Estibadores de EEUU alcanzaron un acuerdo preliminar con puertos y navieras, evitando una huelga

Los estibadores de las costas Este y del Golfo de México lograron un acuerdo tentativo con sus empleadores este miércoles 8 de enero, evitando una huelga que podría haber paralizado puertos clave y afectado las cadenas de suministro nacionales. La International Longshoremen’s Association (ILA) y la United States Maritime Alliance (USMX), que representan a más de 45.000 trabajadores y a operadores portuarios, anunciaron en un comunicado conjunto el pacto para un contrato de seis años, apenas una semana antes del plazo límite del 15 de enero.

La declaración conjunta indicó que este acuerdo “protege los empleos actuales de la ILA y establece un marco para implementar tecnologías que crearán más puestos de trabajo mientras se modernizan los puertos de las costas Este y del Golfo, haciéndolos más seguros y eficientes, y fortaleciendo nuestras cadenas de suministro”. Sin embargo, los términos específicos del contrato no han sido divulgados públicamente, ya que deben ser revisados y aprobados por los miembros de ambas partes.

En su comunicado conjunto, la ILA y la USMX calificaron el acuerdo como un “beneficio mutuo”. “Este acuerdo protege los empleos actuales de la ILA y establece un marco para implementar tecnologías que crearán más puestos de trabajo mientras modernizan los puertos, haciéndolos más seguros y eficientes. Además, garantiza la capacidad que necesitan nuestras cadenas de suministro para mantenerse fuertes”, declararon.

La próxima etapa incluye la revisión del contrato por parte del Comité de Escala Salarial de la ILA, así como su ratificación tanto por los miembros del sindicato como por los empleadores de la USMX. Hasta entonces, ambas partes continuarán operando bajo el contrato vigente.

El pacto preliminar pone fin a meses de incertidumbre y tensiones entre la ILA y la USMX. En octubre pasado, los estibadores llevaron a cabo una huelga de tres días en protesta por desacuerdos sobre salarios y la creciente implementación de tecnologías automatizadas en los puertos. Aunque en aquel momento se acordó un aumento salarial del 62% a lo largo de seis años, el conflicto sobre la automatización y el temor de que las máquinas reemplazaran a los trabajadores siguió siendo un punto de fricción clave.

El sindicato había argumentado que la implementación de tecnologías como grúas semiautomatizadas y sistemas de logística digital suponía una amenaza directa para la estabilidad laboral de los estibadores. Por su parte, los empleadores defendían que la modernización es necesaria para que los puertos estadounidenses compitan con terminales más automatizadas en ciudades como Dubái, Róterdam y Singapur.

Un informe de la Government Accountability Office de 2024 detalla que los principales 10 puertos de Estados Unidosya han adoptado sistemas automatizados, como puertas digitales para el control del tráfico de camiones y contenedores, plataformas de logística integrada y sistemas de seguimiento mediante tecnologías de “Internet de las cosas” como RFID, GPS y cámaras. Los operadores portuarios han señalado que estas tecnologías no solo mejoran la eficiencia, sino que también reducen costos y aumentan la competitividad.

Los estibadores de mayor rango bajo el contrato existente ganan hasta 39 dólares por hora, equivalentes a 81.000 dólares anuales, según dato de Bloomberg. De acuerdo con lo negociado en octubre, la tarifa por hora podría incrementarse a más de 60 dólares (aproximadamente 125.000 dólares anuales). Además, en puertos de gran actividad como el de Nueva York, algunos trabajadores alcanzan ingresos superiores a los 200.000 dólares al año, incluyendo horas extras y regalías vinculadas al volumen de carga que manejan.

Sin embargo, la ILA ha argumentado que, pese a estos beneficios salariales, la automatización podría eliminar miles de empleos a largo plazo. Los sindicatos han buscado garantías de que las tecnologías solo se implementarán de manera que complementen, y no reemplacen, el trabajo humano.

De haberse producido la huelga, esta habría afectado a puertos que manejan más del 50% del tráfico nacional de contenedores. Estas instalaciones son fundamentales para el comercio internacional, ya que movilizan bienes esenciales como alimentos, automóviles y productos electrónicos, según CBS News.

Los economistas advirtieron que una interrupción prolongada habría tenido consecuencias graves para la economía estadounidense. Según expertos citados en medios como Bloomberg y Reuters, un paro superior a una semana podría haber generado retrasos significativos en las cadenas de suministro, aumentando los costos para consumidores y empresas.

Además, los puertos de las costas Este y del Golfo son estratégicos, ya que reciben una parte considerable del comercio que llega desde Europa, América Latina y Asia. Por ello, cualquier cierre habría obligado a desviar la carga a otros puertos menos congestionados, como los de la costa Oeste, incrementando los tiempos de tránsito y los costos logísticos.