La expectativa era grande en Tandil. Después de que en 2018, el embutido lograra consagrarse como el más largo del mundo, con una longitud de 53,4 metros, se esperaba que este año no solo superara esa longitud, sino que lograra pasar la altura del Obelisco porteño, de 67,5 metros.
En una nueva edición del Festival de la Sierra y frente a miles de espectadores, se celebró un nuevo récord mundial: el salame tandilense midió más que el del año pasado y también más que el obelisco, alcanzando los 87,56 metros de longitud.
En el Anfiteatro Martín Fierro de la ciudad de Tandil se realizó la Edición XXXVI del Festival de la Sierra, en el que, además de la presentación del embutido récord, hubo una feria de productos regionales y espectáculos folclóricos.
El reconocido cocinero televisivo Juan Braceli como chef invitado y los productores que integran el Consejo de Denominación de Origen Salame de Tandil (DOT) fueron los encargados de realizar el anuncio y mostrar el proceso de producción del salame de Tandil, en el que trabajaron más 60 personas con una logística especial para la producción de un embutido de tanta extensión.
Familias, grupos de amigos, turistas y vecinos de la zona se acercaron al anfiteatro, que estaba repleto, para degustar algunas de las ofertas gastronómicas del lugar, como chorizos y distintos cortes de cerdo y vaca.
El camión que transportaba al embutido récord se estacionó frente a la base del anfiteatro y sorprendió a todos en el momento que se abrieron sus puertas: asentado sobre 13 paneles, el salame "gigante" debió esta vez ser presentado de forma horizontal, ya que sus medidas no permitían hacerlo verticalmente.
Juan Braceli, bajo la atenta mirada de la escribana Marcela Lorea, midió metro a metro el embutido, seguido por la titular del DOT Juana Echezarreta que marcaba la cinta métrica para no cometer errores. Acompañados por el intendente Miguel Lunghi y las familias que forman el Consejo del DOT, Braceli y sus compañeros animaron el momento de la medición, celebrando al pasar por cada uno de los récords de años anteriores.
Cerca de las 23 horas, Braceli anunció que se había superado el largo del ejemplar de 2018, (de 53,4 metros) batiendo nuevamente el récord del salame más largo del mundo. Pero, continuada la medición, se confirmó que logró pasar los 67,5 metros de alto del obelisco y alcanzar los 87,56 metros.
Javier Menéndez, integrante de una familia tradicionalmente dedicada a la charcutería, fue quien tuvo el honor de degustar el primer bocado del ejemplar, que fue cortado por el intendente, quien planteó el desafío de llegar a los 100 metros el año próximo.
Finalizada la presentación, los primeros 10 metros de salame serán donados al Banco de Alimentos de Tandil, que realiza sorteos para generar recursos en jornada del domingo del Festival y brindar ayuda. Luego, otros 20 metros serán destinados a la Asociación de Hoteles, Bares y Afines que lo repartirán entre los principales restaurantes de la ciudad. Y el resto del producto fue degustado por el público.
Único en su especie, el Salame de Tandil cuenta con la primera Denominación de Origen del país para un alimento agroindustrial desde 2011. El clima, las pasturas y el ganado de la zona son las claves que aportan las características ideales al embutido que se distingue en el mundo.
"Más allá del desafío numérico, esta iniciativa es el reflejo del compromiso conjunto de productores locales que se reúnen para honrar a nuestros antepasados y a su compromiso con adaptar las recetas a las condiciones de la región para lograr el mejor salame curado", sostuvo Juana Echezarreta.
Fotos: Luciano González
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