Una panadera de Chicago buscaba al hijo que dio en adopción: resultó ser un leal cliente desde hace 10 años

Vamarr Hunter, ahora de 50 años, aprendió a hornear con el objetivo de ayudar a que no cierre la tienda de su madre biológica, quien libra una batalla contra el cáncer de mama

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Aunque no sabía hornear, Hunter
Aunque no sabía hornear, Hunter aprendió para poder ayudar y que el negocio de su madre no cerrara. (Facebook/Vamarr Hunter Sr.)

Para Lenore Lindsey, una de las interrogantes que siempre la atormentó fue el saber qué había sido del bebé que dio en adopción en 1974. A sus 17 años, las circunstancias la llevaron a tomar una decisión que marcaría su vida, pero jamás imaginó que, décadas después, ese hijo, aparentemente perdido, estaría más cerca de lo que creía.

Vamarr Hunter, de 50 años, solía visitar semanalmente la pastelería Give Me Some Sugah, propiedad de Lindsey y ubicada en Chicago. Él se sentía atraído por las barras de limón y los panqueques, pero también por el ambiente cálido que se respiraba en el local. Lo que él no sabía es que el lazo que lo unía a ese lugar iba mucho más allá de la repostería.

Hunter supo que era adoptado cuando tenía 35 años. La noticia lo sacudió y, aunque pasó años procesando esa revelación, sintió la necesidad de encontrar sus raíces. En 2022, decidió buscar a su madre biológica con ayuda de la genetista Gabriella Vargas, tal y como reportó recientemente The Today Show.

Ahora, Hunter se hace cargo
Ahora, Hunter se hace cargo del negocio de su madre biológica. (Facebook/Give Me Some Sugah)

Luego de varios meses de análisis y rastreos, Vargas encontró una coincidencia. Había dado con la madre de Hunter. Se puso en contacto con Lindsey, de ahora 67 años, para darle la noticia. En caso de estar interesada, su hijo tenía muchas ganas de conocerla.

Como una medida de precaución Lindsey llamó al hombre desde la fila de la panadería, “porque no estaba segura de quién era ni nada”, contó al programa de televisión.

De pronto, la llamada le llegó a Hunter como una sorpresa, cuando al ver su teléfono vio que el identificador de llamadas mostraba un nombre: “Give Me Some Sugah”.

“Pensé: ‘No pedí nada’. Entonces escuché una voz y dije: ‘¿Señorita Lenore?’”, una reflexión que se vio interrumpida por gritos de emoción de ambas personas cuando se enteraron de lo que estaba pasando.

Hunter declaró que la tienda, la cual visitaba cada semana desde hace más de una década, contaba con un ambiente muy cómodo. Él solía comprar barras de limón y panqueques. Lindsey bromeaba preguntándole si se comería “todo eso”.

Años después, su hijo busca salvar la panadería

Lindsey se refiere a su
Lindsey se refiere a su hijo como "un alma noble" después de que aprendiera a hornear para salvar su tienda. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando se conocieron no todo fue felicidad, pues Lindsey libraba una difícil batalla contra el cáncer de mama y había considerado cerrar su amado local después de sufrir un derrame cerebral en junio de 2022, poco después de que se reencontrara con Hunter.

El hombre decidió ayudar a su madre biológica y mantener el negocio a flote, por lo que cuando no estaba en su empleo habitual, se esforzó en aprender a hornear y sacar adelante la panadería.

“Como ella seguía intentando regresar, después de una semana aproximadamente, volvió al hospital otra vez. Y sentí que estaba tratando de hacer demasiado, así que solo quería intentar entrar y ayudar en lo que pudiera”, contó Hunter durante una entrevista con el periódico Chicago Sun-Times.

Lindsey agradeció el gesto y se refirió a él como “un alma muy buena” que no tiene ningún rencor luego de haber sido puesto en adopción. En aquel entonces aseguró sentir que “está sumando años” a su vida, ya que le daba una “sensación de paz”.

“Podría haber sido alguien que nunca hubiera querido encontrar, pero ella ha sido un pilar de esta comunidad. Me dieron la oportunidad de hacerme cargo de algo que ya está bien establecido y quiero conservarlo tanto como pueda”, afirmó Hunter luego de que se hiciera cargo casi por completo del establecimiento que abrió desde 2008, después de que Lindsey se jubilara de su trabajo como contadora.

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