Wos es hoy en día uno de los artistas más convocantes de la música urbana argentina. Basta con mencionar las dos canchas de Argentinos Juniors que llenó en octubre o el Estadio UNO de La Plata al mes siguiente. Pero los fundamentos de su exitosa carrera se desarrollaron en el ámbito del freestyle. Su trayectoria comenzó cuando de adolescente se metía a rapear a los pies de un Quinto Escalón que empezaba a gozar de cada vez más visibilidad con apenas un año de vida.
Valentín -su nombre real- con 15 años ya se le plantaba a los raperos más grandes, demostrando ya desde esa edad que tenía la chispa necesaria para triunfar (no sólo) en esta disciplina. Tanto fue así que se consagró subcampeón de la gran final del Quinto en 2017 y campeón de la FMS 2018, la liga que sucedió a la más grande competencia de freestyle de habla hispana. Ese mismo año, qué afilado habrá estado que ganó la Nacional de la Red Bull y también la Final Internacional, proclamándose campeón mundial de freestyle.
Y allí, en lo más alto, se retiró. Si bien nunca hubo un anuncio oficial -de hecho, participó de algunas competencias más- poco a poco fue alejándose y simplemente pasó que nunca más regresó al rap improvisado de una manera competitiva. Bastante similar fue la historia de Trueno, sólo que agregándole un año más en el curso del tiempo.
Mateo -su nombre real- participó de aquella Final del Quinto Escalón en la que Wos salió segundo pero terminó del otro lado de la llave, en los dieciseisavos, luciendo los mismos 15 años con los que el subcampeón dio sus primeros pasos en la disciplina.
Trueno ganó la FMS 2019, luego de vencer a Papo, el mismo oponente al que se había enfrentado Wos la temporada anterior previo a salir campeón. Ese mismo año TR1 se coronó también campeón de la Final Nacional de la Red Bull. Y aunque la Internacional no la ganó, sobran los hechos para conectarlo con Wosito. Y esto referido no sólo a la coincidencia de logros alcanzados, sino al hecho de que esos momentos los cruzaron en cuerpo y alma porque en todos esos casos fue Wos el encargado de coronar a Trueno.
Valentín, ya alejado de las batallas pero ganador inmediatamente anterior de todas esas hazañas, se hizo presente en octubre de 2019 cuando Mateo ganó la Red Bull, en diciembre de ese mismo año cuando campeonó la FMS y ahora en mayo de 2023 para darle el Oro en los Premios Gardel. La épica se mantiene intacta hasta hoy.
¿Cómo llegamos hasta acá? Un poco porque las coincidencias siguieron. Posterior a salir campeón de la FMS, Trueno decidió alejarse de las batallas y se centró en su carrera musical, al igual que Wos. “Atrevido”, su álbum debut, llegó en julio de 2020 y por supuesto, incluía una colaboración entre los dos.
En “Sangría” ambos se autoproclaman como “el nuevo rock & roll” y es que alborotar a los vieja escuela es otra de las cosas que comparten. Afortunadamente, la música les permitió continuar este loop de cosas en común.
Como si fuera premeditado, se fueron turnando para sacar álbumes. Wos debutó con “Caravana” en 2019, Trueno con “Atrevido” en 2020; le siguió “Oscuro Éxtasis” en 2021 de Valentín y “Bien o Mal” de Mateo en 2022. Y justamente con estos últimos dos ocurrió eso que los conecta directamente con sus épocas batalleras.
En los Premios Gardel de 2022, la ya tradicional entrega de la música argentina, Wos fue el más nominado y también el gran ganador. “Oscuro Éxtasis” se llevó el Gardel de Oro, correspondiente a ganar “Álbum del año”, una distinción que han logrado artistas como Charly García, Abel Pintos, Mercedes Sosa y Gustavo Cerati entre muchísimos otros.
Para la edición 2023 de esta ceremonia Trueno acumulaba 9 nominaciones siendo el más ternado y para el final de la noche se terminó enterando que ganó en 4 de las 7 categorías para las que había sido considerado, siendo una de ellas la de “Álbum del Año”. El encargado de anunciar que Trueno fue quien se llevaba el Gardel de Oro de 2023 fue el ganador de esa estatuilla en 2022: Wos.
El hecho de que haya tenido que ser vía video grabado anteriormente (ya que actualmente está de gira) no le quitó mística a la situación. Esa noche sonrió el freestyle.
Aunque no hubo un pase físico del oro de una mano a otra, el público seguidor del freestyle entiende que una vez más se dio ese momento que tanto celebraron en el rap improvisado y es ahora el rap a secas (o bueno, fusionado con géneros musicales varios) el que les permite revivirlo.
A su vez también debe ser un lindo punto en el que encontrarse para los artistas. Es decir, el panorama musical de hoy no es el mismo que el que había, por ejemplo, en 2017 cuando sucedía la final del Quinto Escalón. Aquel evento, reflejo de todo un movimiento, impulsó un cambio que claramente se ve representado por quienes hace ya dos años se llevan el premio más importante de la música argentina. La épica del freestyle se repite en la música. Y es que la épica nunca dependió de la disciplina, sino de sus artistas.
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