Bukele dijo que no devolverá a EEUU a Kilmar Ábrego, deportado “por error” a una megacárcel de El Salvador

Las declaraciones tuvieron lugar durante la reunión del presidente salvadoreño con Donald Trump en la Casa Blanca

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Bukele admitió que no tiene
Bukele admitió que no tiene planes de devolver a Ábrego a Estados Unidos. (REUTERS/Kevin Lamarque)

Nayib Bukele, presidente de El Salvador, dijo durante su reunión con Donald Trump en la Casa Blanca que no tiene planeado devolver a Estados Unidos a Kilmar Ábrego, un padre de Maryland deportado por culpa de un “error administrativo”.

“¿Cómo puedo devolverlo a EEUU? ¿Introducirlo de contrabando? Claro que no lo voy a hacer. La pregunta es absurda. No tengo la facultad de devolverlo al país. No nos gusta mucho liberar terroristas en nuestro país", dijo Bukele, según declaraciones recogidas por USA Today.

Bukele acusó a Ábrego, quien vivió en Estados Unidos durante una década hasta el momento de su deportación, de ser un terrorista. Todo durante su reunión con el presidente Trump en la Oficina Oval.

Bukele no tiene planes de devolver a Ábrego a EEUU

Bukele dio detalles durante su
Bukele dio detalles durante su visita a la Casa Blanca. (REUTERS/Kevin Lamarque)

Pam Bondi, fiscal general de EEUU, afirmó que Ábrego estaba ilegalmente en el país, al mismo tiempo que dijo que los tribunales dictaminaron que era miembro de la MS-13.

“Eso depende de El Salvador si quieren devolverlo. No nos corresponde a nosotros”, subrayó Bondi, según declaraciones recogidas por The Associated Press (AP).

Bondi dijo que el tema eran “asuntos internacionales” y “asuntos exteriores”. Además, expresó que EEUU facilitaría el regreso de Ábrego, proporcionándole un avión, si El Salvador lo quería enviar de regreso.

A pesar de las afirmaciones de que Ábrego es un terrorista, sus abogados cuestionaron los argumentos de que pertenecía a una pandilla.

Chris Van Hollen, senador demócrata de Maryland, estado en el que Ábrego vivió durante una década, escribió a los diplomáticos salvadoreños para, según AP, solicitar una reunión urgente con Bukele. Esto con el objetivo de discutir el probable regreso del ex residente deportado debido a “un error administrativo” y enviado a una megacárcel de El Salvador.

“Si Kilmar no está en casa a mitad de semana, planeo viajar a El Salvador esta semana para verificar su condición y discutir su liberación”, destacó Van Hollen en una carta al embajador de El Salvador en Washington.

Una decisión, confirmó de manera unánime por la Corte Suprema durante la semana pasada el dictamen de un juez federal señalando que García debía ser devuelto a EEUU.

El sábado 12 de abril, el gobierno de Estados Unidos confirmó que Kilmar estaba vivo e ingresado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, tal y como reportó la agencia de noticias EFE.

Lo que se sabe sobre el caso de Kilmar Ábrego

Ábrego fue identificado por su
Ábrego fue identificado por su esposa gracias a un reportaje. (Alex Brandon/Pool via REUTERS/File Photo)

Michael Kozak, alto funcionario del Departamento de Estado, dijo que está detenido “de conformidad con la autoridad soberana y nacional de El Salvador” en una declaración que fue remitida a la jueza federal Paula Xinis, quien exigió a la administración estadounidense que facilitara la información sobre su estado actual.

La deportación de Ábrego ocurrió el 15 de marzo, día en el que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ignoró las protecciones legales vigentes, tal y como se alegó en una serie de documentos legales citados por NBC News hace más de una semana.

Vivía en Maryland con su esposa, Jennifer Vásquez Sura, y su hijo, un niño de 5 años que pertenece al espectro autista y padece una discapacidad intelectual.

Vásquez se enteró de la deportación de su pareja cuando lo vio en un reportaje con la cabeza rapada y usando un overol blanco. Ábrego se encontraba en en medio de una multitud de hombres arrodillados y con el rostro oculto.

Su esposa fue capaz de reconocerlo gracias a sus tatuajes característicos y dos cicatrices en la cabeza. En aquel entonces, el vicepresidente JD Vance dijo en redes sociales que Ábrego era “un pandillero convicto de la MS-13 sin derecho legal a estar aquí (EEUU)”.

Durante una entrevista en aquel entonces con NBC News, Simon Sandoval, abogado de Ábrego, dijo no estar de acuerdo con que su cliente fuera un miembro de la peligrosa y violenta pandilla, puesto que la única base que se tenía para afirmar su pertenencia era “un informante confidencial”, además de declarar que “nunca hubo pruebas contundentes”.