Dead Space, una remake no apta para cardíacos

Después de 15 años, volvió el clásico survival horror en el espacio con grandes mejoras para la misma fórmula de ciencia ficción y suspenso.

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Si pudiera volver el tiempo atrás no haría esto o cambiaría aquello. Lo cierto es que todavía no hay una máquina del tiempo, pero para los directores de cine y los desarrolladores de videojuegos, existe la remasterización o el remake.

Hace una década y media, Dead Space nos sorprendió a todos. Lo mejor del survival horror estaba a nuestro alcance para vivir una de las historias más terroríficas y mejor realizadas hasta la fecha. En aquel momento, un juego que tenía todos los condimentos necesarios para mantenernos atentos frente al monitor, pese a tenernos al borde del infarto y el colapso nervioso. Gráficamente era una obra de arte y la historia nos obligaba, contra nuestra voluntad, a recorrer los oscuros y tenebrosos pasillos de una nave espacial para sobrevivir.

Dead Space tiene 15 años y hay una generación que no lo conoce o nunca pudo experimentarlo directamente. Para todos los que pertenecen a este grupo, estamos ante una historia de terror con todas las letras. Nuestro héroe Isaac Clarke es un ingeniero y forma parte de un equipo que se acerca a una gigantesca nave minera para repararla. La nave minera, llamada USG Ishimura, perdió contacto con la corporación Concordia y envió a un equipo de emergencia para reparar lo que sea que no esté funcionando. Isaac es un técnico y se dedica a manipular herramientas, pero afortunadamente va en compañía de militares entrenados para responder ante cualquier eventualidad. Durante su aproximación a la USG Ishimura reina un silencio muy sospechoso y una falla hace que se estrellen al aterrizar, inutilizando la nave y dejándolos atrapados.

Todo luce desierto y pronto descubren, con horror, que no son los únicos seres en ese lugar. Lo que parecía una misión de rutina, se convierte en la lucha por sobrevivir contra una especie alienígena, mientras intentan evaluar daños y estabilizar la gigantesca nave. Dead Space no da respiro y es un verdadero desafío que pone a prueba al más valiente de los gamers.

Seamos sinceros. Tanto en el cine como en la industria de los videojuegos, hay títulos que deberían quedarse en su versión original. Pero no es el caso de Dead Space, que se ve infinitamente beneficiado en esta remake. Es tan profundo el trabajo de Motive, que volver a recorrer los pasillos de la USG Ishimura es una experiencia completamente diferente. Lo que a simple vista parecía algo cosmético, es mucho más complejo gracias al cambio de motor gráfico.

Aunque parezca mentira, originalmente se usó el engine de Tiger Woods PGA Tour, que después de algunas modificaciones permitió cambiar el campo de golf por los oscuros y asfixiantes pasillos de una nave espacial bajo la constante amenaza de los necromorfos. Pero el poderoso Frostbyte de EA es una inyección de nuevas posibilidades, que van desde profundas mejoras visuales y físicas hasta la inclusión de nuevos elementos narrativos y líneas de diálogo.

¿Cuáles son estos nuevos detalles que convierten a Dead Space en una parada obligatoria para los amantes del terror y la ciencia ficción? Por empezar, cada textura, animación, efecto de luces y partículas fue reconstruido para aprovechar al máximo la potencia de nuevo motor gráfico. El clima que logra la iluminación en esta nueva entrega es maravilloso y transmite a la perfección esa sensación de opresión, abandono y amenaza constante. Cada rincón puede esconder un nuevo peligro para Isaac y nos exige estar en alerta permanentemente.

Cada espacio de la gigantesca nave fue reimaginado y resulta imposible no detenerse a ver detalles de la arquitectura, las luces, la niebla o los reflejos en los metales y el traje. Este último luce en esencia como el original, que -para su época- era increíblemente detallado, pero el nivel de preciosismo de esta nueva versión es demencial.

En el 2008 nuestro protagonista no hablaba, y tampoco podíamos verle la cara. Gunner Wright, quien puso la voz para Isaac en la segunda y tercera parte, vuelve para que esta vez podamos escucharlo hablar e interactuar con sus compañeros. De esta manera, la historia tiene una mayor profundidad y logramos empatizar con nuestro héroe.

Dead Space tiene, además, un sistema dinámico que genera encuentros y eventos únicos. Esto significa que cada vez que caminemos por un pasillo, alguien o algo puede atacarnos aleatoriamente. Ningún rincón de la nave es seguro, aunque ya hayamos estado allí aniquilando cualquier alimaña, y cada una de estas situaciones dispara eventos de sonido y música para generar más angustia y desesperación.

En la versión original había secciones con gravedad cero. Isaac podía moverse saltando entre pisos y esto era una limitación que los desarrolladores decidieron eliminar. Hoy puede moverse con total libertad utilizando los propulsores de su espalda y esto cambia por completo el dinamismo en varias situaciones del juego. También hay zonas en las que antes se podía entrar libremente y ahora es necesario avanzar en la historia para tener autorización. Esto ordena el juego y evita que perdamos el tiempo en habitaciones por las que inevitablemente volveremos a pasar más tarde.

Pero lo más notorio es, sin dudas, el enorme trabajo que hicieron sobre nuestros enemigos los Necromorfos. Cada uno de ellos fue reconstruido capa por capa, con sus huesos, órganos, músculos y piel. No son fáciles de eliminar y cuando se lanzan sobre nosotros lo hacen con un nivel de violencia descomunal. Al dispararles. la piel y la carne se desprenden en la zona del impacto y si apuntamos a las extremidades, podemos desmembrarlos para entorpecer su avance.

Para completar el combo de mejoras y sumar un atractivo más para quienes lo hayan jugado hace 15 años, Motive también trabajó en historia y en su orden para avanzar. Desde la secuencia inicial nos damos cuenta de que varias cosas han cambiado. Nuestro protagonista tiene en ocasiones un destino diferente, hay situaciones que originalmente tenían un orden y ahora pueden resolverse de cualquier manera. Varios puzzles se modificaron e incluso algunas armas pueden encontrarse antes que en la versión del 2008. La lista de detalles es interminable y esto hace que Dead Space vuelva a sorprendernos una década y media más tarde.

Motive mejoró y actualizó -para traerlo a estos tiempos- uno de los mejores survival horror de la historia. Quienes lo hayan disfrutado originalmente no van a sentirse defraudados. La enorme cantidad de mejoras hacen que todo se sienta novedoso y diferente. Para los que nunca han transitado los pasillos de la ISG Ishimura, es una experiencia imperdible. Si se consideran amantes del terror y la ciencia ficción, Dead Space es una parada obligatoria que no admite gamers impresionables o con problemas cardíacos.

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