07 May, 2019 00:08 a.m. EST
María Eva Duarte se hizo popular con el nombre de Eva Perón: el pueblo simplemente la bautizó como Evita. Fue una de las figuras políticas más influyentes del siglo XX: nació el 7 de mayo de 1919 en la estancia “La Unión”, veinte kilómetros al oeste de la localidad de Los Toldos (Partido de General Viamonte), Buenos Aires, fruto de una relación extramatrimonial entre su madre, Juana Ibarguren, y su padre, Juan Duarte. Su madre dio a luz ayudada por una comadrona aborigen llamada Juana Rawson de Guayquil Eva fue la menor de los cinco hijos de Juana Ibarguren. Sus hermanos mayores eran: Elisa, Blanca, Juan y Erminda. Su padre era un patrón de estancias respetado, próspero, con una familia de ascendencia en Chivilcoy, donde residía su esposa legítima, Adela D’Huart, y donde el 8 de enero de 1926 murió a consecuencia de un siniestro vial. Eva tenía por entonces seis años (Pinélides Aristóbulo Fusco) Cursa primero y segundo grado en una escuela de Los Toldos hasta que en 1930 su familia se traslada a Junín en busca del crecimiento profesional de sus hermanos. Elisa trabaja en el correo, Blanca como maestra en el Colegio del Sagrado Corazón, Juan en una farmacia y Erminda comienza a cursar en el Colegio Nacional. Eva es inscripta en tercer grado en la Escuela Nº 1, Catalina Larralt de Estrugamou En Junín, Eva permanece hasta 1935. Su casa, ubicada en Roque Vázquez, se conserva aún hoy. Allí se consolida su faceta artística. En su autobiografía “La razón de mi vida” cuenta: “Siendo una chiquilla, siempre deseaba declamar. Era como si quisiese decir siempre algo a los demás, algo grande, que yo sentía en lo más hondo de mi corazón” Se integra a la Comisión del Centro de Cultura y Arte del Colegio Nacional, al que asistía su hermana Erminda, a pesar de no ser alumna de la escuela. En Junín actúa por primera vez en una obra teatral titulada “Arriba Estudiantes”. A sus quince años ya tiene clara su vocación: actuar. Escribió en su autobiografía: “Como los pájaros, siempre me gustó el aire libre del bosque. Ni siquiera he podido tolerar esa cierta esclavitud que es la vida en la casa paterna o la vida en el pueblo natal. Muy temprano en mi vida dejé mi hogar y mi pueblo, y desde entonces siempre he sido libre. He querido vivir por mi cuenta y he vivido por mi cuenta” Tiene decidido irse a Buenos Aires para desarrollar su carrera actoral. Llega a la gran metrópolis con apenas quince años. La carrera artística era uno de los pocos caminos hacia la independencia para una mujer. Esta decisión de dejar a su familia a una edad tan temprana habla del fuerte temperamento de Evita. Eva se hospeda en la casa de Isidoro Bustamante, amigo de la familia. Le tomará diez años alcanzar la categoría de estrella. Teatro, cine, radio y una popularidad que la lleva a incursionar en el ámbito publicitario: posa en avisos de diferentes productos y sus fotos empiezan a aparecer en las revistas. El 28 de marzo de 1935 debuta en el Teatro Comedia con un corto papel en el vodevil “La Señora de los Pérez”. En 1937 se estrena en el cine con Segundos afuera y ese mismo año participa por primera vez en un radioteatro, “Oro blanco” Emprende giras por el país, recorre los escenarios porteños y encarna a personajes secundarios en la pantalla grande. Trabaja en Radio Mitre, Radio Prieto, Radio Argentina, Radio El Mundo -donde gana popularidad con la serie “Grandes mujeres de todos los tiempos”- hasta que inicia en 1943 el ciclo “Biografías de Mujeres Ilustres”, especialmente concebido y redactado para ella. Un año después, en paralelo, adquiere el papel más importante en cine en el film “La cabalgata del circo” Ese año, 1944, una tragedia cambia su vida. El 15 de enero a las 20:52 se registra la catástrofe natural más destructiva de la historia del país. El terremoto de San Juan destruye el 80% de la ciudad con un saldo trágico: más de diez mil muertos y otra decena de miles de heridos. El 4 de julio de 1943 un golpe de Estado había derrocado al presidente Ramón Castillo poniendo fin a la llamada “Década Infame”. Asume la presidencia el general Pedro Pablo Ramírez El General Ramírez designa en el Departamento Nacional de Trabajo a Juan Domingo Perón. Al mes, su cartera se convierte en Secretaría de Trabajo y Previsión, desde donde se coordina una movilización nacional en solidaridad con las víctimas del sismo. Eva Duarte, una mujer ya reconocida