Washington 2008
En 2008, cuando la peor crisis financiera global desde el crack de 1930 amenazaba al mundo -y al capitalismo-, los presidente de los países miembros del foro decidieron que ya era tiempo de intervenir. Y el 15 de noviembre de 2008 transformaron el grupo en el club de los presidentes más importantes del mundo.
Creado en 1999, el foro supone un importante espacio de discusión y toma de decisiones cuyos miembros representan el 85 % del producto bruto global, dos tercios de la población mundial y el 75 % del comercio internacional. En 2008, en Washington, se acordó un plan de acción para hacer frente a la crisis económica y financiera de 2008.
Los mandatarios llegaron a la capital norteamericana en un escenario de inestabilidad política y económica global, con EEUU y Europa enfrentados en cómo resolver el problema, y con Asia muy impaciente. Había derrumbes bursátiles y cerraban los bancos, o no podían hacer frente a sus deudas. Era tan importante la cita que llegó a ser comparada con los Acuerdos de Bretton Woods, de 1944, tras las Segunda Guerra Mundial y que convirtieron al dólar como la moneda de referencia internacional.
Londres 2009
Con Barack Obama en la presidencia estadounidense, las posibilidades de multilateralismo cobraron fuerzas en la Cumbre de Londres. En la reunión de líderes, de hecho, el gran protagonista fue el FMI. La institución, que jugaba en los últimos años un papel marginal, recobró su papel para salvar países castigados por la retirada de capitales desde las economías avanzadas. Así, el G20 decidió triplicar la capacidad de préstamo del Fondo, con una inyección de 500.000 millones de dólares y completó su paquete de financiación a las economías pobres con la decisión de aumentar en 100.000 millones de dólares la capacidad de préstamo del Banco Mundial.
Además, se acordó publicar una lista negra de paraísos fiscales y un arsenal de posibles sanciones para el caso de que no acepten intercambiar información.
Londres también fue sede de protestas de los antisistema. Miles de manifestantes protestaron durante las dos jornadas del G20 en la City, el corazón londinense de los bancos, contra el capitalismo, la guerra y la contaminación medioambiental. La Policía británica Scotland Yard arrestó a decenas de personas.
Pittsburgh 2009
Por segunda vez en el año, los líderes mundiales volvieron a juntarse. Su documento final marcó un cambió en el orden económico mundial Se decidió que el G20 pasaría a reemplazar el G8 como principal foro de discusión de políticas económicas. La medida supone un cambio sustancial: a partir de este momento no solo las potencias deciden el rumbo sino que los países emergentes irrumpen en el escenario con más fuerza que nunca.
En paralelo, además de protestas y marchas -que dejaron centenares de detenidos y heridos- se celebró la primera contracumbre al G20, la "Cumbre del Pueblo", que incluyó opositores abiertos del G20, como el historiador Howard Zinn.
Toronto 2010
Los líderes mundiales se reunieron el 26 y 27 de junio en Toronto para discutir la reforma financiera y la recuperación económica de la última crisis.
Los líderes se comprometieron a reducir sus déficits y deudas en los próximos años, dejaron la polémica cuestión de los impuestos bancarios a los distintos países individualmente y reiteraron su compromiso con la reforma financiera. Sin embargo, la declaración final concedió a los países mucha flexibilidad para que ellos sigan de su propio camino.
Siguiendo ya la tradición, la cumbre de Toronto estuvo marcada por violentas protestas de grupos antiglobalización que se enfrentaron con un fuerte y costoso -casi 1.000 millones de dólares- despliegue de seguridad.
Seúl 2010
Los jefes de Estado y de Gobierno del G20 concluyeron Seúl su quinta cumbre en medio de una "guerra de divisas" entre le yuan y el dólar. En la cita se estableció el "Plan de Acción de Seúl", en el que se determinó que las economías del G20 se comprometen "a abstenerse de devaluaciones competitivas" de monedas: "Las economías avanzadas, incluyendo aquellas con monedas de reserva, permanecerán vigilantes sobre la volatilidad excesiva y movimientos desordenados de las tasas de cambio. Estas acciones ayudarán a mitigar el riesgo de excesiva volatilidad en los flujos de capital que enfrentan algunos países emergentes".
Otra vez miles de activistas contrarios a la globalización protestaron en las calles de Seúl en rechazo a la cumbre. "Paren el G20" y "Que las personas dejen de pagar por la crisis financiera", fueron las consignas más repetidas. De las protestas participaron unas 80 organizaciones no gubernamentales, estudiantiles y sindicatos. En media de las marchas, una mujer intentó prenderse fuego pero fue neutralizada por la policía.
Cannes 2011
Francia fue anfitrión de la cumbre de líderes en un escenario europeo de alta tensión por la crisis griega. Como resultado del evento, se lanzó un "plan de acción para el crecimiento y el empleo". y se le ordenó a 29 grandes bancos internacionales reestructurarse para que los contribuyentes nunca más tengan que asumir sus pérdidas.
