
El intento de Nichole Maks por borrar rastros de ADN con Diet Mountain Dew no fue suficiente para evitar su condena. La mujer de 37 años fue sentenciada a 35 años de prisión por el asesinato de Michael Cerasoli, un hombre de 79 años, a quien apuñaló y golpeó antes de incendiar su vivienda en Daytona Beach, Florida, el 1 de julio de 2023.
Según el diario local Daytona Beach News Journal, Maks fue arrestada horas después del crimen. Al ser informada de que la policía tomaría muestras de ADN, pidió algo de beber y recibió una lata de Diet Mountain Dew. En un intento por destruir pruebas, vertió el refresco sobre su cuerpo y cabello mientras forcejeaba con los oficiales. Sin embargo, su ADN fue hallado en la escena del crimen, incluyendo un cuchillo con sangre cerca del cuerpo de la víctima.
La investigación policial, citada por WKMG, determinó que Maks usó un cuchillo y un martillo para asesinar a Cerasoli dentro de la vivienda que ambos compartían en Clark Street. Tras el crimen, incendió el segundo piso de la casa, posiblemente en un intento de eliminar pruebas.
Cuando los bomberos llegaron para sofocar el fuego, encontraron el cuerpo de Cerasoli en el segundo piso. La policía pronto identificó a Maks como la principal sospechosa, pero ella no se encontraba en el lugar. Horas después, fue localizada en un restaurante Krystal’s en Holly Hill, donde dejó caer un cuchillo y un martillo en presencia de un detective. Tenía sangre visible en una pierna y negó haber visto a la víctima el día del asesinato, informó Newsweek.
La defensa: enfermedad mental y un pasado de abusos
Maks se declaró “no competente” a los cargos de asesinato en segundo grado, incendio intencional, manipulación de pruebas y resistencia a la autoridad con violencia. Evitó así un juicio por asesinato en primer grado, que podría haber resultado en cadena perpetua.
Durante el juicio, su abogada Jessica Lindsey Roberts argumentó que Maks padecía esquizofrenia afectiva tipo bipolar y trastorno de estrés postraumático (TEPT), condiciones agravadas por un historial de abuso sexual y tráfico de personas. Según el psiquiatra Jeffrey Danziger, Maks creía que Cerasoli la drogaba con cloroformo y la violaba bajo órdenes de un grupo de motociclistas. También testificó que la acusada no había tomado su medicación en seis meses y que escuchaba voces que le ordenaban matar a la víctima, informó Daytona Beach News Journal.

Una hermana de Maks testificó haber recibido un video en 2021 o 2022 en el que la acusada aparecía atada y torturada, aparentemente por miembros de una organización criminal. El video mostraba a Maks en evidente angustia, pero no se identificó quién lo envió.
La jueza Leah Case reconoció el historial de abusos de Maks, pero enfatizó la brutalidad del crimen. “No podemos perder de vista el hecho de que asesinó a alguien”, dijo en la audiencia, citada por Daytona Beach News Journal. La jueza también resaltó que Maks tomó acciones después del asesinato que demostraban que sabía lo que hacía.
A pesar de la gravedad del caso, Case aceptó la sentencia mínima dentro del acuerdo de culpabilidad: 35 años de prisión y 20 años de libertad condicional, con la condición de que Maks reciba tratamiento psiquiátrico. La defensa argumentó que su cliente nunca habría cometido el crimen sin su deterioro mental.
El fiscal Mark Interlicchio no solicitó una condena específica, dejando la decisión en manos de la jueza. También reconoció los abusos sufridos por Maks y expresó su repulsión por las declaraciones de algunos testigos que admitieron haberle hecho daño en el pasado.
El intento de borrar ADN con Diet Mountain Dew
El uso de Diet Mountain Dew para eliminar pruebas de ADN se convirtió en uno de los aspectos más inusuales del caso. Sin embargo, expertos en forensia consultados por Newsweek señalaron que es poco probable que el refresco haya eliminado por completo cualquier rastro de ADN.
La investigadora Michelle Miranda, del Farmingdale State College, explicó que aunque ciertos azúcares pueden degradar células en condiciones de laboratorio, no hay estudios que demuestren que una bebida como Mountain Dew pueda borrar perfiles genéticos en la vida real.
Por su parte, el experto Ted Yeshion, profesor de Criminalística en Gannon University, comentó que el efecto de la soda sobre el ADN no sería diferente al de cualquier otro líquido, como el agua. Aunque podría dificultar la detección de evidencia, es improbable que elimine completamente un perfil genético.
El juicio de Nichole Maks no solo puso en evidencia la brutalidad del crimen, sino también los efectos de los trastornos mentales sin tratamiento y un pasado de abusos extremos. A pesar de los intentos de la defensa por reducir la condena, el tribunal concluyó que Maks tenía suficiente consciencia de sus actos al momento del asesinato.
Tras la sentencia, familiares de Maks lloraron y pudieron abrazarla brevemente antes de que fuera trasladada nuevamente al centro penitenciario del condado de Volusia. Ahora, deberá cumplir su condena en prisión, con la obligación de someterse a tratamiento psiquiátrico.
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