Cuando escribimos “The Immigrant Exodus” hace 11 años, la necesidad de mantener a los EE.UU. competitivos a nivel mundial era menos clara. China aún no había emergido como un competidor hostil. La inteligencia artificial no había acelerado hasta convertirse en un cambio de paradigma que elimina empleos y trastoca industrias. El precio de la innovación a largo plazo de vaciar la base industrial de los EE.UU. no era bien comprendido por técnicos y economistas por igual. Pero incluso entonces, sabíamos que rechazar a los mejores y más brillantes inmigrantes oscurecería el futuro económico y tecnológico de América. Era dolorosamente obvio.
Hoy en día, la situación apenas ha mejorado. Algunas limitaciones en las visas permanentes y a largo plazo para inmigrantes cualificados en ciencia y tecnología se han aliviado, pero solo un poco. Las realidades políticas que han frenado la inmigración cualificada permanecen sin cambios. Los principales beneficiarios locales del alivio de la inmigración cualificada en tecnología son las ciudades de la Costa Oeste y la Costa Este, que son de color azul profundo, y las empresas e industrias que ya son percibidas como ricas. La reforma migratoria por orden ejecutiva ha dirigido sus esfuerzos hacia la inteligencia artificial, lo que también beneficia principalmente a esas regiones. Incluso con esta realidad restrictiva, los EE.UU. dependen cada vez más de trabajadores nacidos en el extranjero para empleos en STEM.
El argumento falaz de que traer más inmigrantes cualificados reduce los salarios de los trabajadores cualificados existentes se presenta repetidamente. También hay otros tipos de obstáculos perjudiciales, como el tope impuesto por el Congreso al apoyo federal para la educación médica de posgrado a través del programa de Medicare. Este tope estrangula nuestra capacidad para formar médicos a nivel nacional después de la escuela de medicina y juega un papel importante en la enorme escasez de médicos que enfrenta el país.
Una novedosa idea de inmigración podría cortar la burocracia política y potencialmente abrir un camino hacia una mayor prosperidad económica y una revitalización del corazón del país. Llamada “visa para el corazón del país”, esta propuesta relativamente nueva facilitaría mucho más la llegada y el trabajo de inmigrantes cualificados en este país y su obtención de residencia permanente si pasan al menos seis años trabajando en el llamado “corazón del país”: efectivamente, el Rust Belt y otras partes de los Estados Unidos que una vez disfrutaron de prosperidad industrial pero que ahora se encuentran rezagadas en comparación con las costas.
Los solicitantes que ya tengan una oferta de trabajo de una empresa en esas regiones tendrían un camino expedito para obtener tanto una visa de trabajo inicial como una tarjeta verde. Esta propuesta se asemeja a la sabia política de inmigración de Canadá, que permite a las regiones del país patrocinar a solicitantes de visa con habilidades específicamente necesarias para los empleadores de esa región.
Este enfoque alinea múltiples estrellas políticas para hacer mucho más probable su aprobación. Se centra en la creación neta de nuevos empleos en regiones donde hay menos empleos cualificados. La visa para el corazón del país también está diseñada para revitalizar áreas que no han tenido los vientos de cola económicos de la Big Tech, donde la inmigración cualificada probablemente tendría un efecto multiplicador mayor. Para hacer el efecto aún mayor, se debe dar la máxima prioridad a los trabajadores que vienen a trabajar en startups, el tipo de empresa que más empleos añade y más crecimiento económico impulsa.
También permitiría una mejor especialización regional: piense en fábricas de vehículos eléctricos en Carolina del Sur junto a plantas de producción de baterías o nuevas startups de ciencia de materiales cerca de plantas de acero. Una política así magnificaría la revitalización en curso de muchas hermosas ciudades y pueblos del corazón del país que conservan las estructuras de casas y edificios clásicos y siguen siendo mucho menos costosos que sus contrapartes costeras. Si tiene éxito, la visa para el corazón del país impulsaría el desarrollo económico, la innovación tecnológica y la resiliencia nacional en un solo movimiento.
Los EE.UU. siguen siendo el destino más atractivo del mundo para los inmigrantes cualificados. Su economía sigue superando al resto del mundo. Aunque China ha logrado grandes avances competitivos contra nosotros, la cultura abierta de los EE.UU. y su aceptación del espíritu emprendedor aún nos convierten en el mayor crisol de culturas jamás creado. Estos talentos han impulsado nuestra economía y seguirán impulsándola hacia grandes alturas—si solo permitimos que los mejores y más brillantes vengan a América.
(C) 2024, Fortune
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