En paralelo, a unos 30 kilómetros del lugar de la cumbre, en Niza, se celebró "la cumbre de los pueblos". Convocada por unas 40 asociaciones y sindicatos, se desarrollaron conferencias, debates y actividades callejeras en reclamo de más justicia social, denuncia la especulación, los paraísos fiscales y la desregulación financiera. Al evento, se sumó una figura nueva en Europa, "los indignados".
Los Cabos 2012
La séptima Cumbre del G20 se desarrolló en el sur de México, entre el 18 y el 19 de junio de 2012, en un contexto de deterioro de los indicadores económicos a nivel mundial: una profundización de la crisis con epicentro en la Unión Europea y la desaceleración de las economías emergentes y en desarrollo.
La Declaración de Los Cabos establece como objetivo central la promoción del crecimiento fuerte, inclusivo, sostenido y balanceado, y la creación de empleo, lo cual se plasmó en el "Plan de Acción de Los Cabos para el Crecimiento y el Empleo".
Como en todos estos eventos, cientos de personas participaron de la "Contracumbre". Al grito de "Por el planeta y por la gente, no a Calderón y al G20", organizaciones mexicanas e internacionales reclamaron "otro tipo de políticas" a los líderes mundiales, centradas "en salvar a la gente y no a los bancos en el primer lugar".
En el operativo de seguridad para la Cumbre de Líderes participan unos 4.600 militares y policías.
San Petersburgo 2013
La cumbre del G20 resaltó la necesidad de impulsar la recuperación de la economía global, generar fomento y empleo, así como fortalecer las bases para un crecimiento a largo plazo y evitar políticas capaces de frustrar la recuperación o de promover el crecimiento a expensas de otros.
Para lograrlo, se comprometieron en el Plan de Acción de San Petersburgo que buscaba implementar un sistema multilateral de intercambio información fiscal a fin de evitar que las grandes empresas evadan impuestos.
Y, aunque no estaba en la agenda, el tema central de la Cumbre fue la crisis siria: Obama y Putin negociaron en privado este tema y el norteamericano sumó una decena de aliados a su estrategia en la zona. Sin embargo, el ruso logró frenar una intervención y negoció la fiscalización del armamento químico sirio en manos de la agencia internacional OPAQ.
Para el evento, Putin restringió drásticamente el derecho a protestar en la ciudad y el tráfico en su aeropuerto internacional estuvo suspendido.
Brisbane, 2014
El G20 australiano concluyó con un comunicado que enumera una batería de más de 800 medidas para tratar de fortalecer la economía, tuteladas por el FMI y la OCDE. Además, aprobó la creación del Centro Global de Infraestructuras, para contactar inversores y a promotores de grandes proyectos en todo el mundo. Los líderes también expresaron su profunda preocupación por las repercusiones humanitarias y económicas del ébola y dialogaron acerca de medidas prácticas para hacer frente al brote en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
Un día antes del inicio de la cita anual, Brisbane fue escenario de protestas: un grupo de pro tibetanos exigieron a los líderes del G20 que tomen medidas contra China, a la que acusan de no respetar los derechos humanos. Y en Sídney, centenares de personas han protestado contra las políticas medioambientales de su Gobierno.
Para el evento, la ciudad se blindó con unos 6.000 agentes.
Antalya, 2014
El G20 turco se desarrolló en medio del duelo por las víctimas de los atentados terroristas de París, que causaron 129 muertos. En este contexto, los líderes aprobado un comunicado conjunto para condenar "en los más duros términos posibles" los ataques terroristas en París del 13 de noviembre y en Ankara del 10 de octubre, expresaron su solidaridad con las víctimas y reafirmaron su solidaridad en la pelea contra el terror.
El texto hace hincapié en el florecimiento de "componentes extranjeros entre los grupos terroristas" y la extensión de las amenazas a sus países de origen, tránsito y destino.
Para esta cumbre creció exponencialmente el número de policías desplegados para la seguridad: fueron unos 12.000 agentes y la ciudad estaba prácticamente cerrada.
Hangzhou 2016
El G20 chino fue inédito: por iniciativa del gobierno de Xi Jinping, se desalojó completamente la ciudad. A través de feriados por decreto y vacaciones subvencionadas, 10.000 personas abandonaron sus casas.
La Cumbre fue un éxito en cuanto al cambio climático, ya que tanto el anfitrión como los EEUU se comprometieron a ratificar el Acuerdo de París… Un año después Donald Trump se retiró del tratado y rompió el consenso en Hamburgo, la siguiente cumbre.
Hamburgo 2017
La cumbre alemana fue una de las más mediáticas de la historia. Los movimientos antiglobalización y/o anarquistas coparon la ciudad y las imágenes de violencia se repitieron en todo el planeta. Lejos del lugar de encuentro de los líderes, y reprimidos por las fuerzas de seguridad, desviaron el foco de la agenda.
Sin embargo, puertas adentro, las cosas no iban mejor, un recién llegado Donald Trump rompió el consenso de los líderes mundiales y dejó entrever lo que sucedería más tarde, se retiraría del Acuerdo de París sobre cambio climático. Sin el respaldo de EEUU, el documento final quedó trunco.
Fotos: AFP, Reuters, Telam
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