último reporte, el ministerio de Salud de la Nación detalló que se registraron 87 nuevos casos de contagio por coronavirus en la Argentina. La cifra de infectados aumentó a 589. Hasta la fecha, en el país se registraron 13 muertes y se aguardan los resultados de un hombre que había llegado de Miami, estaba aislado en un hotel de Recoleta y falleció en las últimas horas.
La ciudad de Buenos Aires es el distrito con más casos de contagio hasta la fecha: 195, con cinco personas fallecidas. El ministerio de Salud de la Nación indicó que comenzó a registrarse el inicio de transmisión comunitaria en la región del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) y Chaco.
La Justicia porteña determinó el secuestro de los vehículos a aquellos conductores que violen la cuarentena por circular sin el permiso correspondiente por la vía pública. La Policía de la Ciudad controló desde el viernes a más de 32 mil conductores, 20 mil autos y 3 mil motos. Los efectivos de seguridad dieron el aviso correspondiente a la Fiscalía o Juzgado de turno, desde donde a su vez se indica si se le retiene el rodado al infractor o si se lo acompaña hasta su domicilio. Es así que del total de vehículos controlados en Capital Federal, hasta el momento se secuestraron 92.
Mediante los controles diarios, también desde el viernes 20, 1.607 personas fueron aprehendidas; 282 fueron detenidas y 1.325 demoradas, notificadas o trasladadas a domicilio.
Fotos: Verónica Ruiz y Walter Carrera
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