Pro Racing Wheel, el volante para gaming más exclusivo

Probamos el primer Direct Drive de Logitech, un producto de gama alta que apunta a los corredores profesionales de sim racing

Hace muchos años, nos conformábamos con un teclado para pisar el acelerador al máximo hasta cruzar la meta final. Toda una infancia de calambres en los dedos llegó a su fin, cuando por fin empezamos a caer en las garras de los primeros joysticks y volantes. Pero lo que en aquel momento se convertía en una herramienta clave para hacernos sentir un piloto de verdad, hoy parece un juguete de cotillón.

En la actualidad los volantes parecen haber sido extirpados de un auto real y las sensaciones que transmiten son cada vez más precisas. Los hay de diferentes tamaños y formatos pero la verdadera batalla se libra con el tipo de motor, la compatibilidad y por supuesto, el precio. En medio de esta apretada grilla de competición llega un nuevo competidor de Logitech. Pro Racing Wheel es un volante que apunta a los corredores más exigentes.

Pro Racing Wheel, el volante para gaming más exclusivo del país

¿Pero qué tiene este volante que no tengan otros modelos? Muchas cosas buenas y también, como en la mayoría de los productos, algunas discutibles. Por empezar, a diferencia de otros modelos de la marca, el volante y los pedales no vienen en la misma caja. No tiene que ver con el tamaño y peso descomunal de cada una de ellas, es porque ambos productos se venden por separado. Esto probablemente les haga fruncir el ceño y los ponga menos receptivos, pero todo tiene un porqué y en este caso son varios.

El primer gran porqué es el diseño y la construcción de ambas piezas. Con solo sacarlas de la caja absolutamente todo deja claro que es un producto premium. En el caso del volante, la gigantesca e imponente base mide 29 cm de largo por 30,5 cm de ancho y tiene unos 20 cm más de altura. Esto la convierte en el doble de grande que los modelos anteriores y con sus 7 kg también es la también la más pesada. A esto se suma el aro del volante que es extraíble, con 1.5 kg adicionales y 30 cm de diámetro maravillosamente construidos.

La pedalera por su parte, pesa otros 5 kg con un sistema que permite customizarlas por completo. Cada uno de los pedales puede desarmarse para cambiar piezas si se sienten muy duros, y también es posible modificar el espacio entre un pedal y otro. Si alguna vez soñaron con separar el embrague del acelerador y el freno, esto es una realidad con el sistema de la pedalera Pro.

Pero volvamos por unos instantes al aro del volante que también creció en tamaño con respecto a los modelos anteriores. Esta es una de las piezas más importantes porque encontraron después de varios modelos, un equilibrio casi perfecto en cuanto a cantidad de botones y ubicación. Aquí Logitech se luce con varios cambios, una manufactura impecable y una utilización perfecta de materiales con ese inconfundible perfume a cuero.

Los botones cambiaron de lugar, en lugar de una rueda tenemos dos, que incluso han cambiado de orientación. En lugar de la cruz para movernos en el menú ahora hay un pequeño control sobre la izquierda, las levas magnéticas tienen el tamaño justo y mejoraron muchísimo su terminación. A estas se suman un par de levas adicionales para embrague, que pueden configurarse también como acelerador o freno. Al principio esta cantidad de cambios puede sentirse drástica, pero con unas pocas horas de uso nos damos cuenta de que las decisiones fueron acertadas. Sin embargo, lo más importante es lo que está en el interior de esa base y lo que hace de este modelo una verdadera bestia, es un volante Direct Drive.

¿Pero qué es Direct Drive y cual es la diferencia con el resto de los modelos? Para explicarlo de una manera sencilla, esta clase de volantes transmite toda la potencia directamente al aro y a nuestros brazos, por esta razón son mucho más potentes y precisos. En general, los modelos de gama media utilizan un sistema de correas y engranajes y por esta razón son también más accesibles en costo. Para cualquiera de nosotros como aficionado eso es mucho más que suficiente, pero para quienes compiten es clave que la potencia y la respuesta del motor sea lo más exacta posible. Un volante Direct Drive como el Pro Racing Wheel es capaz de transmitir una potencia de 11 Nm (Newtons por metro) cuando su predecesor llegaba a 2,1 Nm. Poniéndolo en palabras, la diferencia es bestial.

