Like a Dragon: Ishin! Una obra para todos los amantes de la cultura japonesa

Venganza, honor y redención en el universo de Yakuza

La saga Yakuza es una de las más mencionadas de los últimos 18 años. Los gamers traemos estos títulos a la mesa cuando tenemos que ejemplificar casos de éxito de mundos abiertos o combates por turnos. También porque nos invita a profundizar sobre la cultura social o historia de Japón, y han sabido cargar con orgullo la bandera de su país.

Entre los spin-off, lanzamiento y relanzamientos, esta franquicia de RGG Studio y SEGA cuenta con más de diez títulos en su galería. Cuando investiguen sobre el listado completo, seguramente se sorprendan al ver que muchas de esas obras no llegaron a occidente en aquel momento y probablemente hayan perdido la posibilidad de disfrutarlo en orden cronológico.

Con el paso del tiempo, y el acceso a una mayor cantidad recursos por parte de las desarrolladoras y publicadoras, esa práctica restrictiva va quedando obsoleta. De hecho, aprovechando el hype y éxito de las publicaciones más recientes, muchas empresas deciden remasterizar o relanzar sus proyectos en lugares a los que antes no llegaban. Esto es lo que ocurre con Final Fantasy o Like a Dragon: Ishin!

Ryu ga Gotoku Ishin! es el nombre con el que esta pieza se bautizó en Japón en el año 2014 para las plataformas PS3 y PS4. Afortunadamente, llegó una versión reimaginada y ampliada para ambas generaciones de consola con su acceso anticipado para la versión Deluxe.

A diferencia de las líneas temporales protagonizadas por Kazuma Kiryu o Ichiban Kasuga, en Ishin! viajamos hacia el siglo XIX, precisamente a la década de 1860, donde ahora la estrella es Sakamoto Ryoma. Este habilidoso espadachín tiene un triste pasado, ya que cuando era niño un extraño incendio en su casa se lleva la vida de sus padres. Él logra sobrevivir gracias a la ayuda de Yoshida Toyo, Magistrado del territorio de Tosa, quien posteriormente lo criaría y educaría junto a su hermano adoptivo Takechi Hanpeita.

Sin caer en spoilers, la historia que nos presenta Ishin! es trágica, amarga y predomina la sed de venganza desde un primer momento. Esto se debe a que Toyo muere por la espada de un asesino cuyo estilo de lucha es desconocido y, por un triste malentendido, culpan a Ryoma por este delito. Nuestro protagonista debe escapar de su querido poblado y se embarca en la búsqueda del verdadero homicida.

Repasando el apartado jugable, hay muchas similitudes a otros Yakuza. Partimos de la base de que hay cuatro estilos de pelea, algo que hemos visto por ejemplo en Kiwami. Claramente esta ramificación está vinculada hacia un estilo que entremezcla lo feudal y las variantes típicas del siglo XIX. Ellos son: espadachín, tirador, luchador y bailarín salvaje, con un gameplay que nos obliga a estar en progreso constante para superar los diferentes obstáculos.

Los diversos enemigos presentan fortalezas y debilidades ante nuestros estilos de lucha, por lo que es imposible dedicarse a utilizar uno solo durante todo el relato. Por ejemplo, es prácticamente imposible derribar a algunos jefes o subjefes con el “pistolero”, porque son resistentes a los disparos gracias a sus pesadas armaduras.

No obstante, estos oponentes pesados pueden ser enfrentados con puño limpio o terminar en un choque de katanas. Honestamente, si uno como usuario fuera corriendo por el mapa tirando tiros, la esencia de Yakuza se perdería. En cambio, se siente asombrosamente satisfactorio luchar con honor bajo la tradición de espadas, o bien sin armas para demostrar nuestra destreza humillando a los cobardes que atacan en grupo.

La configuración de los botones del joystick y la respuesta del personaje es absolutamente perfecta. Es muy fácil acostumbrarse a los controles de Ishin! y, en cierta forma, hay una pizca rítmica que endulza la experiencia con múltiples combos y un feedback constante que nos recompensa al oprimir correctamente los botones. Al utilizar a Ryoma, será vital golpear, pero también esquivar, bloquear o incluso curarse con objetos como en todo RPG. Deberemos procurar encadenar la mayor cantidad de combinaciones y pelear de la forma más limpia, ya que al finalizar cada encuentro el sistema nos va a clasificar según nuestro desempeño, y esto se traduce en puntos de experiencia. Esta experiencia, lógicamente, sirve para subir de nivel y desbloquear mejoras.

Es imposible no hablar de las misiones secundarias de un juego de la serie Yakuza. Estos minijuegos o historias alternativas, que -desde mi punto de vista- han sido históricamente de las más entretenidas. Like a Dragon: Ishin! no es la excepción porque nos encontramos con una gama muy variada de cosas para hacer por fuera del arco narrativo principal. Para poner algunos ejemplos de la parte inicial y no arruinar la sorpresa, podemos disfrutar de desafíos de ritmo en trabajos como talar leña, pasarte un buen rato en un karaoke con un catálogo amplio de canciones, apostar en carreras de pollos o participar de juegos de bebida alcohólica en los burdeles.

Si analizamos el apartado gráfico, tenemos que mencionar el upgrade notorio que ha tenido esta entrega comparada con sus predecesoras. Se ha cambiado el motor gráfico y ahora se utiliza Unreal Engine 4, por lo que el realismo es claro, tanto en las caras de los personajes, como en la vegetación o la arquitectura digital de los escenarios.

Si bien hay un tono más oscuro y la dirección artística se aleja mucho del Japón moderno, la estética acorde a un momento que se ubica hace casi 200 años le sienta perfectamente bien al proyecto y nos sumerge de lleno en la rutina diaria de un samurai que, de a poco, va tomando confianza con la pólvora. Tanto los pueblos como las ciudades más grandes que visitamos durante nuestro recorrido, tienen una producción bellísima y no tienen nada que envidiarle al reciente éxito de Ghost of Tsushima.

Para esta prueba tuvimos acceso a una versión del juego preliminar y nos encontramos con una ínfima cantidad de bugs. Algunas caídas de frames en cinemáticas aisladas, situaciones donde la explosión de sangre se renderizaba erróneamente o un lipsync poco funcional. Pero, para nuestra tranquilidad, ninguno de estos puntos ha entorpecido la experiencia y se siente un producto muy bien terminado. La banda de sonido que nos acompaña durante nuestro recorridos fabulosa, emotiva y pone la piel de gallina en más de una ocasión.

Like a Dragon: Ishin! es absolutamente recomendable. Si jamás visitaron esta saga, posiblemente sea esta la mejor manera de generar un acercamiento, porque es una historia paralela que poco tiene que ver con la línea principal, repitiendo muchas de las mecánicas y dinámicas dentro del juego. S,i por el contrario, ya son veteranos de Yakuza, hay muchísimos cameos que van a encontrar con solo poner un pie en el juego, y que los van a hacer sentir en casa una vez más.

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