La prohibición total del uso de teléfonos en las escuelas está bien intencionada, pero podría ser contraproducente

Los últimos datos revelan que los adolescentes que utilizan redes sociales por más de tres horas diarias tienen el doble de probabilidad de padecer problemas de salud mental, como depresión y ansiedad, llevando a debates sobre regulaciones tecnológicas

Guardar
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) anuncia una prohibición general de teléfonos para estudiantes. (Imagen Ilustrativa Infobae)
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) anuncia una prohibición general de teléfonos para estudiantes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) anunció recientemente una prohibición general de teléfonos para los estudiantes, y distritos como la Ciudad de Nueva York, el distrito escolar más grande del país, podrían seguir su ejemplo pronto, mientras que estados como Pensilvania y California están considerando medidas legislativas. Aunque bien intencionada, esta política no aborda el papel matizado que la tecnología juega en la educación moderna. En lugar de centrarse en el uso responsable, la prohibición prohíbe el uso de teléfonos “todo el día, incluyendo durante el almuerzo y los descansos”.

Está claro por qué tales medidas drásticas parecen necesarias para los distritos escolares de todo el país.

Los datos muestran que los adolescentes que usan las redes sociales más de tres horas al día enfrentan el doble de riesgo de experimentar malos resultados en la salud mental, como depresión y ansiedad. Sin embargo, simplemente dictar cuándo y dónde se pueden usar los teléfonos no mejorará la salud mental porque no aborda el problema subyacente. Las prohibiciones abruptas podrían promover la visión del uso del teléfono como una recompensa, donde los teléfonos solo se usan para YouTube, Snapchat y TikTok, en lugar de como una herramienta para la colaboración, el aprendizaje y la productividad.

Como fundador de Saturn, dirigió una aplicación utilizada por millones de estudiantes de secundaria y vio de primera mano que los estudiantes necesitan aprender a gestionar su tiempo y tareas con tecnología. Esto es crucial para el éxito en la educación superior y en el mundo profesional. En la universidad, los estudiantes dependerán en gran medida de sus teléfonos para tareas de productividad como gestionar sus horarios, acceder a recursos educativos, colaborar en proyectos grupales y comunicarse con los profesores. En el lugar de trabajo, los teléfonos inteligentes se han convertido en herramientas indispensables para coordinarse con colegas, organizar tareas y acceder a documentos sobre la marcha.

Los adolescentes que usan redes sociales más de tres horas al día enfrentan el doble de riesgo de problemas de salud mental. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los adolescentes que usan redes sociales más de tres horas al día enfrentan el doble de riesgo de problemas de salud mental. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Insto al LAUSD y otros distritos escolares a considerar un enfoque integrado que incorpora los teléfonos móviles en el entorno de aprendizaje, a la vez que abordan las preocupaciones legítimas de padres y educadores. Al integrar los teléfonos en el entorno de aprendizaje y enseñar a los estudiantes cómo aprovechar estos dispositivos para fines productivos, les equipamos con habilidades esenciales que mejorarán su eficiencia, colaboración y gestión del tiempo tanto en la educación superior como en sus carreras.

Para mitigar el impacto negativo de las redes sociales específicamente, los distritos escolares deben considerar otras tácticas, como lecciones sobre el uso responsable de las redes sociales y la alfabetización digital. Recursos en línea como Everyday Speech ofrecen planes de estudio y actividades centradas en el “uso seguro de las redes sociales”, diseñados para ser fáciles de implementar con un trabajo preparatorio mínimo para los maestros. Las escuelas públicas, como el Departamento de Educación de Florida, incluso han desarrollado cursos independientes para ayudar a los estudiantes a entender la historia de las redes sociales, su impacto y cómo usar las plataformas de manera positiva. Mientras tanto, el Massachusetts Aggression Reduction Center (MARC) creó un plan de estudios para los grados K-5 para prevenir el ciberacoso antes de que comience.

Los distritos escolares también deben involucrar a los padres y la comunidad. Se debe proporcionar a los padres recursos para entender cómo pueden usar las funciones integradas en los teléfonos inteligentes, como Screen Time de Apple o Bienestar Digital de Android, para establecer límites diarios en el uso de aplicaciones y crear horarios de inactividad durante ciertas horas y por la noche.

Si bien el tiempo de pantalla puede ser un punto de partida útil, los padres también necesitan información sobre las aplicaciones y servicios que están utilizando los niños y el propósito de cada herramienta. Los padres deben tener acceso a recursos actualizados sobre las últimas tendencias y aplicaciones de redes sociales para comprender mejor el entorno digital de sus hijos. Al estar informados e involucrados, los padres pueden dar un ejemplo positivo y ayudar a sus hijos a navegar el mundo digital de manera responsable.

Los teléfonos pueden ser herramientas clave para la colaboración, el aprendizaje y la productividad en la educación superior y el mundo profesional. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los teléfonos pueden ser herramientas clave para la colaboración, el aprendizaje y la productividad en la educación superior y el mundo profesional. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este debate recuerda la emergencia de internet cuando muchas instituciones educativas luchan con la idea de restringir por completo el acceso a internet. En lugar de prohibiciones absolutas, las escuelas comenzaron a integrar internet en sus planos de estudio, enseñando a los estudiantes cómo usarlo de manera responsable y efectiva. Implementaron filtros para bloquear contenido perjudicial mientras alquilaban a los estudiantes a aprovechar los vastos recursos educativos disponibles en línea. Este enfoque equilibrado no solo mitigó los riesgos, sino que también desbloqueó el inmenso potencial de Internet como herramienta de aprendizaje.

Así como prohibir el uso de internet habría privado a los estudiantes de habilidades y oportunidades esenciales, prohibir los teléfonos corre el riesgo de dejar a los estudiantes mal preparados para el mundo digital que heredarán. Al adoptar un enfoque más holístico y matizado, los sectores público y privado pueden trabajar juntos para aprovechar los beneficios de la tecnología para mejorar la educación y preparar a los estudiantes para el futuro. Creemos un entorno donde la tecnología sea una herramienta para el aprendizaje, y no una distracción.

(c) 2024, Fortune

Guardar