Sin duda alguna, World of Warcraft es uno de los títulos más emblemáticos. Este proyecto de Blizzard pasó por buenos y malos momentos a lo largo de su historia. Pero hay que reconocer que es uno de los pocos videojuegos, que después de 18 años, sigue brindando contenido a los usuarios.
Dragonflight es la expansión número nueve de este MMORPG y se encuentra disponible desde finales de noviembre de este año exclusivamente en PC a través del launcher Battlenet. No es nuestro primer contacto con este DLC, ya que a mediados de año pudimos acceder a una alfa cerrada y contarte todas las características en unas primeras impresiones.
Como hemos anticipado, el núcleo de esta nueva línea de misiones estará dado en las Islas Dragón, una locación que ya se venía filtrando en el propio juego base y adaptaciones anexas, como los artbooks (The Art of World of Warcraft), foros de fanáticos especulantes y libros de crónicas (Crónicas I o Explorando Kalimdor). Lo más interesante es que ahora sabemos que este es el hogar de ciertos protodracos que actuarán como líderes de quests y nos guiarán a lo largo de todo el nuevo contenido de Dragonflight:
-Alexstrasza: la Reina de los Dragones, cuyo diseño es elegante y extravagante.
-Kalecgos: líder del Vuelo Azul, quien se basa en la magia arcana para actuar.
-Nozdormu: líder del Vuelo de Bronce, encargado de manejar y cuidar el flujo del tiempo.
Estos personajes llenos de carisma y valentía se presentarán en la primera instancia en el Confín Prohibido para contarte todo sobre los Dracthyrs, la nueva raza/clase que se añade en esta ampliación de contenido, y solicitar tu ayuda para recuperar su hogar de un mal supremo. Estos seres comienzan en el nivel 58 y cuentan con la posibilidad de actuar como DPS a distancia (Devastación) o Healers (Preservación) y se destacan por tener una cualidad de base que les permite volar en determinadas zonas a una velocidad increíble.
Con respecto al apartado visual, el archipiélago hogar de dragones es imponente en todos los sentidos. Desde la desarrolladora han dado un cuidado especial a todos los campos abiertos para diferenciarlos con las otras áreas del universo Warcraft. Todas las llanuras, cascadas, bosques y valles de las cinco regiones de las Islas Dragón son hermosas y da mucho gusto pasearse el tiempo explorando con libre albedrío.
Por otra parte, el sistema de talentos ha sufrido un rework casi total, pasando ahora a tener una configuración que le da espacio al jugador para tener un control prácticamente total sobre las habilidades. Estas ramificaciones también pueden guardarse, compartirse e intercambiarse con colegas online.
Previamente lo hemos comentado y merece la pena recalcar que la interfaz visual se ha tornado mucho más flexible en comparación a los antecesores. Desde Blizzard se ha tenido en cuenta que muchos usuarios no desean invertir memoria en add-ons que mejoren la experiencia y es por eso que en Dragonflight podrás modificar básicamente todos los elementos en pantalla, sean marcadores o indicadores sin agregar complementos externos.
El trabajo en equipo es crucial en este tipo de juegos, por eso es que las hermandades o guilds tienen un papel estelar dentro de World of Warcraft. Alineado a este tema, las profesiones se han visto mejoradas, y si antes eran un elemento importante en la progresión del juego, ahora son vitales. Muchos de los equipamientos más fuertes para enfrentar a enemigos, calabozos o instancias míticas se consiguen a través de determinados trabajos especializados y el crafteo.
World of Warcraft: Dragonflight es la expansión más sólida que hemos visto desde Legion. Por un mix de características, los gamers que crecieron jugando raids con amigos se encontrarán con una avalancha de contenido que les recordará aquellas noches tratando de derrotar al Rey Exánime para conseguir una espada especial. Hay tres versiones disponibles en la tienda de Battlenet: Base, Heroic y Epic Edition, cada una con sus cosméticos u objetos in-game que agregan valor y diversión en la medida justa.
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