Shaolín Soccer: así entrenan los futuros futbolistas chinos
El kung-fu, es el secreto del fútbol chino para desarrolar el deporte en el gigante asiático. Cientos de jóvenes chinos se entrenan con técnicas de kung-fu con la esperanza de hacer al fin que su país sea una potencia mundial en este deporte
20 Nov, 2016 04:26 a.m. EST
Guardar
Un grupo de estudiantes en grupo antes de la práctica wushu en la escuela de artes marciales Tagou en Dengfeng, China
Un estudiante realizando entrenamiento físico
Pekín invierte cantidades faraónicas con el objetivo de contar con 50 millones de futbolistas en 2020
Sin embargo, hay mucho trabajo por delante: el país sólo se ha clasificado una vez para disputar el Mundial y el billete para el de Rusia de 2018 está muy complicado
En el campo, sus alumnos de 12 años calientan dando volteretas de un lado a otro. Parece más una coreografía de golpes y patadas en el aire
En Tagu, “buscamos combinar el fútbol con las técnicas de artes marciales de los monjes de Shaolin, con el propósito de crear un concepto original”, explicó Sun, quien realizó un curso el pasado año para convertirse en entrenador
“Nosotros responderemos a la llamada de la patria”, explica el entrenador Sun Dawei, sobre el plan del presidente Xi Jinping, gran apasionado del fútbol, que desea convertir a China en una superpotencia en 2050
Es imposible no pensar en una película de Hong Kong “Shaolin Soccer”, que narraba en 2001 las aventuras de un equipo de futbolistas entusiastas de las artes marciales que ganaba un torneo gracias a los disparos estratosféricos y a sus saltos por encima de los adversarios
“Con su base de kung-fu, tienen una flexibilidad y una fuerza física que les ayudarán cuando jueguen al fútbol”, relata Sun. “Y saber saltar en el aire también les ayudará”, prosigue
El entrenador ordena a un alumno que dé una patada al estómago. “Ves, esquivo el golpe así”, explica al joven. Se trata de un gesto que valdría una tarjeta roja asegurada para su autor, pero solo es un entrenamiento
La escuela firmó un contrato con una empresa británica para traer un entrenador del Reino Unido
“Volar y hacer trucos geniales, eso no sé hacerlo”, admite Sun Linyuan, de tan sólo 12 años. “Pero, luego, sabré dar golpes circulares y seré el mejor futbolista”, añadió
En el campo de juego, la defensa tiene muchos problemas de organización y el control de balón deja mucho que desear.
“¡Lo único que hacen es correr detrás del balón” grita a sus alumnos un Sun Dawei exasperado
El entrenador reconoce que hay un mundo entre el fútbol y las artes marciales: “Somos la mejor escuela de artes marciales. No hay ningún motivo por el que no lleguemos a ser también la mejor del país en otra disciplina”.