Por supuesto que semejante musculatura puede regularse para que no nos arranque un brazo en la primera curva, y todo se hace mediante la aplicación. GHub, nos permite cambiar el radio de giro, la potencia del Force Feedback o filtrar para que los tirones no sean tan violentos. También podemos activar y regular el True Force (unas instrucciones específicamente diseñadas para Logitech dentro de algunos juegos) para tener una experiencia lo más “háptica” posible. La pedalera tampoco escapa al control de la aplicación y si no queremos desarmar los pedales para alterar físicamente la presión, podemos hacerlo por software

La monstruosa base del Pro Racing Wheel está diseñada para ser montada en un cockpit o cabina. Esta es la mejor manera de aprovechar toda la potencia que este volante es capaz de entregar, sin arrancar la mesa y en la posición de manejo más cómoda. Pero está claro que no todos tenemos en casa esta posibilidad, y por esto Logitech pone en la caja una pinza para fijarlo. Parece un chiste pretender controlar una potencia semejante con una sola mordaza en el centro, pero mágicamente cumple con creces su objetivo e incluso lo hace mejor que en los modelos anteriores.

La base tiene en la parte trasera 3 puertos usb y un micro usb, para conectarse a la pedalera, al cpu y dejando puertos adicionales para sumar a futuro algún accesorio que amplíe el ecosistema. Sobre el tablero de la base hay una pequeña pantalla en la que navegamos por el menú del volante y tenemos registro constante de la presión de los pedales mientras jugamos. Sobre esto hay luces led que representan visualmente las revoluciones del motor y que pueden configurarse a gusto en color y orientación.

Pero una de las cosas más cancheras es el botón de encendido en el tablero. Tal como ocurre en algunos autos, este botón rojo enciende o apaga el volante, algo que también podemos conseguir removiendo el Aro de la base. Logitech Pro Racing Wheel es el resultado de mucho estudio y de intentar mejorar lo inmejorable, todo es absolutamente premium a la vista y al tacto. ¿Tiene defectos? Por supuesto que sí, porque nada es perfecto.

La construcción es sólida por donde se la mire, pero para los fundamentalistas es discutible que la base tenga demasiado plástico. En general los modelos Direct Drive suelen tener el motor al descubierto y dan un aspecto más minimalista y macizo. Logitech en cambio, optó por dejar todo esto dentro de un torpedo acercándose al diseño de sus antecesores. Esto al mismo tiempo les permitió incluir un sistema de ventilación que se mantiene activo constantemente (como si fuera el electroventilador un auto). La buena noticia es que mantiene fresco todo lo que está en su interior, la mala es que a veces se escucha y la única manera de silenciarlo es apagando el volante.

Otro punto discutible es que por el momento tiene un ecosistema limitado, y todo lo que existe para este modelo está dentro de esas dos cajas (que ya es bastante). Sería maravilloso a futuro, que aparezca una edición Pro de caja de cambios, o diferentes modelos de aro para intercambiar con el original. Y por supuesto, lo que más pesa en toda esta ecuación es el precio que como todos los productos premium, tiene un costo altísimo para nuestros golpeados bolsillos. Es un objeto tan exclusivo que se consigue únicamente a través de la tienda oficial y se trae a pedido. Solo la pedalera de Pro Racing Wheel cuesta lo mismo que todo el pack de G923, pero aunque parezca mentira, no está lejos de los valores que maneja cualquier marca que fabrica volantes Direct Drive.

Apoyar las manos sobre el Pro Racing Wheel, sentir la vibración del motor y poder diferenciar un camino de tierra de uno asfaltado, son sensaciones únicas. La conducción en cualquier juego se convierte en un placer absoluto y quizás estemos ante uno de los mejores volantes, pero con esto entramos en un terreno absolutamente subjetivo y personal. Nuestro sueño de ser un piloto puede convertirse en realidad, pero ser Pro tiene un precio alto, acá y en cualquier parte del mundo. De esta manera Logitech da un pequeño paso para los gamers y un gran salto para los fanáticos del Racing.

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