del medio artístico, participa de la colecta de fondos El 22 de enero de 1944 se celebra en el Luna Park un festival a beneficio de los damnificados. Allí se conocen Juan Domingo Perón y Eva Duarte. Al siguiente mes se van a vivir juntos. Ella tiene 24 años, él la dobla en edad. Legitiman la relación ante la sociedad el 9 de julio asistiendo juntos a una función de gala del Teatro Colón. En la imagen, la primera foto oficial de la pareja presidencial El General Ramírez había renunciado a la presidencia. Asumió el cargo el General Edelmiro Juan Farrell, quien designa a Perón vicepresidente de la Nación con el permiso de mantener su cargo en la Secretaría de Trabajo y Previsión y en el ministerio de Guerra. El 13 de octubre de 1945 un sector del oficialismo promueve su destitución y Perón es detenido, trasladado y confinado a la isla Martín García. Durante la reclusión de su marido, Eva evidencia su talento y vigor para conectar con los trabajadores, el sector que se había beneficiado con las políticas impulsadas desde la cartera de trabajo. En la foto, Eva y Perón se asoman desde las ventanillas del tren en el marco de la primera campaña presidencial Cuatro días después, el 17 de octubre de 1945, una fecha que da origen al “Día de la Lealtad”, los obreros, los trabajadores, los “descamisados”, dejaron sus puestos de trabajo y se dirigieron a la Plaza de Mayo a reclamar la presencia de quien los había protegido. Temían que con su destitución se perdieran todas las conquistas laborales alcanzadas. La multitud no abandonó la Plaza hasta que Perón fue liberado y apareció en el balcón de la Casa Rosada. Esa misma noche, y para júbilo de la multitud, el gobierno anuncia la fecha de las elecciones nacionales Eva Perón en compañía de Juan Manuel Fangio, el múltiple campeón de automovilismo Desde su confinamiento, Perón le escribe dos cartas a Eva: “Hoy he escrito a Farrell pidiéndole acelere mi retiro: en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos”. Se casan cinco días después del 17, el 22 de octubre, en una ceremonia íntima celebrada en el inmueble conocido como “Escribanía Ordiales” -avenida Arias 145, ciudad de Junín-, donde se confeccionó el acta de matrimonio civil, hoy declarado Patrimonio Cultura de la provincia de Buenos Aires. Poco después, el 10 de diciembre, tuvo lugar el matrimonio religioso, en la Iglesia San Francisco de Asís en La Plata Sobre su intervención en los días en que el sector de los trabajadores proclamó su apoyo a Perón, Eva explica en su autobiografía: “La semana de octubre de 1945 es un paisaje de muchas sombras y de muchas luces. Será mejor que no nos acerquemos demasiado a él y que más bien lo veamos otra vez, desde más lejos. Esto no me impide sin embargo decir con absoluta franqueza, y como anticipo de cuanto alguna vez he de escribir en detalle, que la luz vino únicamente desde el pueblo” Su marido se presenta a las elecciones presidenciales de febrero de 1946 con la fórmula Perón-Quijano. Obtiene un claro triunfo ante la oposición aglutinada en la Unión Democrática, bajo la dirección de la dupla radical José Tamborini y Enrique Mosca. Evita lo acompaña en los actos públicos, reparte insignias partidarias y entra en contacto con la gente: su participación en campaña es activa El 24 de septiembre ocupa el despacho del ya presidente Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión. “Fui a la Secretaría de Trabajo y Previsión porque en ella podía encontrarme más fácilmente con el pueblo y con sus problemas: porque el Ministro de Trabajo y Previsión es un obrero y con él Evita se entiende francamente y sin rodeos burocráticos; y porque allí me brindaron los elementos necesarios para iniciar mi trabajo”, revela en su libro autobiográfico Evita significa el “puente” y el diálogo directo con los obreros y trabajadores, a quienes bautizó como sus “descamisados”, en sustitución del General Perón, más abocado a sus funciones presidenciales. Desarrolla un vínculo especial con las organizaciones obreras, con los sindicatos, con las masas trabajadoras y con las mujeres. Se convierte en la imagen humana del gobierno peronista haciendo gala de su empatía y carisma “A la doble personalidad de Perón debía corresponder una doble personalidad en mí: una la de Eva Perón, mujer del Presidente, cuyo trabajo es sencillo y agradable, trabajo de los días de fiesta, de recibir honores, de funciones