Nintendo es una compañía que se caracteriza por lanzar party-games de máxima calidad, por esto mismo es que la vemos constantemente premiada en celebraciones que condecoran a este género. Es también, es el hogar de muchos personajes que cualquiera de nosotros reconoce fácilmente, entre ellos: Kirby.
La bola rosada viene acompañando a los gamers desde la década del 90, con un montón de variantes de juego. Hemos disfrutado de su honorable presencia a lo largo de la historia de las plataformas nintenderas, pasando por numerosos títulos 2D y algunas colaboraciones en Super Smash. Bros, aventuras 3D e incluso party-royales, entre otros. Este 2023 recibimos con los brazos abiertos a Kirby’s Return to Dream Land Deluxe, una versión mejorada de aquella obra que en 2011 tantas competencias y risas nos generó.
El guión y la trama de esta campaña no son necesariamente lo más sobresaliente del videojuego. Básicamente, hay unas esferas de energía esparcidas por todo el universo que debemos recuperar para que Maglor (personaje narrativamente importante de esta historia) pueda reconstruir su nave y regresar a su mundo. El gameplay y el diseño de los niveles en solitario son preciosos en relación a lo arquitectónico. Pese a su limitado espacio esconden un montón de rincones secretos que a veces cuesta encontrar en un primer vistazo o recorrido general.
Si ya jugaron la versión original, en esta edición Deluxe van a poder notar rápidamente algunos cambios. Primero y principal, el upgrade gráfico. La obra de hace ya 12 años no estaba nada mal, pero desde la desarrolladora le han aplicado un proceso de embellecimiento que le sienta maravillosamente y se adapta a los estándares más modernos. Si bien la historia principal no ha sufrido variantes radicales, en segundo lugar es importante mencionar que sí se ha agregado un epílogo de unas tres horas, protagonizado por un personaje muy carismático diferente a Kirby.
Por último, se incorporaron dos nuevas habilidades que nuestro personaje puede absorber: el proyectil de arena y el mecha. El primero nos permite disparar y atrapar a nuestros rivales en una nube de arena, mientras que el segundo nos pone un traje robótico con un armamento brutal.
Ahora bien, posiblemente lo más enriquecedor de este último juego de Kirby es el modo multiplayer, que nos otorga un pase directo a Maglolandia Fantasía. Maglor, a quien ayudamos en los niveles single-player es un viajero que construyó un parque de diversiones para que sus amigos pudieran divertirse. Este es un lugar genial donde cuatro colegas pueden disfrutar de diferentes atracciones y coleccionar recuerdos juntos. Por supuesto, la frutilla del postre se la llevan los minijuegos, que funcionan de forma ideal para juntar sellos y máscaras estéticamente llamativas.
Siguiendo con la línea de los minijuegos, están habilitadas 100 misiones para cumplir divididas en 11 categorías: diez relacionadas a los propios minigames y una de extras. A continuación repasamos cada una de las actividades.
Puño de hierro: Se trata de sincronizar unas barras que se recargan y pegarles justo cuando llegan a lo más alto. Estas procederán a romper el piso y la grieta que más lejos llegue, ganará. Es muy simple, divertido, pero demasiado fácil contra la CPU.
Estrellas de choque: Subidos a una estrella tenemos que derribar a nuestros rivales apuntando de forma muy sensible. Adicionalmente, en el campo aparecen otros objetos que al sacarlos de la plataforma obtendrás más puntos.
Pistolas estridentes: En un mapa aleatorio con vista isométrica tendremos que disparar a nuestros contrincantes hasta quitarles las tres o cuatro vidas, dependiendo de la dificultad escogida. Además del shooting, podremos esquivar mediante saltos o tapándonos contra estructuras. Pero, ¡cuidado! estas también se rompen con un par de tiros.
Tiro al blanco de Kirby: Simplemente hay que apuntar a las dianas y disparar. Podemos jugar con los controles por movimiento y recomendamos evitar a toda costa atinarle a los Bombers porque nos quitan puntos. Si jugamos solos se puede usar la consola en modo portátil y tocar la pantalla touch. Es muy dinámico, así que hay que apurarse para sacar la mayor cantidad de bajas posibles.
Dojo ninja: Básicamente, nos invitan a lanzar estrellas como un ninja. Aquí también hay disponibilidad de hacerlo a través del agite del Joy-Con, como así también oprimiendo un botón. La meta es darle a los blancos que van apareciendo en pantalla y, cuanto más cerca del centro, mayor será la bonificación que recibida.
Tenis bomba: La idea es revolear la bomba de un sartenazo hacia un oponente. Es viable utilizar el movimiento físico de los Joy-Cons, o bien de forma tradicional. La velocidad de vuelo o la fuerza de los remates fuertes, dependen del momento en que le peguemos el golpe a la bola, así que es conveniente tener un buen timing.
Cacería en el tablero: Simple, pero extremadamente entretenido. Este minijuego te obliga a permanecer en pie mientras que todos los jugadores hacen desaparecer filas de baldosas. Al mejor estilo battle-royale, el tablero se achica progresivamente.
Cazagrimorios de Maglor: Vamos a tener que encontrar libros que tengan la misma portada en un mapa de plataformas al estilo Super Smash Bros. Puede parecer demasiado fácil, pero las similitudes entre tantas opciones lo vuelven un poco complejo para quien no afina la vista, y más cuando hay cuatro gamers tratando de agarrar el mismo objeto en un escenario tan chico. Al finalizar la ronda, los puntos empiezan a duplicarse, así que hay que tratar de agarrar todos los grimorios dorados.
Samurai Kirby: Una actividad muy parecida a lo que presenciamos en juegos como Ghost of Tsushima, donde nos vemos obligados a oprimir un botón (o mover, si usamos control de movimiento) en el momento exacto del enfrentamiento para golpear al otro espadachín. Solo o multijugador, la experiencia es divertida y gana quien alcance primero el número seleccionado de victorias.
Atrapahuevos: Presionando un botón abrimos ampliamente la boca y dejamos entrar todo lo que el robot nos lance. No obstante, hay que ser cautos porque hay huevos y bombas. Si comemos accidentalmente un explosivo es el fin de la partida.
En conclusión, Kirby’s Return to Dream Land Deluxe se une a la familia de Switch dejándonos con un buen sabor. Si la experiencia de 2011 fue buena, este año es mucho más completa y refrescante. Una recomendación perfecta para disfrutar en compañía de otros gamers, sin límite de edades o a solas si son fieles seguidores del género plataformero.
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