Después de una exitosa primera parte, el proyecto que originalmente llevó adelante Techland estaba destinado a una secuela. Tras el prometedor tráiler de E3 en el 2014, esta segunda parte entró en un agujero negro. Los rumores de cancelación del proyecto eran cada vez más grandes y la gigantesca sombra de Dying Light parecía enterrar a esta segunda parte cada vez más hondo. Nueve años más tarde, Dambuster Studios logra sacarlo adelante sorprendiendonos a todos en un género en el que todo ha sido explorado. Pero sus desarrolladores se esforzaron mucho y les dejamos a continuación, 5 buenas razones por las que pensamos que no deberían perdérselo. Tomense un calmante, y recuerden cubrirse la ropa, porque Dead Island 2 es un festival gore que salpica y chorrea.
Las sangrientas calles de Hell-A
La recreación de la ciudad de Los Ángeles es fantástica. Si bien no es una reproducción exacta, tiene la cantidad necesaria de elementos como para hacernos sentir en las calles de la ciudad más famosa de la industria del entretenimiento. Dead Island 2 ofrece 10 locaciones y cada una de ellas tiene su complejo recorrido de calles, sus propios personajes, misiones secundarias y nuevas amenazas a enfrentar. Los lugares por los que esta historia nos arrastra van desde Beverly Hills hasta las Cloacas de Brentwood pasando por el Hotel Halperin, Bel-Air, Estudios Monarch, Hollywood Boulevard, el metro, el muelle, Venice Beach y Ocean Avenue.
Dead Island 2 no es un juego de mundo abierto, y esta decisión fue tomada para priorizar la historia y la calidad del contenido. Las locaciones son grandes secciones con un tiempo de carga entre una y otra. Una vez dentro, podemos movernos con cierta libertad, pero siempre dentro de un recorrido sugerido por la construcción del escenario. Cada uno de estos puntos tiene su propio mapa, y en ellos podemos marcar puntos de interés. De esta manera es más sencillo ubicar rápidamente mesas de reparación para las armas, salidas o nuestro lugar de descanso y reabastecimiento. Pero lo más importante es saber por dónde debemos ir, porque los caminos están bloqueados y atestados de enemigos. Si bien es un juego de zombies y estamos aquí para machacar la mayor cantidad posible, cuando nos superan en número lo más inteligente siempre es correr.
Pero como tampoco se trata de huir siempre, la gente de Dambuster Studios deja en nuestro camino herramientas muy útiles para elaborar rápidamente un zombicidio, o al menos reducir el número de perseguidores. Siempre podemos aprovechar un cable con electricidad para mojar el piso y ver como se retuercen atravesados por la corriente, o dispararle a alguna mancha de combustible o bidón de nafta para verlos cocinarse a fuego lento.
El nivel de detalle gráfico
Hoy en día casi todos los juegos de acción en primera persona ostentan una calidad visual superlativa. Y cuando no la tienen, es por una decisión que tiene que ver con diseño o propuesta estética. Muchos estudios prefieren generar su propio motor gráfico si tienen los recursos necesarios, pero la gran mayoría prefiere manejarse con los que ya dieron muy buenos resultados y tienen soporte constante de sus desarrolladores. Por esta razón Dambuster Studios optó por aprovechar todas las posibilidades de Unreal Engine que atraviesa su mejor momento, y el resultado es sorprendente.
Las locaciones se ven realmente bien y todas se pueden recorrer durante el día o la noche con un exquisito nivel de detalle. No hay ciclos y si elegimos el día, siempre vamos a estar bajo la luz del sol hasta salir de ese mapa. Dambuster Studios puso mucho amor en cada rincón de la ciudad, y sus calles parecen ser la ciudad natal de los zombies. Desde los interiores de las lujosas mansiones de Bel-Air, hasta los pintorescos locales de las playas de Santa Mónica atendidos por sus propios muertos.
Pero hay locaciones que realmente son dignas de una postal, como el muelle durante la noche. La luna se recorta en el cielo y sobre el parque de diversiones, iluminando las playas por las que vemos moverse con pesadez a nuestros enemigos en busca de algún transeúnte desprevenido. Pero por más hermosas que se vean las calles de Los Ángeles, esto es un juego de zombies y no es recomendable detenernos mucho tiempo si queremos que nuestro cuerpo virtual esté libre de mordiscos.