de gala; y otra, la de Evita, mujer del líder de un pueblo que ha depositado en él toda su fe, toda su esperanza y todo su amor”, escribió en “La razón de mi vida” (Pinélides Aristóbulo Fusco) Implementa un plan de turismo infantil el 6 de enero de 1947 con la delegación de hijos de obreros a las sierras cordobesas, donde había inaugurado el 26 de octubre del año anterior dos policlínicos construidos por la Dirección General de Asistencia y Previsión Social, una dependencia del Ministerio de Trabajo. Crea hospitales, asilos, escuelas, brinda asistencia para las clases más necesitadas con la distribución de víveres y ropa, y funda torneos deportivos infantiles y juveniles. En la imagen, el saque inicial simbólico de la primera dama en los Juegos Evita El 21 de agosto de 1946 el proyecto del voto femenino es aprobado por la Cámara de Senadores, para que el 9 de septiembre del año siguiente hiciera lo propio la Cámara de Diputados. Días más tarde, el 23 de septiembre de 1947, se promulga finalmente la Ley 13.010. Evita es una férrea impulsora de la norma. Ese día, ante una Plaza de Mayo atestada de mujeres, pronuncia uno de sus discursos más emblemáticos: “Recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria” (Getty Images) El gobierno de España la invita de manera oficial en junio de 1947. Evita emprende entonces una gira por Brasil, Uruguay, Italia, Mónaco, Suiza, Portugal y Francia. En España, le otorgan la más alta condecoración: la Gran Cruz de Isabel la Católica. En Italia, la recibe el Papa Pío XII, quien le regala el rosario de oro que llevara entre sus manos el día de su muerte. En la foto, en la Catedral de Notre-Dame en París, con el Nuncio Apostólico, Monseñor Angelo Roncalli, futuro Papa Juan XXIII En 1946 había congregado todas las causas sociales que la Cruzada de Ayuda Social, solventada fundamentalmente por fondos y donaciones de los sindicatos. Hasta que el 19 de junio de 1948, a través del decreto N° 220.564, se crea la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón que adquiere personería jurídica el 8 de julio de 1948. Recién dos años después cambia su nombre a “Fundación Eva Perón” La biografía “La razón de mi vida” se publica en 1951. Ese mismo año, la CGT la postula como candidata a la vicepresidencia en una fórmula conjunta con el General Perón. No aceptó. En un acto multitudinario, dice una frase célebre: “Renuncio a los honores pero no a la lucha”. Las causas son diversas: la reprobación de las fuerzas armadas, su recelo a aceptar cargos oficiales y la evolución de su enfermedad. Por entonces, Evita tenía 32 años (Pinélides Aristóbulo Fusco) (Pinélides Aristóbulo Fusco) El 11 de noviembre de 1951 la fórmula Perón-Quijano gana las elecciones. Eva vota por primera y única vez en su lecho de enferma en el Policlínico de Avellaneda. Pocos días antes, había sido operada de su tumor. Su última aparición en público coincide con la asunción del General Perón en su segundo período. En la foto, Evita, convaleciente, emite su voto Muere el 26 de julio de 1952 a los 33 años, como consecuencia del cáncer de útero que padecía. El comunicado oficial anunciando su deceso, decía: “Cumple la Subsecretaría de Informaciones de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación” (Getty Images) Se dictan quince días de duelo nacional. No hay funciones de cine, teatro, espectáculos deportivos hasta el 11 de agosto. Las radios señalaban diariamente la hora de la muerte de Evita con un texto que decía: “Son las 20:25, hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad”. Velan sus restos en el ministerio de Trabajo antes de trasladarla hacia el Congreso, donde desfilan cientos de miles de personas durante días para despedir a una de las figuras políticas más influyentes de la historia argentina Su cuerpo, embalsamado, se expone en el edificio de la CGT hasta 1955 cuando un golpe militar destituye al General Perón del poder. Para evitar el peregrinaje y la movilización popular, la llamada “Revolución Libertadora” decide secuestrar el cadáver y trasladarlo a Italia y luego a España. En 1971, el cuerpo es devuelto a Perón en Madrid, como parte de las negociaciones para la apertura democrática de 1973. En 1975, por orden del gobierno presidido por María Estela Martínez de Perón -la tercera esposa del General-, los restos de Evita son repatriados. Actualmente se encuentran en el Cementerio de la Recoleta