04 Nov, 2019 02:42 p.m. EST
La Virgen de Luján que acompañó a los soldados argentinos a la Guerra de Malvinas regresó al país luego de permanecer durante 37 años entronizada en una catedral británica. El 4 de noviembre, alrededor de las seis de la mañana, llegó en un vuelo directo de Roma el avión la delegación argentina y la imagen de la santa patrona del país y fue recibida con honores por efectivos de fuerzas armadas, de seguridad, veteranos y familiares de caídos A las diez de la mañana del lunes comenzó la Santa Misa por el "Día de los Muertos por la Patria", una iniciativa que coincide con el "Día de Todos los Santos" y corresponde a la idea del docente correntino José Alfredo Ferreira, quien en 1908, propuso al Consejo nacional de Educación una jornada para recordar a las mujeres y hombres que dieron su vida por la patria La ceremonia comprende no solo a los caídos en la Guerra de Malvinas, sino también a aquellos que murieron en servicio en todas las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad. Duró una hora en la Catedral Castrense Stella Maris y contó con la presencia de la imagen de Ntra. Sra. de Luján que estuvo en las Islas Malvinas durante el conflicto bélico La misa estuvo cargada de emoción y de respeto a los héroes caídos en defensa de la patria Monseñor Santiago Olivera, principal promotor de la restitución de la imagen, condujo la misa. Había calificado el regreso como “un milagro” y, en conferencia de prensa, declaró: "La Virgen nos habla de la fraternidad entre los pueblos, es madre de todos. Tenemos que empezar a vivir como hermanos, a pensar distinto. María nos recuerda que tenemos un Dios en común" "Esta imagen ha sido mirada y contemplada por nuestros soldados. Muchos seguramente le pedían que nos ayude en esta vida y en esa guerra que estaban teniendo. Tenemos la gracia de tener a ex combatientes aquí y a otros María los ayudó al tránsito a la vida eterna”, describió Monseñor Santiago Olivera, obispo castrense de Argentina La imagen llegó a la sala Malvinas Argentinas del Aeropuerto de Ezeiza en manos de Monseñor Santiago Olivera y custodiada de cerca por dos veteranos. Uno de ellos fue Jorge Palacios, del Regimiento de Infantería Mecanizado 25, quien fue el encargado de pasear la imagen en peregrinación luego de haber sobrevivido al bombardeo británico del 4 de mayo. Su misión fue traer la Virgen al país "El cielo de la ciudad de Buenos Aires derrama lágrimas de emoción al ya saber que Ntra. Sra. de Luján ya está en nuestra tierra", definió el Obispado Castrense de Argentina a través de un comunicado Después de la guerra, la imagen se entronizó en la ventana oriental de la Catedral de San Miguel y San Jorge de Aldershot, en el condado de Hampshire, sede del obispado castrense británico, a través de la gestión del monseñor Dan Spraggon. En la parroquia Saint Mary de las Islas Malvinas, donde permaneció a resguardo durante la guerra, había dos imágenes. Cuando los soldados, acompañados por la Cruz Roja, quisieron recuperarla, le dieron una de las dos esculturas, porque la que habían llevado ya estaba embalada en el Hércules para ser enviada al Reino Unido. Se desconoce el paradero de la otra Virgen de Luján que regresó al país inmediatamente después de concluido el conflicto En la catedral británica, debajo de la santa patrona argentina, había una placa negra escrita en inglés que explicaba: “Los argentinos invadieron las Islas Malvinas en 1982 y llevaron con ellos esta estatua de Nuestra Señora de Luján. Después de su rendición dejaron la imagen con el prefecto apostólico de las islas, monseñor Dan Spraggon. Él se la presentó al padre Alfred Hayes, quien estaba con las fuerzas británicas a lo largo de la campaña” Finalizada la misa, autoridades del ejército, veteranos, familiares de caídos y fieles se acercaron a la Virgen de Luján "¡Bienvenida Madre! Cuánto hay que agradecer, pues sin duda, ha sido un Milagro tu regreso, en tal sentido, contemplemos a María, la llena de Gracia, la que supo decir, sí al proyecto de Dios", manifestó Monseñor Santiago Olivera, quien además destacó la prontitud y la buena predisposición de restituir la virgen de su par inglés, el obispo Paul Mason "Cuando veo a la Virgen recuerdo a los caídos, a mis compañeros. Yo tuve la misión para ir a repatriarla y estoy tremendamente orgulloso y emocionado de haber representado a mis camaradas”, expresó el veterano de Malvinas, Jorge Palacios, quien según su testimonio la Virgen de Luján lo salvó de morir tras el bombardeo británico del 4 de mayo El itinerario de la Virgen de Luján restituida continuará en el inicio de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y en la Región I de la Gendarmería Nacional Argentina en Campo de Mayo. El miércoles recorrerá la Fuerza Aérea Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, el Hospital Aeronáutico, el Hospital Militar y el Hospital Naval. El jueves visitará la Parroquia Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa. El viernes será enviada al Edificio Cóndor, sede de la Fuerza Aérea Argentina y a la Parroquia de El Palomar. El sábado acompañará a la Congregación de los Hermanos Maristas de Luján en el Retiro de Veteranos de Guerra de Malvinas y el domingo a las cinco de la tarde se realizará la Santa Misa de Acción de Gracia en la Basílica de Luján, que dará inicio a su peregrinación por otra diócesis del interior del país La Santa Misa por el "Día de los Muertos por la Patria" estaba llena. Hubo mensajes sentidos y brotó un sentimiento de emoción en los asistentes a la Catedral Castrense del barrio de Retiro Además de Monseñor Santiago Olivera, Obispo Castrense de Argentina, y el veterano Jorge Palacios, la delegación argentina que viajó al Vaticano se completó con el Padre Miguel de la Diócesis de Quilmes, María Fernanda Araujo, Presidente de la Comisión de familiares caídos en Malvinas, el Padre Vicente Martínez Torrens, capellán voluntario y quien cuidó a la Virgen en Malvinas, el veterano Roberto Días, soldado del Regimiento de Infantería 3, y Daniel Doronzoro y Marcela Hernández, integrantes del grupo "La Fe del Centurión" Carlos Pascual, más conocido como Tula, el dueño del bombo más famoso del fútbol argentino, también estuvo presente en la misa para conmemorar a los héroes caídos en la Catedral Castrense La escultura mide 38 centímetros y está realizada en terracota (arcilla cocida). En 1763 se inauguró el primer santuario, pero la celebración anual corresponde al 8 de mayo de 1887 cuando el Papa León XXVII celebró la coronación canónica de la imagen, con la asistencia de altos dignatarios de la Iglesia Romana y del Cabildo Eclesiástico Metropolitano Seguí leyendo: