En el marco de las investigaciones sobre el ataque ocurrido en Nueva Orleans durante las celebraciones de Año Nuevo, las autoridades han descubierto sustancias químicas potencialmente explosivas en un almacén ubicado en Texas, vinculado al atacante. Según informó NBC News, agentes del FBI y de la Oficina del Sheriff del Condado de Harris hallaron botellas de ácido sulfúrico en un compartimento de almacenamiento al noroeste de Houston. Este compuesto, de fácil acceso comercial, puede utilizarse en la fabricación de explosivos, lo que ha despertado nuevas inquietudes sobre los planes que Shamsud-Din Jabbar, responsable del ataque, pudo haber tenido.
Jabbar, un veterano del Ejército de los Estados Unidos, condujo un camión de alquiler desde Houston hasta Nueva Orleans, donde embistió a una multitud que celebraba la llegada del nuevo año en Bourbon Street, dejando 14 muertos y más de 24 heridos. Jabbar murió en un enfrentamiento con las autoridades tras el ataque. De acuerdo con NBC News, el ácido sulfúrico fue encontrado dentro de una hielera durante una inspección nocturna en el almacén. Hasta el momento, el FBI no ha confirmado si Jabbar tenía la intención de usar estos químicos en futuros atentados.
Las investigaciones también revelaron la presencia de dos dispositivos explosivos improvisados que Jabbar dejó en Nueva Orleans, aunque ninguno llegó a detonar. Las autoridades sospechan que estos artefactos contenían RDX, un explosivo de alto poder frecuentemente utilizado en ataques masivos. Imágenes de vigilancia muestran a Jabbar colocando los dispositivos en Bourbon Street antes de embestir a la multitud. Los especialistas aún analizan por qué los explosivos no funcionaron, contemplando posibles errores en su ensamblaje o mecanismos de activación.
Hallazgo de material explosivo y posibles planes adicionales
Además de los dispositivos encontrados en Nueva Orleans, las autoridades sospechan que Jabbar intentó eliminar pruebas al incendiar la casa de alquiler donde se hospedaba en la ciudad. Durante la inspección, se hallaron materiales para fabricar bombas y un posible silenciador. Según las declaraciones del FBI citadas por NBC News, estos descubrimientos refuerzan la hipótesis de que el ataque fue planificado con antelación y de forma meticulosa.
El hallazgo del ácido sulfúrico en Texas ha abierto nuevas líneas de investigación sobre la posibilidad de que Jabbar estuviera planeando otros atentados. Las autoridades siguen analizando los objetos encontrados en el almacén y en la vivienda incendiada para determinar la magnitud de las intenciones del atacante.
Radicalización e inspiración en el Estado Islámico
Según NBC News, el FBI ha clasificado el ataque como un acto de terrorismo, señalando que Jabbar estaba inspirado “al 100%” por el grupo extremista Estado Islámico (ISIS). Aunque actuó de manera independiente, sus motivaciones estaban alineadas con la ideología del grupo. Durante su recorrido hacia Nueva Orleans, Jabbar grabó varios videos que publicó en Facebook, en los que expresaba su apoyo a ISIS y explicaba sus razones para llevar a cabo el ataque. Inicialmente, contempló atacar a familiares y conocidos, pero descartó la idea por considerar que los medios no darían la misma cobertura a un ataque personal.
En las grabaciones, Jabbar justificó su atentado como parte de una “guerra entre creyentes e incrédulos”. A pesar de estas evidencias, las autoridades no han encontrado pruebas que indiquen apoyo logístico o financiero por parte de ISIS, lo que sugiere que Jabbar operó de forma autónoma.
Impacto en las comunidades afectadas y respuestas de seguridad
El ataque ha dejado secuelas profundas tanto en Nueva Orleans como en Houston, donde Jabbar residía. NBC News señaló que el veterano había mostrado señales de radicalización meses antes del atentado, pero no estaba bajo vigilancia de las autoridades. El caso ha abierto el diálogo sobre los mecanismos de control de amenazas internas y la facilidad con la que materiales potencialmente peligrosos pueden adquirirse y almacenarse sin ser detectados.
El uso de un camión como arma y la colocación de explosivos, aunque no detonaron, refleja un patrón que ha sido observado en ataques similares inspirados por la propaganda de ISIS. Expertos en seguridad evalúan las tácticas de Jabbar para identificar posibles nexos con estrategias promovidas por grupos extremistas que buscan alentar a individuos a actuar por cuenta propia.
La investigación sigue en curso mientras las autoridades intentan reconstruir la red de actividades de Jabbar y evaluar si hubo cómplices o colaboradores indirectos. Las comunidades afectadas continúan procesando las secuelas de un atentado que ha dejado preguntas abiertas sobre la prevención y respuesta a ataques de este tipo en el futuro.