El sistema de destrucción de los cuerpos
Esto es realmente un punto en el que hay que pararse y aplaudir de pie. En un título como este donde solo hay que machacar enemigos, hay una explosión de violencia y gore que debe reflejarse con cada golpe. Para esto, sus desarrolladores trabajaron en un detallado sistema procedural al que llamaron FLESH. Esto permite que veamos el daño progresivo que cada corte genera en la carne de los no muertos, incluso cuando ya hemos acabado con ellos.
Este registro es muy diferente según el arma que utilicemos y esto abre un abanico enorme de posibilidades. Si los atacamos con un cuchillo, los cortes son pequeños a comparación de una espada. Cada tajo abre piel y carne con tamaño y profundidad diferentes, dejando ver músculos o entrañas como si de una clase de anatomía se tratara. Si pegamos con una maza el golpe es más pesado, arrancando todo y rompiendo huesos. El fuego en cambio, les calcina la piel y esta se desprende dejando en su lugar ampollas, para luego convertirse en una masa carbonizada y humeante. El ácido los quema y con electricidad, podemos verlos retorciéndose hasta que su piel queda ennegrecida. Incluso una patada puede dejar sobre la piel una marca roja, que crece hasta sangrar si seguimos golpeando en el mismo lugar. Dambuster Studios definitivamente puso toda su energía para llevar el gore del gaming al próximo nivel.
Un verdadero homenaje al género de zombies
Dead Island 2 rinde tributo al género en cada escena, tomando lo mejor de los clásicos zombies pero con pinceladas del cine moderno. Algunos se arrastran con pesadez y lentitud, pero otros corren o atacan con inteligencia y precisión como en World War Z. La historia tiene también algunos guiños de comedia y humor negro, o al mejor estilo Zombieland, encuentros con viejas estrellas de cine confinadas en su mansión. Pero también explora la lucha de un infectado contra el virus que intenta tomar control, como ocurre en la comedia romántica “Warm Bodies”. Todo esto nos atraviesa con cualquiera de los personajes que elijamos, en una lucha desesperada por salir con vida e intentar salvar a la humanidad. Una verdadera fiesta para todos los amantes del género.
Un enorme abanico de opciones
Si hay algo que sobra en Dead Island 2 son opciones. Si bien la historia es básicamente la misma para cualquiera de los 6 personajes que elijamos, cada uno tiene distintas habilidades. Esto por supuesto va a influir directamente en nuestra experiencia de juego, haciéndola muy diferente e invitándonos a volver a recorrer las calles de Los Ángeles para verla desde los ojos de otro Slayer. También hay una cantidad gigantesca de armas o elementos con los que defendernos de los zombies, y cada una de ellas es customizable con fuego, electricidad o ácido.
Pero si esto no alcanza, también tenemos a nuestra disposición cartas que sirven para potenciar nuestras habilidades y que se van desbloqueando con nuestro avance. Llega un punto en el que la cantidad y la manera de combinarlas es enorme y van desde patadas voladoras que fracturan huesos, hasta gigantescos golpes en el piso o gritos ensordecedores.
Con solo escuchar los acordes de “Drown” de Karon O mientras vemos la intro y los títulos, tenemos la certeza de que la propuesta no podría resultar más tentadora. Quizás este nombre no les suene demasiado, pero fue la encargada de la banda de sonido de la película “Where the monsters are” dirigida por Spike Jonze en el año 2009. La realidad es que para los amantes del género, cualquiera de estas excusas es válida para zambullirse en esta historia sin pensarlo. La larga espera llegó a su fin, Dead Island 2 ya está entre nosotros y es una grata sorpresa, superando por completo nuestras expectativas. Dambuster Studios hizo todo bien y pese a no tener esa sensación de libertad, nos sentimos dueños de nuestro propio destino en las calles de HELL-A. Ahora si nos disculpan, todavía tenemos asuntos sin resolver y una nueva arma por estrenar en Venice Beach.
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