Acusan a jefe policía de NJ de defecar en el suelo, poner viagra en el café y picar con jeringas a sus compañeros

Varios oficiales han presentado una acusación formal contra Robert Farley, quien también los obligó a hacer trabajos escolares de su hija, envió juguetes sexuales a sus hogares y se rasuró sobre su comida

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El jefe policía Robert Farley
El jefe policía Robert Farley de Nueva Jersey, enfrenta múltiples acusaciones de violencia contra sus compañeros. (Departamento de Policía de North Bergen)

Cinco agentes del Departamento de Policía de North Bergen, en Nueva Jersey, han acusado formalmente al jefe Robert Farley de cometer una serie de actos humillantes, violentos y degradantes durante su gestión al frente de la fuerza, iniciada en febrero de 2024. Las denuncias, documentadas en avisos legales de intención de demanda, incluyen desde agresiones físicas hasta prácticas escatológicas dentro del recinto policial. La información fue revelada inicialmente por NJ Advance Media y confirmada por NBC News y People.

Entre los hechos denunciados se encuentran el uso de jeringas para agredir a oficiales, la contaminación del café de oficina con medicamentos recetados como Adderall y Viagra, así como la exposición deliberada de sus genitales frente al personal. Además, el jefe es acusado de defecar en el suelo de su despacho y en cestos de basura, y de arrojar sus fluidos corporales sobre objetos y personas dentro de la comisaría, según documentos obtenidos por NBC News y NJ Advance Media.

Los denunciantes también aseguran haber sido víctimas de represalias laborales, como reasignaciones a turnos nocturnos o negación de ascensos, tras manifestar su oposición o denunciar los hechos. En los avisos presentados al municipio, se detalla que el comportamiento de Farley se extendió incluso al entorno familiar de los oficiales, mediante el envío de objetos sexuales y banderas LGBT a sus domicilios. People confirma que los elementos fueron vistos por familiares, incluyendo menores.

Conductas degradantes dentro del lugar de trabajo

Robert Farley está acusado formalmente
Robert Farley está acusado formalmente por cinco de sus colegas luego de, presuntamente, herirlos con jeringas, rasurarse sobre sus escritorios, defecar sobre el suelo, enviarles jueguetes sexuales a su casa, cologar Viagra y Aderall en la cafetera de la oficina y otras agresiones. (Facebook: Departamento de Policía de North Bergen)

El teniente Alex Guzmán denunció que Robert Farley, en múltiples ocasiones, defecó en el suelo delante del personal y dejó excrementos en el baño “aparentemente con la intención de que alguien los pisara sin darse cuenta”, según documentos revisados por NBC News. Guzmán también señaló que Farley expuso sus genitales en distintas ocasiones al salir del baño de su despacho y que lanzó comentarios sexuales inapropiados frente a testigos.

Por su parte, Michael F. Derin, exoficial y antiguo amigo de Farley, declaró que el jefe lo persiguió dentro de la oficina hasta acorralarlo y le introdujo una jeringa hipodérmica en el pene, traspasando sus pantalones. El ataque le provocó una herida sangrante, que luego tuvo que explicar a su esposa. Según NJ Advance Media, tras ese incidente, Derin denunció un cambio en la conducta de Farley, quien comenzó a crear un ambiente laboral “hostil” contra él.

Derin también reportó que Farley tenía la costumbre de afeitarse el vello corporal sobre escritorios, personas y alimentos de sus subordinados. En una ocasión, contaminó deliberadamente una oficina usando salsa picante en un microondas, lo que liberó gases irritantes que obligaron a llamar a los bomberos, según NJ Advance Media. Derin terminó despedido cuando se disponía a reportar los hechos a la oficina del Fiscal General del estado.

Drogas, vigilancia y tareas escolares forzadas

Algunos de los agentes afectados
Algunos de los agentes afectados han declarado haber necesitado tratamiento psicológico para superar las agresiones de Farley. (Facebook: Departamento de Policía de North Bergen)

El hijo de Derin, el detective Michael A. Derin, relató haber sido testigo de cómo Farley vaciaba pastillas de Viagra y Adderall en la cafetera común del recinto, observando luego cómo los agentes bebían el café sin saberlo. Como medida preventiva, decidió obtener sus bebidas exclusivamente de una máquina de cápsulas, según reportó NBC News.

En el mismo aviso legal, Michael A. Derin indicó que fue obligado por el jefe a realizar trabajos escolares en nombre de la hija de Farley, incluyendo un ensayo de investigación que le tomó varios días laborales. Los oficiales mencionan que esta dinámica se daba en un ambiente de temor constante a represalias.

Según People, las conductas de Farley también incluyeron la destrucción de objetos personales y equipamiento policial: rompía bolígrafos sobre uniformes, manchaba manijas de puertas con tinta, y lanzó con furia un televisor contra la pared, generando fragmentos de vidrio en la oficina.

Acoso fuera del horario laboral

Algunos funcionarios de North Bergen
Algunos funcionarios de North Bergen han defendido públicamente al oficial y han desmentido las acusaciones. (Facebook: Departamento de Policía de North Bergen)

Las denuncias incluyen también episodios de acoso a los hogares de los oficiales. Alex Guzmán afirmó que Farley envió juguetes sexuales, lubricantes y banderas del orgullo LGBT a su residencia, donde fueron vistos por su esposa e hijos. El oficial aseguró que la situación le provocó estrés emocional severo y que actualmente recibe tratamiento psicológico, de acuerdo con lo informado por NJ Advance Media.

Otro oficial, Christopher Bowen, relató haber sido relegado a turnos nocturnos no deseados, mientras que Rasheed Siyam indicó haber sido objeto de discriminación racial. En su declaración, Siyam explicó que otros integrantes de la fuerza lo llamaban “terrorista” y “camel jockey”, y que un detective lo responsabilizó a él y a personas de su ascendencia por los atentados del 11 de septiembre. Esta denuncia también fue documentada por NJ Advance Media.

Bowen añadió que en distintas ocasiones se ejercía presión indebida sobre los agentes para que emitieran multas de tránsito como mecanismo de recaudación, una práctica prohibida por la ley estatal. Según su testimonio, quienes no cumplían con los “objetivos” eran penalizados con reubicaciones laborales o asignaciones punitivas.

Respuesta institucional y estado actual del caso

En respuesta a las denuncias, un vocero del municipio de North Bergen declaró a NBC News que “el Ayuntamiento tiene plena confianza en el liderazgo del jefe Robert Farley” y calificó las acusaciones como “falsas y escandalosas”, atribuibles a un grupo de oficiales descontentos.

El municipio también informó que, “para evitar un conflicto de interés”, ha derivado el caso a la Fiscalía del Condado de Hudson. Hasta el momento, esa oficina no ha emitido una declaración pública. Tampoco lo ha hecho la Fiscalía General del estado de Nueva Jersey, aunque, según NJ Advance Media, hay una investigación en curso sobre los hechos. Farley, que percibe un salario superior a los 228.000 dólares anuales, encabeza una fuerza de 140 oficiales que patrullan un área de 8,96 kilómetros cuadrados en la región de Hudson, frente a Manhattan.